Las usamos unos pocos minutos, pero pueden tardar hasta 500 años en descomponerse en el medio ambiente, causando daños a peces, tortugas y aves.
España tiene el triste récord de ser el país europeo que más pajitas usa por habitante y año: todos los días tiramos más de 13 millones de pajitas de plástico. Una situación aún más grave cuando sabemos que en el 99% de los casos son totalmente innecesarias y podemos prescindir de ellas.
Pero, ¿conocemos los gravísimos daños que causan en los ecosistemas marinos?
Entre el 40-60% de las tortugas ingieren plásticos a lo largo de su vida, y en algunas especies de aves este porcentaje se eleva incluso hasta el 93%. Más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren cada año como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar.
Si pusiéramos en fila todas todas las pajitas que se reparten en los restaurantes de comida rápida de la Unión Europea en tan solo un año, podríamos y volver a la Luna hasta 10 veces. Una locura, ¿verdad?
Frenar esta invasión de plásticos es responsabilidad de todos: de quienes los consumimos, de quienes hacen las leyes para que se produzcan y de las empresas que los diseñan y ponen a la venta. Y aunque las campañas públicas van siempre dirigidas al consumidor final, los supermercados siguen añadiendo capas y capas de plástico a nuestros alimentos y obligándonos a consumir envases de plástico en nuestras compras.
Desde la campaña de plásticos de Greenpeace estamos presionando a las empresas, grandes marcas y supermercados para se responsabilicen de la crisis de la contaminación por plásticos que han ayudado a crear. ¿Nos ayudas?