Ante el último ataque de Isabel Díaz Ayuso contra el taxi de Madrid materializado en la aprobación del reglamento para los Vehículos de Turismo con Conductor (VTC) en la Comunidad de Madrid, me he tomado la libertad de realizar una serie de puntualizaciones sobre la cantidad de mentiras que hay detrás de esta infame norma.
En la nota de prensa ya se indica explícitamente que el reglamento de Ayuso se aplicará a las 9.000 VTC que hay en la CAM, lo cual no es más que un guiño hacia Uber y Cabify, ya que de no ser por la ley Uber que perpetró la presidenta, todas esas VTC no podrían circular por suelo urbano. Por eso la hemos llevado ante Tribunal Constitucional acusada de vulnerar la Constitución.
Entrando en el fondo, Ayuso exigirá que los conductores de VTC aprueben un exámen de castellano y de manejo del GPS. Es decir, por una parte ha permitido que Uber, Cabify, Bolt y todas estas empresas hayan vulnerado los derechos de los trabajadores sistemáticamente al no formar a sus conductores y por otra, les ha puesto en peligro a ellos mismos y al resto de la movilidad.
También obligará que los vehículos VTC sean ECO a partir de 2027. Sin embargo, el taxi tiene esa misma obligación desde el 2018 y es curioso que tras el anuncio de esta medida, Cabify haya conseguido financiación del BBVA para renovar su flota de vehículos…
Otro de los puntos que me parece una falta de respeto hacia los usuarios más vulnerables es la “obligación” de disponer de vehículos VTC adaptados.
Una falta de respeto porque no se exige a las empresas a tener este tipo de vehículos imprescindibles para una parte de la población, sino que se obliga a las flotas de más de 10 VTC. Es decir, que en vez de montar una empresa con 10 vehículos, lo harán con 9 y fuera obligación porque los servicios adaptados no les salen rentables, como denunció la asociación de personas de discapacidad física FAMMA en 2022.
Y para finalizar este disparate, la medida estrella: La limitación de la subida de precios en momentos de alta demanda.
Para los que no lo conozcan (por suerte), la alta demanda es un cargo extra sobre el precio base que cobran tanto Uber, Cabify como Bolt cuando hay poca oferta de vehículos y mucha demanda y que hace que el precio del viaje se multiplique por 5 o 6 veces.
¿Alguien cree que Ayuso va a limitar la única fuente de beneficios con la que éstas empresas pueden compensar sus pérdidas?
No. Ayuso permitirá que se sigan aprovechando de la necesidad de las personas para estrujarlas. Por eso primero anunció que iba a limitar un 50% y parece que sonó el teléfono, porque al final se ha quedado en un 75 que básicamente, es insignificante.
Aparte, no entiendo qué precios pretende limitar si el algoritmo que utilizan éstas empresas no es público y la CNMC ya sentenció que según el 101 del TFUE y el 1 de la LDC, podían aplicar sus propias tarifas.
Además, Ayuso sólo vulnera las leyes para perjudicar al taxi, por eso anuncia a bombo y platillo una limitación de precios en las VTC que no es tal y nunca ha explicado que los precios de los taxis los establece una comisión formada por representantes públicos y de los consumidores.
Hay más, pero creo que es demasiado insulto a la inteligencia cuando claramente Ayuso trata de blanquear otra vez a estos buitres empresariales.