Formar parte de la dirección de una empresa pública a través del Consejo de Administración que es referente en muchos municipios es siempre un orgullo, pero desde que he tenido el privilegio de ser nombrada Consejera Delegada de Rivamadrid ese orgullo se ha multiplicado.
En tan solo unos meses he podido comprobar por qué Rivamadrid es ejemplo, y lo es por algo muy simple, pero muy importante: su factor humano. Sus trabajadores y trabajadoras sienten ese orgullo de pertenencia a una empresa pública que les hace mejorar día a día, y que les lleva a querer obtener los mejores resultados demostrando su compromiso por mejorar nuestra ciudad. Es una satisfacción comprobar cómo presentan “planes de mejora”, cómo “planifican”, cómo se “quieren superar”. Queda aún camino por recorrer, pero estoy segura que con este equipo es fácil llegar a meta.
Por eso, ellos y ellas son la parte más necesaria para que podamos llevar a cabo el Plan de Actuación, Inversiones y Financiación para 2021, el instrumento presupuestario aprobado en octubre y que enmarca 2021, con la dificultad que ya ha supuesto 2020 marcado por la crisis del COVID, un incremento en la limpieza y desinfección. Un plan de trabajo que ha sido aprobado con un apoyo aplastante sin ningún voto en contra.
Este plan en su ámbito de inversiones también recoge un ambicioso proceso con el que lograremos modernizar la flota y la maquinaria, la mejora y aplicación de Bicienrivas, y la gestión de la ITV de los vehículos municipales.
Pero sin duda, la diferencia se va a marcar desde el aspecto estratégico del plan, un plan compuesto por siete líneas que van a marcar el futuro de la empresa en los próximos 4 años: digitalizar la empresa; mejorar su clima laboral, ganar en eficiencia y eficacia; realizar estudio de la prestación y municipalización de nuevos servicios la participación en el desarrollo de la economía circular; implementar la mejora de las herramientas visibles hacia el ciudadano; y por supuesto través de todas estas líneas de trabajo, reforzar la posición de vanguardia que ocupa Rivamadrid como referencia externa.
No debemos olvidar la adecuación de los contenedores en materia de accesibilidad ni el compromiso de poner en marcha el 5º contenedor para el tratamiento de la materia orgánica con la puesta en marcha de proyectos piloto. A través de del análisis de estos proyectos podremos analizar resultados e ir extendiendo de forma paulatina por el municipio dicho contenedor en un sistema que resulte verdaderamente eficaz y eficiente.
Continuamos trabajando sobre un motor que está en marcha para dar servicios a la ciudad, y que ha demostrado que se mantiene firme aún en los peores momentos; un motor que no para y que tiene como horizonte la mirada puesta ya en 2021.
Acabo este artículo como comencé, reivindicando el orgullo de pertenencia a esta empresa pública que queremos trasladar a todos los vecinos y vecinas de Rivas, porque detrás de cada trabajador o trabajadora de Rivamadrid hay una vecina más que vela por nuestra ciudad. Caminamos hacia 2021 con seguridad, con este equipo todas las metas son posibles.
Vanessa Millán, consejera delegada de Rivamadrid