OPINIÓN

El Ayuntamiento de la incoherencia se manifiesta por una cosa

Los jóvenes ripenses no se merecen que los expulsen de su ciudad

El pasado mes de diciembre, el Gobierno de izquierdas cometió otro atropello para justificar su decisión de cerrar Rivas, prorrogando la suspensión de las licencias de construcción al amparo de un documento de diagnóstico que no reúne las condiciones legales para mantener la paralización pues se trata de un mero borrador de trabajo que jurídicamente no constituye trámite inicial o intermedio de aprobación, modificación o revisión de ningún instrumento urbanístico.

Este gobierno municipal, con su pésima gestión, va a provocar un incremento significativo para los próximos años del precio de la vivienda en Rivas Vaciamadrid, tanto de compra como de alquiler, y eso supondrá la expulsión de parte de nuestra propia población al ser muy difícil acceder a una vivienda.

En el ámbito urbanístico, si se dejan de lado los criterios técnicos y jurídicos, y solo priman los posicionamientos ideológicos y partidistas, o las ocurrencias, sucede que lo que se para, lo que se frena de golpe, es la prosperidad, la vivienda, el empleo y la recaudación fiscal. Cuando se juega con el urbanismo para hacer ingeniería ideológica, los resultados pueden ser desastrosos.

La decisión del gobierno de izquierdas, a todas luces ilegal, tiene como único propósito cerrar nuestra ciudad para amoldarla a sus intereses partidistas y va directamente en perjuicio de los ciudadanos de Rivas provocando la expulsión de nuestros jóvenes de la ciudad.

El Gobierno municipal de IU, PSOE y Podemos paralizó el urbanismo, cerró la ciudad a cal y canto, y lo justificó con un proceso fraudulento llamado “Rivas, párate a pensar”, una consulta popular sin garantías ni validez jurídica, y defiende su radical decisión con un cóctel ideológico e irreflexivo, en el que coinciden principios como la “ciudad de los quince minutos” con reclamaciones de dotaciones a la Comunidad de Madrid mientras ellos destinaban parcelas dotacionales a usos comerciales.

Más de un año después de la paralización del urbanismo en todo el municipio, seguimos sufriendo el parón y una alarmante inseguridad jurídica. El Ayuntamiento ha presentado un documento de diagnóstico, con el dinero de los ripenses, sin validez jurídica ni análisis económico, con el que quieren detener de facto el crecimiento y la evolución de Rivas. Quieren que no vengan nuevas familias a vivir a nuestra ciudad, quieren cerrar Rivas para seguir controlándola.

¿Y saben por qué? Porque desde las últimas elecciones autonómicas creen que pueden perder si la ciudad progresa.

Y ya ni siquiera disimulan. Abrieron un periodo de sugerencias y alegaciones al documento de diagnóstico que concluyó el pasado 7 de diciembre. Sin embargo, la Propuesta de Resolución que llevaron a Pleno, así como los Informes Técnico y Jurídico, estaban firmados el 2 de diciembre.

¿Cómo es posible que hayan podido estudiar las sugerencias realizadas por los ciudadanos de Rivas a ese borrador de diagnóstico si prepararon la propuesta de resolución antes de que terminara el plazo de sugerencias?

No las estudiaron. Solo quieren justificar sus acciones a posteriori como han venido haciendo en todo este proceso que solo tiene la intención de cerrar Rivas para convertirla en su coto ideológico, sin importarles las leyes que se saltan ni la expulsión de nuestros jóvenes de su propia ciudad.

La mala gestión y el sectarismo de este Gobierno municipal van contra el progreso y el desarrollo social y económico de Rivas, como ocurre con su nuevo carril bici, que paraliza la ciudad.

Este Gobierno de izquierdas ha detenido el crecimiento y la evolución de la ciudad, con una decisión que está provocando el aumento de los precios de la vivienda muy por encima de otros municipios de la Comunidad de Madrid.

El efecto que esta decisión tendrá sobre la joven población ripense, pendiente de formar su propio hogar, será nefasto pues tendrá que buscar su futuro en otros municipios. Conseguir una ciudad mejor no puede ser a costa de expulsar a los que en ella desean vivir, y con esta pésima decisión del ayuntamiento, a nuestros hijos no les quedará otra opción que marcharse de Rivas Vaciamadrid.

 

Janette Novo

portavoz del PP Rivas

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