Jóvenes que construyen ciudadanía

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Chicas y chicos de Rivas que trabajan la participación pública desde el Foro Juvenil han creado la Comisión de Educación en Tiempos de Pandemia.

En Rivas funcionan una suerte de escuelas de ciudadanía donde chicas y chicos del municipio aprenden formas de participación en la vida pública mediante actividades de ocio. Se trata del Foro Infantil y Foro Juvenil, espacios organizados por grupos de edad, uno para la infancia y otro para jóvenes. En noviembre celebran su momento álgido, con la efeméride que recuerda en todo el mundo el Día de los derechos de la infancia y la juventud. Y el resto del año siguen en la tarea de que su voz se escuche en el mundo adulto. Debaten, comparten ideas y tratan de dar visibilidad a los problemas que enfrentan a través de un manifiesto en el que recogen lo que sienten acerca de sus deberes y derechos. Estas estructuras de participación, que promueve el Ayuntamiento de Rivas, fortalecen la presencia de jóvenes, niñas y niños en los procesos de toma de decisiones. ¿Su objetivo? que la participación sea real, activa y tenga impacto en las políticas del gobierno municipal.

En su último manifiesto, quienes forman parte del colectivo joven se centraron en trabajar cuestiones que afectaban de forma directa a Rivas e hicieron propuestas para la mejora de la ciudad. Después de la lectura del documento, el alcalde de la ciudad, Pedro del Cura, quiso dar respuesta a las peticiones con una reunión y, en vista de que las inquietudes relacionadas con la educación eran muy numerosas, se creó una comisión de estudiantes que hoy en día es parte del Consejo Municipal de Educación.

El pasado marzo, este grupo de jóvenes se reunió con el concejal ripense de Educación, José Alfaro, en el marco de la denominada Comisión de Educación en Tiempos de Pandemia.

En el encuentro, edil y jóvenes conversaron, buscaron soluciones y resolvieron dudas acerca de la educación en el municipio, tanto en lo que que se refiere a las circunstancias propiciadas por la pandemia como en lo referente a la enseñanza en general. Esta comisión está formada por jóvenes de varios centros educativos de la ciudad, lo que impulsa la diversidad de voces y les ayuda a identificar problemáticas comunes.

Algunos de los componentes del Foro Juvenil han integrado y liderado ya otras comisiones, como la de la Semana de la Juventud, Anti San Valentín o el Mes de la Mujer. Insisten en que este tipo de iniciativas es muy importante porque se consideran personas de pleno derecho que deberían poder dar su opinión y tener al menos un mínimo de representación en los órganos de gobierno.

Cristina Muñoz Márquez (Madrid, 2003) comenzó a participar de forma activa para cambiar su ciudad este año, cuando se unió al Foro Juvenil, y considera que a este grupo poblacional no se le suele escuchar. Además, defiende que es muy importante que haya iniciativas como el Foro: “Si no existieran estos espacios no podríamos estar ahora mismo con el concejal y todo lo que pensamos quedaría en un tema de conversación entre amigos. Este es un modo también de hablar por otras personas que se sienten identificadas con nuestras circunstancias”.

Daniel Rodríguez Vázquez (Madrid, 2003) opina que, en general, la gente de su edad está desinformada sobre muchas de las cosas que ocurren en la ciudad y las vías que tienen para actuar: “Estar aquí me demuestra que es posible ayudar a que las cosas mejoren”. También piensa que es fundamental mantener las comunidades vivas: “Gracias a la existencia del Foro, e incluso a iniciativas como este reportaje, se dan a conocer otras formas de hacer las cosas, la posibilidad de hablar con representantes de la ciudad”. De hecho, uno de los temas que se han tratado en este encuentro ha sido el de la reactivación de los equipos de convivencia de los institutos, grupos de estudiantes que se reúnen en cada centro educativo para mejorar sus condiciones. Daniel apunta: “Sabemos que hay una pandemia, pero la vida sigue, creemos que se les puede dar continuidad con adaptaciones, al igual que se da continuidad a muchas otras actividades. No podemos utilizar la pandemia como excusa. El teatro o el ocio siguen activos. Los centros educativos y sus actividades también deberían”.

MEJORAS PARA LA VIDA
Algunas de las propuestas de esta comisión están relacionadas con la situación de pandemia actual. Así, hablan de falta de dispensadores de gel hidroacohólico en los centros, de la dificultad de mantener las medidas de seguridad en espacios abarrotados, de la semipresencialidad y las clases online en las que se intentan dar los mismos contenidos que otros años, pero con menos tiempo, o de charlas de orientación que se cancelaron y podrían adaptarse. Maeva López Vicente (2006, Madrid) recalca la necesidad de actuar cuanto antes: “Está muy bien que nos escuchen, pero necesitamos que las soluciones se pongan en marcha; no tiene sentido adaptar todo cuando la pandemia ya esté acabando”.

Además de las problemáticas relacionadas con la crisis sanitaria, este grupo de ripenses ha expuesto otras demandas relacionadas con la preparación que reciben. Sienten que tienen conocimientos técnicos, pero no herramientas para enfrentarse a la vida real. “No se nos enseña sobre cosas tan simples como pagar una factura, abrir una cuenta en el banco, hacer un currículo, leer una nómina, entender un contrato de alquiler o qué es el IRPF”, comenta Ariadna Gálvez García (Madrid, 2006).

También les gustaría que el paradigma de la enseñanza dejara de basarse en la memorización y se fomentara más el aprendizaje a través de la práctica: “Cuando llegamos a Bachillerato llevamos muchos años memorizando y nos sentimos cansados, como si hubiéramos trabajado mucho, pero parece que ese esfuerzo no ha valido para nada”, opina Daniel. Piensan que los cambios en los contenidos y la forma en que se aborda la educación son cuestiones en las que quizás no puede ayudar el Ayuntamiento de Rivas, pero quieren aprovechar esta Comisión para conocer los mecanismos y los canales a su disposición para hacer llegar estas reflexiones a quienes sea preciso.

En lo que se refiere a las carreras profesionales, Ana Pérez Rodríguez (Cuba, 2005) habla sobre la falta de orientación: “Hay estudiantes que llegan a 2º de Bachillerato sin saber qué opciones tienen para seguir o no estudiando. Es necesario que nos informen más sobre las opciones que ofrecen la Formación Profesional y las carreras universitarias. Nos gustaría que se hicieran jornadas informativas en edades más tempranas, porque se desconoce que hay opciones que quizás benefician más a cada persona que las vías clásicas que se oyen en los círculos adultos”. Maeva está de acuerdo con su compañera: “En 3º o 4º de la ESO se pone el foco en estudiar mucho, pero cuando se llega ahí no sabes si quieres empezar a trabajar, hacer Bachillerato y después entrar en una carrera, y cuál, o hacer Formación Profesional”

Cristina habla también sobre la masificación de las aulas, no solo durante la pandemia, sino en circunstancias “normales”: “Ahora mismo, sin tener en cuenta las medidas sanitarias, la ratio de estudiante por aula es altísima, y el año que viene, la generación del 2009, fruto de un boom de natalidad, llegará a 1º de la ESO. Será necesario habilitar nuevos espacios para que estudien. No hay sitio físico para tantas personas en las aulas. Mi pregunta es: ¿Hay un plan para prevenir que el próximo curso haya más de 35 estudiantes por aula?”.

Además de estos temas, una de sus grandes preocupaciones es la salud mental de la juventud. Este grupo de estudiantes alerta de que los métodos de estudio, las expectativas de la sociedad y la pandemia han generado mucha ansiedad. Ariadna está en 2º de ESO porque repitió curso el año pasado: “El confinamiento fue muy difícil para mi porque no estoy acostumbrada a quedarme en casa, necesito salir, así que estaba todo el rato vomitando. Que haya repetido curso no significa que no tenga interés en aprender, pero siento que hay personas que me juzgan. Este año también estoy muy estresada”.

Daniel, que hasta hace unos días cursaba 2º de Bachillerato explica que por el momento ha dejado los estudios: “Sufría mucha ansiedad, me sentía muy presionado. Me interesa la rama de Ciencias de la Salud, pero para acceder a una carrera de esta área se exige mucha nota. Me parece muy frustrante ver cómo mis esfuerzos quedan reducidos a mi capacidad de memorizar datos y volcarlos después en un papel”.

Lo que la Comisión de jóvenes espera de esta reunión es que las medidas y acuerdos a los que se han llegado se pongan en práctica, con planes y fechas.

EL TRABAJO SIGUE
En paralelo a estas reuniones y después de que concluya la Comisión dedicada a la educación, este grupo de jóvenes sigue estudiando y pensando en posibles mejoras desde el Foro Juvenil. ¿Por qué? “Le damos mucha importancia a nuestra educación y nuestro futuro, pero también a lo que vayan a recibir las próximas generaciones”, coinciden.

Quieren cambiar sus propias circunstancias y vidas, pero también las de quienes les rodean: Dani habla sobre dejar un instituto mejor y sobre la discriminación “de cualquier tipo”. Ariadna, da visibilidad a las dificultades que enfrentan sus amistades: “Hay muchas cosas que no puedo cambiar, pero el Foro me ha servido para darme cuenta de que hay otras que sí. Tengo muchas amistades en la Cañada Real y a menudo se les va la luz y no pueden hacer los deberes, o no tienen internet. Así que pasan mucho tiempo en la biblioteca. Lo que creo que puedo hacer es intentar que, al menos la biblioteca, sea un buen espacio para el estudio”. Ana reflexiona sobre el medioambiente y el cambio climático: “Se hacen algunas cosas para luchar contra el calentamiento global pero no creo que sean suficientes”.

Otro de los temas más señalados es el adultocentrismo, que consiste en la discriminación que ejercen las personas adultas hacia las más jóvenes. Como muestra un botón: su faceta más cotidiana se parecería mucho a la actitud del padre de la pequeña Matilda – de la película y libro con el mismo nombre-, cuando grita a la niña superdotada: “¿Ganas dinero? ¿Tienes trabajo? Escucha, pequeña sabionda: yo soy listo, tu tonta, yo soy mayor, tu pequeña, yo tengo razón, ¡Tú no! Y no puedes hacer nada por evitarlo”. Al final, esta comisión de estudiantes y el Foro Juvenil enseñan que el mundo está lleno de Matildas – niños, niñas y jóvenes – con mucho que aprender de ellas.

 

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