La impotencia que tenemos desde la perspectiva de la razón de asegurar nuestras aseveraciones y reconstrucciones de la realidad es, paradójicamente, irrelevante para nosotros. No nos para nadie, es algo increíble. La razón de la sinrazón. Por eso no puedo confiar en vosotros. Por eso mismo no puedo creer absolutamente nada de lo que me contáis. Por eso sigo tan confuso como el mismo día que vine al mundo, que el día que desperté tras cientos de años en la más absoluta oscuridad. Como en la Edad Media. Como en el siglo de los Antoninos. Como cuando era un esclavo en Nippur y miraba desde abajo el templo de E.kur, la Casa de la Montaña, la mansión de los dioses. 32º07’34’’N 45º13’51’’E… … Ahora sólo quedan ruinas. La base podía ser de forma rectangular, ovalada o cuadrada… ¿Cuál elegiste tú? Qué más da, ahora solamente son ruinas, ya ves. En realidad, no tuviste elección, fuiste engañad@. ¿Te das cuenta? Pero no te lamentes, hubiese dado lo mismo. (No somos nada.)
Desde una perspectiva conceptual es imposible lograr una refutación teórica de la existencia de Enlil… Leyes, tradiciones, historia, ¿historia?, ordenamientos jurídicos, justicia, «tal» cual, ¿ingratitud?, crimen y castigo, venganza…, ¿pero qué mierda es ésta?
Las réplicas contra este punto de vista están justificadas, no voy a objetar nada…
Tengo mis principios…, pero si no os gustan, los puedo cambiar por otros (sic.)
Hades Gaudó
Nota a pie de página: Como quiera que este espacio es reducido, tengo que restringir los ruegos habituales para que desde Europa se tomen medidas efectivas para ayudar a los refugiados. Ya sean ucranianos, sirios o africanos, sean subsaharianos o magrebíes, a todos lo que sufren. A pesar de los graves problemas que ahora tenemos “en casa” por causa del Covid-19, el “coronavirus” dichoso, en Europa y en España no cejamos en el empeño: seguimos cerrando fronteras; continuamos levantando barreras, unas de espino y otras de papel, algunas —mucho peor— de acero invisible, barricadas custodiadas por cíclopes y dragones (malditas leyes e ideologías). Cientos, miles de muros y vallas siguen elevándose hacia los cielos en todo el mundo…. Cientos de miles, millones de personas, continúan sin poder ejercer uno de los derechos elementales del ser humano. Lejos de resolverse, la situación se agrava cada día más ¿Quién ha dicho que tenemos derecho a levantar vallas y a cerrar fronteras? ¿a quienes queremos engañar?
Y no queremos terminar sin volver a recordar un asunto puntual importantísimo para ayudar en España como es el de solucionar de una vez por todas la insoportable la situación española en el asunto de los desahucios: cientos, miles de familias quedan en la calle porque la legislación española no soluciona la gran estafa que la Banca ha propiciado en las últimas décadas; auténtico pillaje que está dinamitando la cohesión social. A pesar de la grave situación actual, tampoco eso cambia y sigue su curso exactamente igual que hace unos meses. La Banca es implacable…
Y todo eso hay que hacerlo dejando aparte cualquier tipo de consideración ética y/o moral dejando de lado las ideologías, las creencias religiosas y las consideraciones económicas…, eso hay que hacerlo simplemente PORQUE ES LO CORRECTO.