La entidad denuncia que la Iglesia católica recibe más de 12.000 millones anuales de fondos públicos y pide eliminar estas asignaciones
La Asociación Laica de Rivas lanza una campaña para que los contribuyentes no marquen ninguna de las dos casillas de asignación tributaria en la Declaración de la Renta 2024. Esta organización recuerda que la Iglesia católica recibe financiación pública excesiva mientras que es el Estado quien debería cubrir íntegramente los fines sociales.
Según los datos aportados por la entidad, la Iglesia católica ingresa cada año más de 12.000 millones de euros de fondos públicos, de los cuales 630 millones vienen directamente de las casillas marcadas en la Declaración de la Renta 2024 (u años anteriores). «Quien marca la casilla de la IC no paga un euro de su bolsillo. Esa cantidad se detrae de los presupuestos generales del Estado, afectando a toda la ciudadanía», explica la asociación en una nota de prensa con motivo de la Declaración de la Renta 2024.
La mayor parte de los fondos que recibe la Iglesia van a la enseñanza concertada
La organización detalla cómo se reparten estos fondos: 5.870 millones van a la enseñanza concertada católica y sueldos de profesores de religión. Por otro lado, 2.900 millones a obra social y asistencial, mientras 600 millones al mantenimiento de patrimonio histórico-artístico. El movimiento laico recuerda que dentro de ese patrimonio hay muchos bienes que fueron inmatriculados por la Iglesia). Por último, otros 2.000 millones van a exenciones fiscales. «Todo este dinero se resta al estado del bienestar para beneficio de unos pocos», denuncian en relación con la Declaración de la Renta 2024.
Declaración de la Renta 2024: por una fiscalidad justa sin privilegios
Sobre la casilla de fines sociales de la Declaración de la Renta 2024, la asociación argumenta que «es el Estado quien debe garantizar esos fines» y señala que una parte importante de estos fondos acaba en organizaciones afines a la Iglesia. Por ello, insisten en que «estas casillas deberían desaparecer de la declaración, dando un paso en la separación Iglesia-Estado». La campaña se enmarca en la lucha por un estado verdaderamente laico y por una fiscalidad más justa para todos los ciudadanos.










