Con Rivas no se juega
Visto lo visto, este nuevo ejercicio de contorsionismo vuelve a evidenciar que la Comunidad de Madrid no solo nos sigue tratando como ciudadanía de segunda, sino que, una vez más, da la espalda a las necesidades de los vecinos y vecinas de nuestra ciudad, empeorando un servicio que ya de por sí es deficitario.