En #hack4edu los participantes desarrollarán prototipos donde “la innovación sea la máxima protagonista”.
La inteligencia artificial puede tener un impacto positivo en el entorno educativo. También para atender aquellas necesidades educativas especiales de alumnos con discapacidad. Así lo cree y lo defiende Manuel Ruiz, gerente de Big Data e Inteligencia Artificial (IA) en ProFuturo, uno de los promotores de #hack4edu. Se trata de una convocatoria internacional y 100% virtual en la que participa una treintena de universidades.
Los organizadores de la IV edición de #hack4edu, que se celebrará entre el 24 y 27 de octubre, esperan que los participantes desarrollen prototipos donde “la innovación sea la máxima protagonista”. La inteligencia artificial (IA) y el cambio de paradigma tanto a nivel educativo como profesional serán el centro de atención a la hora de proponer y resolver los retos del hackatón.
Para esta cuarta edición se prevé la participación de una treintena de universidades de todo el mundo “pero el gran empujón ha sido su lanzamiento en México el 7 septiembre”, tal y como afirma en una entrevista a Servimedia el gerente de Big Data e IA en ProFuturo, Manuel Ruiz. “Sólo en ese país llevamos 12 universidades adheridas a esta iniciativa”.
IA en las aulas
“Es importante subrayar que en todas sus ediciones el proyecto #hack4edu ha tenido siempre la pata de la inclusión. Lo lleva en su ADN. Casi todos los años ha ganado un proyecto que ha tenido en cuenta la inclusión”, apunta Ruiz.
“No se trata sólo de que la IA sea importante, sino que se está demostrando que en el ámbito educativo es una herramienta de apoyo al docente dentro del aula”, señala. “Pero para que la inteligencia artificial llegue a ‘todos’, a los alumnos con discapacidad visual o aquellos con problemas de movilidad, primero debemos tener acceso libre a ella”, puntualiza el experto. “Por eso, es fundamental democratizar el acceso a la inteligencia artificial”.
“Actualmente existen un montón de herramientas. Casi todas son de pago. Tenemos ‘ChatGPT’, ‘OpenAI’, aunque no están popularizadas dentro del sector educativo”, lamenta Ruiz. “No encuentras un colegio o una universidad que tenga implementadas en su día a día cualquiera de estas herramientas que ayudarían al docente por ejemplo en la enseñanza a alumnos con una discapacidad auditiva o una discapacidad cognitiva”, señala.
Por una IA accesible
“Si los grandes como Google no comparten esa información y no hacen accesible el código fuente, lo que se conoce como código abierto, imposibilitan que entidades con una labor más social puedan desarrollar aplicaciones a través de IA que les ayudarían a trabajar con personas con discapacidad y a un coste más bajo”, afirma.
Manuel Ruiz indica que de cambiar esta situación “el docente podría interactuar a través del reconocimiento facial con un alumno con un problema de déficit de atención”. “Si se hace la compartición de la IA en código abierto va a ser en beneficio de todos”. Pero una vez que se ‘abra’ el candado el responsable de IA en ProFuturo se pregunta: “Ahora podemos acceder a la inteligencia artificial. ¿Pero la IA es accesible para todo el mundo? No”. Porque “las personas con discapacidad visual o con problemas cognitivos no pueden acceder a la IA».
Ruiz asegura que actualmente existen líneas de trabajo orientadas a compartir ese conocimiento y “hacerlo más accesible a todo el mundo”. Pone como ejemplo el trabajo desarrollado en algunas universidades españolas. La Universidad Pontificia en Salamanca (UPSA) y la Universidad de Salamanca (USAL) han elaborado “un proyecto en común que ha utilizado la IA”. “Se trata del diseño de un brazo robótico manejando determinados algoritmos en base a sensores”, explica.
Educación de calidad
“No dejan de ser proyectos de investigación, pero no hay aún una inversión real en ellos”. “Nuestra obligación es que el mensaje cale. Esta edición ha llegado hasta los ministerios. Varios de los retos de esta edición hablan de inclusión y seguro que alguno de ellos acabe materializándose”. “Una persona con movilidad reducida que no puede salir de su domicilio que disponga de herramientas de IA que le permitan tener una educación de calidad como el resto es un escenario muy positivo, aunque aún queda camino por recorrer”.
De momento, la primera parada del camino será el próximo día 27 de octubre cuando se dará a conocer el palmarés. Los participantes de ‘#hack4edu’ optan a siete premios que se dividen en dos categorías: Innovadora y Sénior. La Cátedra Telefónica ProFuturo-UPSA concede tres premios de 1.000, 700 y 500 euros a los tres mejores proyectos en la categoría Innovadora y dos premios de 1.000 euros a los dos mejores en la categoría Sénior. Asimismo, la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) otorga como premio dos matrículas gratuitas para el Título Propio de Experto en Big Data, una en cada categoría.