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JuanM. del Castillo

Fundador de Zarabanda.

Las contradicciones de la izquierda

Al final, para un partido de izquierdas que quiere ser coherente con su ideología y su programa, que quiere ser honrado en sus actuaciones y ser eficaz en la tarea de gobernar, resulta mucho más difícil ser gobierno que ser oposición. No pretendo insinuar que el papel de la oposición no sea importante, los partidos que con sus concejales forman parte de la Corporación Municipal, tienen varias funciones muy importantes: fiscalizar la gestión de los que gobiernan, hacer propuestas para mejorar la ciudad y atender las demandas y problemática diversa de los vecinos. Para los partidos de derechas no existen contradicciones, su objetivo es la complacencia (abducción a veces) de los ciudadanos para seguir instalados en el poder, y utilizar su cargo, estatus o posición de poder para favorecer intereses particulares, privados o conniventes con terceros, y en todos los casos propiciar la  transferencia de dineros y bienes desde lo público hasta manos privadas. En el caso de los partidos de izquierdas, a los que se presupone el interés por el bienestar colectivo, a veces se les plantean problemas de toma de decisiones, que pueden entrar en fricción con su ideología. En Rivas, en estos días se están debatiendo varios temas en los que esta contradicción se ve perfectamente reflejada: uno el de la ‘planta de sanitización de las basuras’, el otro el del ‘polideportivo La Luna’. En el caso de la planta de tratamiento de las basuras, que lleva coleando ya más de dos legislaturas, su promoción se enfrenta con la idea de reducción a cero de los desechos domésticos, por la que muchos apuestan. Los defensores de la planta, aseguran la reducción de los volúmenes, la valorización de productos obtenidos en el proceso y la obtención de gas y otros subproductos. Los detractores denuncian que el principal producto final será usado como combustible de incineración. El polideportivo es otro caso. El consistorio fundamenta la necesidad, los vecinos la demanda. Pero los primeros anuncian que no hay dinero para su construcción y funcionamiento, por tanto la solución es cederlo por 40 años, a cambio de su construcción y puesta a disposición a los vecinos. Algún político del gobierno ya ha dicho que si ‘lo que tiene que primar es la ideología, ó el interés común de los vecinos’. Y los que no están de acuerdo han contestado que ‘quienes le votaron, lo hicieron por su ideología, y que sus programas están pensados en la gente’. Lo cierto es que gobernar implica decidir y hacerlo para la mayoría, evidentemente de acuerdo con los principios promulgados y los programas prometidos, aunque los votantes que hayan pormenorizado en esos programas hayan podido ser más bien pocos. En todos los casos, hay una solución fácil y es preguntar a los interesados (práctica que debiera ser una de las más principales de la izquierda), eso sí, explicando claramente las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones, aportando todos los datos sobre la necesidad en cada caso y propuestas de otras posibles soluciones… Es fundamental que las decisiones sean asumidas por todos (por la mayoría), sean estas buenas o perjudiciales, a corto, a medio o largo plazo. Los políticos son vecinos y vecinas como los demás, con los mismos intereses y las mismas reservas, lo único es que a ellos les toca tomar las últimas decisiones. Mejor no tomarlas solos…

El gobierno de unidad de la izquierda parece que empieza a producir sus frutos

Han pasado seis meses desde la firma del acuerdo de gobierno entre Somos Rivas y RivasPuede/Podemos, suficiente tiempo como para que empezara a notarse el importante refuerzo al gobierno minoritario de Somos Rivas. Ya circulaba como clamor ¿en qué se ha notado la incorporación al gobierno de seis concejales más? De hecho, no solo se trataba de un refuerzo en cuanto a número de gestores, sino más importante aún debería ser la suma de dos programas de actuación en el municipio, de dos formaciones de izquierdas, con todo lo que implica de análisis y reflexión previa, proyecto de ciudad a futuro,…, y trabajo imaginativo en el día a día. Y, evidentemente, la tranquilidad de gobernar con una mayoría absoluta de trece concejales de veinticinco en el Pleno. Aparentemente, los concejales y concejalas están ‘a tope’, el alcalde dice que “en este ayuntamiento se trabaja mucho, los cargos políticos están a disposición durante todo el día”, y lo cierto es que sí se les ve atareados. Además de lo cotidiano, el primer hito importante que determina toda la gestión municipal, son los Presupuestos. Es ahora cuando se hace la previsión de ingresos, se asignan los gastos y se proyectan las nuevas inversiones. En estos días, los concejales y concejalas (del gobierno y de la oposición), así como los distintos colectivos de participación (Consejos de barrio, Consejo de Ciudad, etc.) están siendo informados sobre la ‘aproximación primera’ de lo que serán los Presupuestos para el año 2018. Previsiblemente se aprobarán sin dificultad, la mayoría del Gobierno lo garantiza, y los concejales de los dos grupos de gobierno afirman que ‘son los mejores presupuestos desde hace muchos años’. Para el Plan Municipal de Inversiones (PMI) serán 28,83 M/€. Para amortización de préstamos a largo plazo 2,5 M/€ (esto reduce la deuda financiera en un 30,8%). Mejoras de zonas verdes 1,25 M/€. Mejoras en edificios públicos 800.000 €. Implantación administración electrónica 785.000 €. Reformas en centros educativos 750.000 €. Movilidad sostenible 470.000 €. Y todo esto es legalmente posible porque el Consistorio ripense cumple la norma respecto al plazo de pago a proveedores, no supera el nivel de endeudamiento y cuenta con superávit en sus cuentas. Pero no todo van a ser flores y logros, el Consistorio de izquierdas tiene que aplicarse más para solventar otros problemas acuciantes que sufre esta ciudad: seguimos sin especialidades médicas, nos falta un centro de salud en el barrio de La Luna, el transporte público (interior y externo) son muy deficientes, los accesos a Rivas cada día son más difíciles, el polígono norte ni siquiera ha empezado a desarrollarse, nos corre prisa el enlace con la M-50, hacen falta más empresas que coticen y oferten trabajo sobre todo para los jóvenes, continuamos sin administraciones de la Seguridad Social, Juzgados, Hacienda del Estado,…, y un diseño definitivo de la ciudad que queremos. Entre otros temas. El gobierno de mayoría de izquierda se va notando, pero no debemos ‘dormirnos’, esta es una oportunidad que puede o no durarnos para siempre…

A río revuelto ganancia de Ciudadanos (C,s)

Está claro que el partido Ciudadanos (C,s) nació como alternativa recambio al Partido Popular (PP). Sus inicios fueron un tímido tanteo, luego un apoyo regulado en las elecciones pasadas y una decidida apuesta en estas catalanas, muy probablemente con un suma y sigue… Todos esperan que más tarde o más temprano, la corrupción, las tropelías y el normal y bien merecido desgaste, pasen factura al partido de Mariano Rajoy. Lo creen hasta los que les sostienen, los suprapoderes en España, en Europa y en el mundo. Pero ahí está el partido recambio: Ciudadanos. Durante las elecciones generales pasadas C,s jugó hizo de elemento desestabilizador en todo momento: en sus eslogan parecían progresistas, en la práctica jugaba a pactar indistintamente con el PP o con el PSOE, los grandes medios les daban una cobertura inconcebible para un partido completamente minoritario y regional (hasta entonces), las encuestas llegaron a darle como segundo más votado,…, su único ‘mantra’ mil veces repetido fue el bloqueo a Podemos. Visto desde hoy, evidentemente su papel era, por un lado servir de ‘muleta’ al Partido Popular, y por otro impedir que el PSOE pactara con Podemos y la izquierda catalana. En cuanto al PP, existía el convencimiento de que la corrupción y el robo de derechos les pasaría factura en las urnas. Por si ocurría, los grandes mantenedores del orden ya establecido, los grandes poderes económicos, tenían preparado con Ciudadanos un repuesto de continuismo, un ‘lavado de cara’ y la misma política de futuro. En cuanto al segundo, por encima de cualquier análisis (escaso de información) o especulación sobre el posible ‘pacto de izquierdas’, éste no habría sido nunca posible porque, ni ciudadanos ni los superiores de estos, lo habrían permitido. En cambio, todo aquel teatro y parafernalia, sí sirvió para someter a Pedro Sánchez y desprestigiar a Podemos (a Pablo Iglesias el primero). Castigo que no quedó solo ahí. Pasadas las dos contiendas electorales, Podemos ha sido condenado ‘al más absoluto ostracismo’: siendo la tercera fuerza en diputados, las decisiones se acuerdan entre PP, PSOE y C,s sin contar para nada con Podemos, los medios de comunicación ignoran la actividad y las propuestas de esta tercera fuerza y si se acuerdan de Podemos es para criticarles, ridiculizarles o evidenciar sus miserias (que también las tienen). Y Pablo Iglesias aún arrastra ‘la acusación’ de haber sido él quien impidió la presidencia de Pedro Sánchez (supuesto imposible como he dicho antes). Podemos, en aquellas elecciones intentó ‘nadar y guardar la ropa’ con no mucha fortuna, fruto de su poca experiencia, lo mismo que ha hecho en ‘la batalla catalana’, muchas declaraciones cruzadas y poco claras, posicionamientos ambiguos y para rematar el caos, crisis en la organización catalana (caso Dante). Y es que el tema no era fácil: Podemos apostaba por el derecho a decidir de los catalanes, pero Podemos no aprueba la independencia de Cataluña, por tanto no podía apostar abiertamente por los independentistas, pero tampoco podía estar con los que se negaban a negociar, reprimían por la fuerza y han terminado aplicando el 155. Podemos intentó explicar su propuesta del ‘referéndum con garantías’ pero nadie lo compartió y nadie lo entendió. Además de que ni siquiera eso era posible, cualquier referéndum de esas características dejaría rota la sociedad catalana, siempre habría ganadores y perdedores y difícilmente unos y otros lo iban a aceptar. Tampoco ha sido entendida, probablemente por no haber sido bien explicada, la ruptura de Ada Colau con el Partido Socialista en el Ayuntamiento de Barcelona. Ruptura que se ha justificado por el apoyo del PSOE de Pedro Sánchez a la aplicación del artículo 155 a la Autonomía de Cataluña. Pero ‘a buen entendedor’ esa ruptura tiene un recorrido más largo, ¡ya veremos qué pasa después de las elecciones de diciembre! Porque la jugada de Rajoy, de convocar elecciones en Cataluña en el menor plazo posible, ha sido muy hábil. Podría haber sido el partido más afectado, después de las posturas de fuerza, pero las encuestas no reflejan el desgaste, además de que tenían claro que los votos que ellos pudieran perder, quien los recogía era C,s y a fin de cuentas todo se queda en casa. Así ha sido, los de Inés Arrimadas (candidata de C,s) no solo suman los pocos votos que el PP pueda perder, sino que también parece que captarán casi todos los de los no independentistas indecisos y suben ‘como la espuma’. Lo cierto es que toda esta situación, a quien más ha afectado, además de a los partidos nacionalistas no rupturistas, de repentinos y oportunistas independentismos, ha sido a Podemos, que ‘tendrá que hacérselo mirar’ y tomar buena nota porque las mermas no son solo dentro de Cataluña sino fuera también. Aunque quizás, el entramado catalán, resulte propicio para los Comunes y Podemos. Parece que las encuestas (pocas veces fiables ya que se manipulan dependiendo qué intereses) están indicando que el equilibrio entre los escaños posibles a obtener por PP + C,s, son bastante similares a los que podrían obtener los partidos independentistas, en medio quedarían PSOE y Podemos, los primeros han dicho que nunca harían Presidente/a de la Generalitat a un candidato de derechas (aunque no sé si son muy fiables, porque lo mismo dijeron con Rajoy y le hicieron Presidente), pero tampoco apoyarían a un independentista. Y en última instancia, hagan lo que hagan, los votos de chavi Domenec (candidato de Catalunya en Comú) y los de Podemos podrían inclinar la balanza a un lado o al otro. Hasta podría ocurrir que ‘en el tapete’ se pusiera en juego el Gobierno de la Generalitat y también el del Ayuntamiento de Barcelona, esto si Esquerra Republicana obtiene suficientes diputados (tantos como le pronostican las encuestas) y renuncia a la ruptura unilateral, para optar por la vía negociada de más autogobierno, más soberanía,…, tal y como han hecho los vascos u otros ejemplos internacionales (Escocia, Quebec,…), podría haber un President de Esquerra apoyado por los Comunes y Podemos y algún otro partido nacionalista. JuanM del Castillo