Saramago y Rivas
«La historia se escribe desde el punto de vista de los vencedores,
los vencidos nunca han escrito la historia.
Y se escribe, fatalmente, desde un punto de vista masculino».
José Saramago
El 16 de noviembre de 1922 venía al mundo en una freguesia portuguesa de la Azinhaga (municipio de Golegã, en el distrito central del Ribatejo), cerca del río Tajo, un niño de familia muy humilde que debió llamarse José Sousa, pero debido a un error del funcionario fue registrado como José Saramago.
Hablar de Saramago es hablar no solo de un gran escritor, ahí está el premio Nobel de Literatura que lo demuestra, sino colocarnos también junto a quien entendió que su palabra tenía que reflejar y reflexionar sobre los momentos que le tocó vivir.
Mucho se ha escrito y dicho del literato luso, pero hoy hablamos de una faceta para muchos desconocida: la relación entre él y Rivas. Nuestro municipio tuvo el honor de conocer, y no solo por sus letras, sino personalmente, a José Saramago.
El autor de La balsa de piedra, Memorial del convento, El evangelio según Jesucristo y El viaje del elefante, entre otros, recibió un doble homenaje el 10 de octubre de 2001 por parte de Rivas Vaciamadrid: a través de una de las calles de Rivas, en la que se instaló un monolito, y se le dio el nombre de José Saramago, y también la biblioteca municipal, que se encuentra a el barrio de Covibar, que fue rebautizada con el nombre del narrador luso. Los vecinos y vecinas tuvieron el inmenso placer de compartir ambos acontecimientos con el Premio Nobel, que se acercó a nuestra ciudad. “Es un honor encontrar mi propio nombre en la biblioteca de un pueblo que meses antes no sabía ni que existía”, dijo el escritor en sus agradecimientos, acompañado por su inseparable Pilar del Río.
Un año después, en 2002 se inaugura el colegio José Saramago, en otro barrio de nuestro municipio, el barrio Centro. Durante veinte años, por sus aulas han pasado niñas y niños, muchos ya universitarios, que dieron sus primeros pasos en su aprendizaje en un centro que invoca el nombre del escritor.
No podemos dejar de recordar el homenaje que en 2010, pocos meses después de su muerte, se celebró en nuestro auditorio Pilar Bardem, bajo el título de “Celebrando a Saramago”, con la participación de distintas personalidades del ámbito de la cultura, el periodismo o la judicatura, que leyeron textos del autor o hablaron de su relación con él o con su obra, bajo el auspicio de la viuda del escritor. También tuvo lugar en ese mismo acto la presentación del libro Saramago en sus palabras, de Fernando Gómez Aguilera, una exhaustiva recopilación de textos y declaraciones del autor, relacionados con la política, la ética, la solidaridad y muchas de sus ideas y compromisos.
Para finalizar este recorrido de la presencia del escritor luso en nuestra ciudad, hace apenas una semana ha tenido lugar la presentación en Rivas, primera a la que seguirán otras por todo el territorio español, del libro homenaje Saramago…, siempre (Ondina Ediciones), una recopilación de artículos de diecisiete escritores y escritoras que han ido apareciendo en la revista literaria Entreletras a lo largo de este año saramaguiano, entre los que destacan Antonio Chazarra, Francisco Castañón o el ilustrador Eugenio Rivera, entre otros.
Recordar a José Saramago es traer a nuestra memoria colectiva a una persona que desde lo más humilde llegó a lo más alto sin perder la perspectiva de la dignidad, de la justicia y la igualdad. Y como siempre se dice, no hay mejor homenaje hacia un escritor que leer su obra. Háganlo, no se arrepentirán.