OPINIÓN

Homofobia eres tú

Homofobia eres tú

Soy consciente de que a muchos les puede parecer lejano, e incluso sorprender. Pero hubo un tiempo en el que los ayuntamientos se dedicaban a gestionar los problemas de los vecinos. Créanme, incluso se decía que la política local era la más humana, por ser la que más escucha y resuelve las necesidades cotidianas de los ciudadanos.

De todo esto, en Rivas-Vaciamadrid hace ya demasiado tiempo que no queda nada. Porque, al frente de su ayuntamiento, lleva instalado más de 30 años consecutivos un gobierno de activismo de cartón-piedra y propaganda, a rebufo siempre de una ciudad cada vez más plural y dinámica que se les queda pequeña.

En su ya habitual deriva, inmadura y pueril, de preferir los altavoces y las pancartas a la gestión, los concejales del PSOE e IU que nos gobiernan han decidido inaugurar este año nuevo 2024 dados de la mano fraternal y entrañablemente para presentar, en el primer pleno del año, una moción conjunta acusando a Isabel Díaz Ayuso y a su gobierno de homófobos y tránsfobos, con un texto que bate récord en la tasa de número de mentiras por párrafo, y que presenta tantas acusaciones infundadas, y tan absurdas, que leerlo invita a la carcajada.

No contentos con eso, sus respectivos portavoces han apostado por llenar las secciones de opinión de los medios de comunicación de nuestra ciudad con artículos alertando a los ripenses de la despiadada represión reaccionaria que van a sufrir los vecinos LGTB de la mano del gobierno de Ayuso.

Y aunque a veces los argumentos que utilizan están mucho más cerca de una parodia de ellos mismos que de la realidad, considero que conviene desarticularlos. En primer lugar, porque más allá del contenido del mensaje, creo que es importante que los ripenses conozcan la forma en la que esta moción se ha tramitado.

Y es que, aplicando la cita bíblica de San Mateo, podríamos decir de este Ayuntamiento que “por sus mociones los conoceréis”. Porque con este texto han empezado el 2024 retratándose, y retratando cuáles son sus prioridades como gobierno para la ciudad. Y es que, una vez terminadas las fiestas navideñas ¿cuál ha sido el objetivo prioritario del Ayuntamiento de Rivas para inicios de año?: ¿Proponer ayudas a todos los ripenses que están sufriendo la cuesta de enero?, ¿quizás aliviar de impuestos y tasas a empresas y autónomos de la ciudad? ¿O a lo mejor favorecer el acceso de los jóvenes a la vivienda? No, nada de eso. Para eso hace falta salir del complejo de scout activista y ponerse a gestionar, y hace más de 30 años que no se les ve muy dispuestos a ello.

Pero quizás lo más sangrante de todo es que a lo largo de todo un mes, desde el anterior pleno del mes de diciembre, el único asunto que han creído digno de debate en el que es el foro de las preocupaciones reales de los vecinos de Rivas ha sido este tema, presentando ambos grupos dos mociones de temática idéntica. Finalmente, decidieron unificar las dos mociones en una sola que fue defendida conjuntamente. Esto, que puede pasar desapercibido para la mayoría de vecinos que desconocen las dinámicas de la administración, supone dos cosas, ninguna de ellas tranquilizadoras:

  1. Que la comunicación interna entre el gobierno local, formado por IU y PSOE, es nula, si no inexistente, al no saber siquiera cada grupo qué moción pretenden plantear sus compañeros de gobierno.
  2. Que, lejos de apostar por hablar de los auténticos problemas de Rivas una vez que descubren la coincidencia temática, en lugar de aprovechar para presentar otra moción que -esta vez sí- afecte de manera palpable a nuestra ciudad, deciden ahorrarse el trabajo con un cutre 2×1 en una moción desnortada y ajena al ripense.

Reconozco que todo esto resulta tan absurdo que roza el nivel de lo cómico, si no fuera porque los vecinos de Rivas les pagan ese nada despreciable sueldo que ganan cada mes no para que se dediquen a estas pantomimas, sino para que gestionen nuestros problemas del día a día, desde sus competencias.

Pero entrando de lleno en el contenido de la propaganda con la que el gobierno nos lleva bombardeando todo el mes, creo que no podemos llevarnos a engaño: la moción con la que IU + PSOE decidieron inaugurar el año sólo encuentra respuesta en la dolorosa incapacidad de la izquierda para reconocer que el Partido Popular de Madrid haya y siga sido pionero en la defensa de los derechos de las personas LGTB en toda España, con la primera Ley autonómica que reguló esta materia, lo que rompe y dinamita todos esos estereotipos y prejuicios que tienen montados en su cabeza.

Porque no cabe en la cabeza de nadie mínimamente sensato concebir que la Comunidad de Madrid, gobernada con mayoría absoluta del Partido Popular, vaya a dar lugar ahora a un retroceso de derechos LGTB y a emprender una persecución de homosexuales y transexuales. Sólo puede caber en la cabeza de una izquierda cuyo trauma por el aplastante resultado de Ayuso el pasado 28M aún no ha superado, pero que avanza peligrosamente hacia una esquizofrenia paranoide que ve recortes de derechos y represiones despiadadas donde solo hay reformas técnicas legítimas.

Y como no pueden soportarlo, solo les queda la sobreactuación y la histeria artificial ante algo que es de lo más natural y saludable en cualquier democracia como es modificar y mejorar las leyes, (siguiendo por supuesto los mecanismos legal y legítimamente establecidos), para garantizar en este caso que el texto presentado por la Comunidad de Madrid no vulnera dos conceptos con los que precisamente anda la izquierda en este país bastante peleada desde hace unos años: la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, y la seguridad jurídica. Una reforma, además, impulsada y avalada por numerosas entidades científicas y plataformas sociales (de entre ellas, el colectivo de Feministas Socialistas) y en la línea de las reformas que otros países de nuestro entorno europeo como Francia, Noruega, Reino Unido o Suecia están llevando a cabo.

Jesus Martínez Caballero, concejal del PP, en el Pleno Municipal

Pero claro, sin drama no hay propaganda. Por eso, tanto en el pleno como en sus posteriores artículos fueron incapaces de detallar qué derechos en concreto gozaban las personas LGTB en la Comunidad de Madrid que ahora ya no gozan. Y es que, en definitiva, los derechos recortados por el gobierno de Ayuso con esta nueva reforma legislativa pueden sintetizarse en esta lista que tuve la oportunidad de compartir con los concejales del gobierno.

Pero no quiero perder excesivo tiempo en hablar de lo que hace o no la Comunidad de Madrid, que es lo que IU y socialistas pretenden, porque prefieren ser oposición de Ayuso a gobierno de Rivas. Pero tuve la oportunidad de ser escogido, junto con mis 8 compañeros concejales del PP, por más de 16.000 vecinos -siendo la fuerza más votada-, y aprovechando que nuestro ayuntamiento ha decidido sacar a pasear este tema, me siento en la obligación de hablar de la situación de los derechos LGTB en nuestra ciudad.

Y es que no soy capaz de entender cómo el Gobierno Local se atreve a aleccionar a los demás acerca de los derechos del colectivo LGTB, cuando mantienen en nuestras calles los nombres de auténticos homófobos como el del centro sociocultural Che Guevara, un tirano sanguinario, que decía que los homosexuales eran “seres pervertidos y afeminados, contrarios al ideal del hombre nuevo revolucionario” ¿Dónde queda su solidaridad con el colectivo LGTB cubano? ¿Cree nuestro ayuntamiento que los vecinos LGTB de Rivas pueden sentirse seguros en unas calles y edificios que llevan los nombres de quienes, si pudieran, a día de hoy les reprimirían brutalmente?

Tampoco entiendo bien como el Ayuntamiento nos habla de transfobia y homofobia mientras mantiene proyectos de colaboración y ayuda con la UNRWA, en el punto de mira por colaborar con los ataques de los terroristas de Hamás, que torturan y decapitan a los homosexuales palestinos en Cisjordania. Homosexuales cuya única opción de supervivencia en Palestina pasa por huir al “malvado Estado de Israel” en el que pueden vivir en libertad, y que cuya capital es, por cierto, sede mundial del Orgullo.

Por todo esto, me sentí en la obligación de recordarle a los concejales de Izquierda Unida y el PSOE algo que me parece lógico pero que con frecuencia olvidan: y es que ellos no son NADIE para hablar en nombre de todas las personas LGTB.

En primer lugar, porque las personas LGTB no constituyen un bloque monolítico y homogéneo al que manipular, pese al intento constante de la izquierda de colectivizarlas para obtener rédito electoral.

Y en segundo lugar por el extenso historial homófobo que lleva la izquierda a sus espaldas, ya no solo con sus líderes del pasado, sino por sus incongruencias del presente, cuando se visten con sus camisetas del Che Guevara o salen a manifiestarse a favor de Palestina con banderas arcoíris, mientras que si hiciesen lo mismo en las calles de Gaza correrían el riesgo de ser decapitados por Hamás.

Las personas homosexuales o transexuales lo son mucho más allá de su orientación o identidad sexual. Y no hay nada más homófobo que creer que las personas LGTB, por el mero hecho de serlo, son tan vulnerables que necesitan la paternalista salvación de la izquierda, a la que le deben eterna pleitesía.

En definitiva, no hay mayor homofobia que usar a las personas LGTB como escudo para llamar facha y homófobo, ya no sólo al PP y a Ayuso, sino a todo aquel que se salga mínimamente de esa estricta y cerrada forma de pensar que caracteriza a esta nuestra izquierda local.

Por todo esto, lecciones, ni una. Porque con facilidad podríamos recordar a nuestros concejales del PSOE e IU aquellos versos, parafraseados, del maestro Bécquer.

¿Qué es Homofobia?

Dices mientras clavas en mi libertad tu propaganda? ¿Qué es homofobia?
¿Y tú́ me lo preguntas, Izquierda del Che?

Homofobia eres tú.

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