Siete de cada diez conductores de automóvil cogerían menos su vehículo si “mejorara” el servicio de transporte público en «extensión, conectividad y frecuencia».
Así lo desvela una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), según la cual en los viajes de corta distancia “muchos” ciudadanos se ven “obligados” a coger su vehículo para desplazarse, ya que la conexión del transporte público entre el punto de partida y el destino “no cubre sus necesidades”, tal y como denunció este viernes en un comunicado.
Por otro lado, en los desplazamientos de media y larga distancia ve al tren como la opción “más ecológica”, pero estimó que, como en España hay “muchas zonas a las que no llega o están mal comunicadas” y las rutas de alta velocidad “muchas veces ofrecen precios prohibitivos”, las personas acaban “decantándose” por opciones de transporte “menos sostenibles», como el coche o el avión.
OCU considera que hay que “aprovechar” la introducción de las Zonas de Bajas Emisiones para “acercarse” al modelo de movilidad sostenible “mejorando” la “eficiencia” del transporte público y creando unas infraestructuras que permitan una “movilidad inclusiva de los ciudadanos”.
En este contexto, mantiene, además, su petición de “revisar” el sistema de etiquetas de la DGT de modo que se contemplen “las emisiones reales, no el tipo de motor del coche”.
En paralelo, insta al Gobierno a “agilizar” la concesión de las ayudas, para que se otorguen “en el mismo momento” de la compra del vehículo, tal y como se contemplaba en el anterior Plan Pive, que juzgó “mucho más sencillo y efectivo” y como se hace en otros países como Italia o Austria.
“Otra solución interesante, por su inmediatez, sería descontar el importe de la ayuda del Plan Moves III del coste del IVA”, resolvió.