“Hora a hora, un insignificante tallo
atraviesa el granito o el asfalto.
Simplemente asoma,
y en el aire deja su denuncia y su convocatoria».
María Ángeles Maeso “Vamos, vemos”
El año nuevo invita a descubrir situaciones de esperanza en medio de la tragedia. También a escuchar la denuncia y la convocatoria que se nos hace desde el interior de la misma.
“Dana y cambio climático” se titulaba la reflexión que ofrecíamos en la “Impertinencia” de noviembre 2024. “Parque Alcosa” es la crónica sobre la reacción ante la DANA que ha publicado la revista El Salto (6-1-2024). Es un barrio de Alfafar con una población migrante que supera el 13%. Antes fueron los andaluces y extremeños, ahora son los colombianos o marroquíes. Alfafar ha sido uno de los municipios más afectados por la tragedia que dejó 15 muertos y en el que la reacción vecinal ante la misma ha supuesto un brote de organización colectiva que “atraviesa el granito y el asfalto”.
Las redes comunitarias en Parque Alcosa se han ido tejiendo durante años en torno a los colectivos del barrio. Proyectos como “Nosotrxs mismxs” comenzaron su andadura en los años 70 y en 1985 nació la Koordinadora de Kolectivos del Parke, herramienta en defensa de los derechos de los más vulnerables. Estas redes comunitarias hicieron posible que, tras el desastre, vecinas y vecinos se organizaran en comisiones de trabajo, que hicieron frente a las necesidades básicas.
”Unos llevan cajas con productos de limpieza, otros preparan un puesto para repartir comida caliente, arreglan bicicletas, un grupo de jóvenes avisa que se está repartiendo café recién hecho”. “Los niños llevan en casa casi tres semanas, ¿qué hacemos mientras los colegios no puedan abrir?”. Organizaron conciertos, actividades para niños y adultos mayores. Cuentan con un espacio de salud y salud mental, que activó sesiones de terapia colectivas, “hace unas semanas organizamos un duelo comunitario”. “Nos tenemos que cuidar”.
El “Kolectivo jóvenes parke” lo conforman jóvenes de diferentes edades y nacionalidades, desde chavales nacidos en Valencia a jóvenes migrantes no acompañados. Durante la DANA se han movilizado para trabajar en las tareas de emergencia. La población migrante, muchos en situación irregular, se volcaron en ayudar: limpiando bajos, repartiendo comidas… El Kolectivo ha constituido una Unidad móvil junto a otras organizaciones como Regularización Ya o Resistencia Migrante Disidente.
Es así como han desarmado los bulos de carácter racista que inundaban las redes sociales. Ya que la extrema derecha aprovechó la situación para agitar el fantasma de la inseguridad ciudadana, convirtiéndola en caldo de cultivo para los discursos de odio. “Hemos notado más racismo tras la DANA. Mucha gente estaba enfadada y se desahogaba con nosotros y nos encontramos con la policía que nos trataba como sospechosos”.
Redes comunitarias que han convocado, con sus iniciativas, a otra forma de afrontar los problemas comunes: “Hay gente que ha cambiado de visión. Más allá de los discursos de odio, la realidad sobre el lodo muestra una comunidad unida que lucha por salir adelante”. Pero han denunciado también, con su solo ejemplo, el abandono que sufre el barrio por parte de las instituciones públicas y que se ha hecho más visible con las inundaciones. El tantas veces anunciado aumento de la temperatura del Mediterráneo, debido al cambio climático, no había sido suficiente para que se tomaran medidas políticas efectivas de prevención. Y un modelo económico basado en la especulación inmobiliaria había cubierto de cemento cauces y barrancos.
En medio del barro, una pancarta proclamaba: “Davant del rebuig de la institució, la solidaritat és la tendresa dels pobles”, pero la solidaridad admirable de las vecinas y los vecinos del Parque Alcosa ha llegado hasta donde ha podido. Hay responsabilidades y decisiones políticas que las autoridades competentes (e incompetentes) debieron asumir (antes, durante y después) y no lo han hecho. La consigna difundida en estos días “Sólo el pueblo salva al pueblo” se convierte en un engaño cuando sirve para eludir y desactivar esta imprescindible actuación del Estado y las instituciones públicas que han de cuidar a sus ciudadanos.