Pasó,
sin apenas darnos cuenta
otro año en nuestra vida.
Atrás quedó 2017,
un año que prometía.
Algunos sueños cumplidos,
otros atrás se quedaron
bien guardados
con cuidado en la valija.
Un año más de altercados,
de sinrazón y violencia,
de cambios buenos y malos,
de locura en nuestras vidas.
Le damos la bienvenida
al año 2018,
bien cargados de regalos,
de ilusiones contenidas.
Volveremos a sacar
los sueños de la valija,
a ver si este año se cumplen
o se quedan olvidados,
como siempre, en nuestra vida.
Yo no quiero más regalos
que intenten comprarme,
aunque sean con cariño,
con buena intención de tu parte.
Yo quiero besos, orgasmos,
quiero noches compartidas,
abrazos fuertes a deshora
sin que nadie te los pida.
Quiero la paz en el mundo,
por más utópico que suene,
que se acabe la violencia,
que ninguna guerra viva
dejando niños que mueren.
Que no haya más hambre en la tierra,
que todos seamos hermanos,
que los políticos nos cuiden
como se supone han de cuidarnos.
Quiero risas, quiero juegos,
todos esos mis deseos
os los traslado a vosotros
con mi ¡Feliz año nuevo!