El pasado día 12, miembros de los medios de comunicación locales, tuvimos la oportunidad de hacer una visita guiada a la zona de trincheras en los Migueles. Nuestro guía fue Manu Castro, de la Asociación Jarama 80, que nos explicó los detalles de la Batalla del Jarama que en esta zona tuvo lugar, además de hablarnos del proyecto de excavaciones que se van a realizar en la zona de El Campillo, en base al expediente aprobado recientemente en Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Rivas.
El incendio que se produjo el pasado día 29 de julio de 2015 en la zona del Espolón de Vaciamadrid (frente al casco antiguo, en los cantiles de La Marañosa (frente al casco antiguo de Vaciamadrid), supuso la alerta definitiva para todos los grupos ecologistas y de investigación sobre memoria histórica, para unirse y defender todo este patrimonio que cada día se destruye más y más. La última y más nefasta actuación de la Comunidad de Madrid, justo en el Espolón, donde metió maquinaria pesada y destruyó no solo restos de la Guerra, sino también numerosos restos prehistóricos. La zona afectada corresponde a suelos especialmente protegidos del Parque Regional del Sureste y del ZEC “Vegas, cuestas y páramos del sureste”. El Espolón ha sido ocupado a lo largo de los siglos por todas las culturas que conforman la historia madrileña, lo que hacen de este paraje uno de los enclaves principales de nuestra geografía histórica.
La pretensión del Ayuntamiento de Rivas, de la Asociación Jarama 80, de Gefrema y de otros colectivos asociativos en defensa del ‘patrimonio histórico de la Batalla del Jarama’ es principalmente ‘poner una semilla’ para que toda esta riqueza patrimonial no siga degradándose, que los siguientes puedan seguir investigando y que las generaciones futuras sean conocedores de la historia, y también la prehistoria, de todos estos parajes, enormemente rica y hasta ahora completamente obviada por las autoridades autonómicas y nacionales.
Durante este verano, una comisión del Cesit, con el investigador Alfredo González Ruibal al frente de un campo de trabajo de arqueólogos, se excavará en las márgenes de la laguna del Campillo, donde se pretende averiguar, no solo sobre vestigios de la Batalla del Jarama, sino también sobre asentamientos prehistóricos de gran valor. Será una excavación abierta y visitable, los profesionales explicarán a cuantos vayan a conocerlo, los pormenores de la misma y lo que se vaya encontrando.
El objetivo es, a medio plazo crear un Centro de Interpretación, visitable para todos aquellos que tengan interés por conocer la historia de estos lugares.
En dos años, en las visitas guiadas para conocer el Frente del Jarama, han sido más de 800 personas las que han visitado los lugares. Y solo en la última ‘Marcha del Jarama’ fueron más de 1.200 personas las que acudieron.
En la biblioteca Gloria Fuertes ya se atesora un legado de más de 1.400 documentos sobre la Guerra Civil, donado al Ayuntamiento por el padre de Aitana Sánchez Gijón y otros. En esta biblioteca se creará un departamento específico sobre la Guerra Civil Española, la II República y la Batalla del Jarama.
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, LA BATALLA DEL JARAMA
Resumen de la Batalla del Jarama
La batalla del Jarama tuvo lugar en las proximidades del curso medio del río Jarama, entre los días 5 y 25 de febrero de 1937. El objetivo de los sublevados contra el legítimo gobierno republicano era aislar Madrid de Valencia mediante una rápida maniobra que le permitiese cortar la carretera que une ambas ciudades, y llegar posteriormente hasta Alcalá de Henares.
El general Orgaz recibe el mando de 18.000 hombres para iniciar las operaciones.
La batalla del Jarama fue la primera gran batalla moderna de la historia de España, donde participaron fuerzas de infantería, caballería, fuerza acorazadas y escuadrones de cazas rusos e italiano que lucharon en los cielos del valle del Jarama.
El campo de batalla alcanzaba Rivas-Vaciamadrid, Morata de Tajuña, San Martín de la Vega y Ciempozuelos, asi como numerosos cerros como el Pingarrón y La Marañosa; valles como los del Manzanares, el Jarama y el Tajuña; y puentes como los de Pindoque y Arganda, fueron escenario durante las tres semanas de febrero de 1937 de feroces combates.
No se sabe a ciencia cierta los combatientes que cayeron, pero se estima que por encima de los 20.000.
Antecedentes: La toma de Málaga por los sublevados, casi coincide con una nueva ofensiva de los ejércitos de Franco desde el sudoeste de Madrid en dirección a la capital de la República. Franco había intentado entrar en Madrid por la Ciudad Universitaria y por la carretera de la Coruña sin fortuna para sus intenciones. La defensa, muy bien organizada por el general Miaja, la llegada del material soviético y la participación de las Brigadas Internacionales, impidieron la entrada de los nacionales en Madrid. Ahora Franco lo iba a intentar por el este de la capital.
Los sublevados atacaron con 5 brigadas al mando de: la 1ª Coronel Rada, la 2ª Coronel Sainz de Buruaga, la 3ª Coronel Barrón, la 4ª Coronel Asensio y la 5ª Coronel García Escámez. Las brigadas 1ª, 2ª y 3ª estaban comandadas por el general Varela; y el mando supremo de todo el cuerpo de ejército por el General Orgaz.
El objetivo de la ofensiva franquista era cortar la carretera Madrid-Valencia. El frente de unos 20 kilómetros, se extendía entre las carreteras de Valencia y la de Andalucía. El ataque se inició el 6 de febrero de 1937.
REPUBLICANOS
Una vez terminados los combates en la carretera de La Coruña, se reorganiza el Cuerpo de Ejército de Madrid. Inicialmente, disponían de:
La 4ª división a las órdenes de Juan Modesto, con 3 brigadas mixtas. Incluyendo 3 brigadas internacionales en la reserva la 11ª, 12ª y 14ª. Esta división cubría el frente entre el puente de la Princesa hasta Perales.
La 9ª división del teniente coronel Burillo, situada entre la Marañosa y San Martín de la Vega.
Los republicanos lograron organizar una gran fuerza compuesta de 72 batallones de infantería y unos 30.000 soldados Otras unidades estaban cubriendo el frente hasta Aranjuez. Muy relevante fue las consecuencias de la participación de las unidades acorazada republicanas de tanque T-26B soviéticos al mando del general ruso Paulov.
En aviación, Hidalgo de Cisneros, jefe de las fuerzas aéreas republicanas, cuenta con la escuadrilla del capitán García Lacalle; que junto a 5 escuadrillas
La batalla del Jarama se desarrolló en el curso bajo del rio Jarama. En Madrid, el Jarama se hace un poco más caudaloso gracias a la incorporación del Manzanares, conformando el terreno en abruptos cortados o cantiles que, constituyen uno de los paisajes más singulares de Regional del Sureste de Madrid, formando un relieve que destaca sobre las llanuras predominantes en la Región.
Algo más al sur, el Jarama vuelve a recoger aguas de otro de sus afluentes, ahora son las del Tajuña. Entre ambos ríos aparece, dominando el campo de batallas el famoso y trágico, por ser la tumba de un gran número de combatiente, el Pingarrón, cuya cima fue tomada y perdida por ambos bandos varias veces en muy poco tiempo, hablamos incluso de horas.
La fecha inicial para la ofensiva republicana se fijó el 5 de febrero, pero hubo de retrasarse por el estado del terreno debido a las fuertes lluvias. La batalla del Jarama era una pugna a contra reloj por ganar la iniciativa en el frente de Madrid.
Finalmente la orden de ataque del general Orgaz se adelantó a la iniciativa de su enemigo y la ofensiva de los sublevados se inició el 6 de febrero. El objetivo de la ofensiva era alcanzar la línea Alcalá de Henares-Perales, con lo que Madrid quedaría prácticamente aislada al quedar cortada la carretera que unía Madrid con Valencia, lugar donde se había trasladado el gobierno de la República el 6 de noviembre de 1936.
En una primera fase, las tropas franquistas deberían tomar la fábrica militar de la Marañosa, situada en un monte desde donde se dominaba la confluencia del Jarama y el Manzanares… En una segunda fase, desde la orilla derecha del Jarama, las tropas de Orgaz, avanzarían hasta la línea Arganda-Morata; para terminar en una tercera fase sobre Alcalá de Henares.
El 6 de febrero inician el ataque: La 1ª brigada de Rada, saliendo de Pinto, mediante un movimiento envolvente sobre las posiciones enemigas, ocupó el vértice Cabeza Fuerte, desde donde guardando su retaguardia avanzo hacia La Marañosa, una fábrica experimental militar. Las tropas conquistaron el monte después de neutralizar los batallones republicanos de las brigadas 18 y 48 que defendían esta altiplanicie. Desde el monte de la Marañosa, de 600 metros de altura, se domina todo el páramo del área próxima al combate. La 2ª brigada, de Sáenz de Buruaga, avanzó apoyada por la caballería desde Pinto en dirección Jarama, y redujo la resistencia republicana de Gónquez de Arriba. La 4ª brigada, de Asensio marchó desde Valdemoro hasta el vértice Telégrafo, sin demasiada resistencia republicana durante su recorrido; desde este vértice progresaron hacia San Martín de La Vega, población de gran importancia estratégica para controlar el paso del rio Jarama. La 5ª brigada de García Escámez avanzó había el pueblo de Ciempozuelos, que estaba defendida por la 15ª brigada republicana. Su objetivo era cubrir el flanco derecho de la ofensiva. Al final de esta primera jornada prácticamente los sublevados se hicieron con toda la cabeza de puente republicana en la orilla derecha del río.
El 7 de febrero la 3ª brigada del coronel Barrón, llegó a la confluencia de los ríos Jarama y Manzanares en Rivas Vaciamadrid para controlar el puente de Arganda. Desde este punto se controlaba el paso de la carretera Madrid-Valencia.
La república no había reaccionado con suficiente rapidez. Entonces el general Miaja accedió a las solicitudes de envío de refuerzos al frente del Jarama y envió la 11ª división al mando de Líster para auxiliar al general Pozas.
El general Orgaz, da la orden a la 3ª brigada de Barrón que adelante su posición hasta alcanzar la Marañosa para reforzar las posiciones de la brigada de Rada y disponerse a tomar la importante posición del vértice de la Cobertera, que había resistido el primer intento de asalto.
El mismo día 7, la escuadrilla del capitán Lacalle se instala en el aeródromo de Azuqueca de Henares, a escasos km del frente de batalla.
Muy importante fue el papel de los asesores soviéticos en esta batalla. Líster tuvo como asesor en esta batalla a Malinovski (“Malino”). También el consejero de Pozas, Kulik (“Kuper”), otro futuro mariscal del Ejército Rojo Soviético, tuvo un relevante papel en la batalla del Jarama. La 70ª brigada anarquista tenía como asesor al comandante Petrov, que en ocasiones hacía de jefe de la brigada. El futuro mariscal ruso Rodimtesev (“Pablito”) estaba con la 9ª brigada como experto en ametralladoras. Después del desconcierto inicial, el ejército republicano se organizó en dos unidades de defensa. La primera perteneciente al ejército de Miaja, estaba a las órdenes de Modesto; y la segunda del ejército del centro, de Pozas, a las órdenes del coronel Burillo
El 8 de febrero, los sublevados con el ataque conjunto de las tropas de Rada y Orgaz, conquistan la importante posición del vértice Corbetera, defendida por la 19ª brigada de Márquez. Una vez tomada, los franquistas fijaron en esta altura su artillería desde donde dominaban la carretera de Valencia a su paso por Vaciamadrid.
El 9 de febrero los republicanos desplegaron a lo largo del Jarama sus fuerzas para defender los puentes de Pindoque y Arganda; que deberían ser volados en caso extremo para impedir el paso de las tropas fascistas. La Agrupación Jarama, al mando del coronel Mana, desplegó sus unidades a los largo de las cotas y alturas más relevantes de la orilla oriental del rio Jarama.
Llegado el momento decisivo de cruzar el rio, Franco confía en el general Varela y decide entregarle el mando de las Divisiones I, II y III, con objetivo inmediato, el establecimiento de una cabeza de puente en el margen izquierdo del Jarama. Estas tropas actuarían en vanguardia, apoyadas por tres regimientos de caballería. Debido al elevado caudal del rio, la única posibilidad era cruzarlo a través de los puentes de Pindoque y de Arganda.
El 10 de febrero, Franco decide que es el momento de intentar pasar el rio y dicta las órdenes para que la 3ª brigada del coronel Barrón y la caballería del coronel Cebollino tomen el puente Pindoque y pasen a la orilla izquierda del rio Jarama. El resto de las brigadas quedarían en reserva a la espera de la consolidación de la cabeza de puente evitando ser repasados por la aviación con el rio a las espaldas. La superioridad de la aviación republicana era evidente.
Se inicia de esta manera la 2ª etapa de la ofensiva franquista, se ponen en línea de combate 12.500 hombres, pertenecientes a 17 batallones, 11 escuadrones y 16 baterías. Franco llega al cuartel general de Orgaz, para presenciar la batalla en el frente.
El 11 de febrero, a las 3 de la madrugada, los soldados del 1º tabor de Tiradores de Ifni llegan hasta el puente del Pindoque y lo cruzan.
La defensa del puente estaba a cargo del batallón franco-belga André Martí (Organizador, por parte de la Komintern de las Brigadas Internacionales) de la 12ª Brigada Internacional.
En la operación del Jarama intervinieron tres regimientos de caballería, al mando del teniente coronel Cebollino.
El 12 de febrero, la brigada de Sáenz de Buruaga había cruzado el rio y se unió a las tropas de Asensio en el centro del frente.
El monte Pingarrón se encontraba al otro lado del rio y era importantísimo punto estratégico en el campo de operaciones de la batalla del Jarama. El batallón inglés de la 15ª brigada internacional, defendieron la colina durante siete horas con todo lo que tenían a su alcance. Los franquistas lanzaron todas sus reservas contra las posiciones elevadas de la colina; también Líster intentó parar la acción de los sublevados con la 1ª brigada reforzando el flanco izquierdo del batallón inglés. Finalmente la 15ª Brigada Internacional, tuvo que replegarse. El 1º batallón británico del 15ª BI, formado por galeses, ingleses y escoceses, sufrieron un castigo durísimo defendiendo la colina del suicidio durante 7 horas de fuego enemigo que atacaba desde el Pingarrón. La lucha continua durante todo del día 12 y ambos bandos sufren grandes pérdidas. Del batallón inglés de 600 hombres, sólo quedan 225 soldados al terminar el día.
El 13 de febrero. Las tropas de Líster y del “Campesino” han llegado al frente del Jarama. Los contraatacantes republicanos consiguen debilitar a Buruaga, entra en combate la 14ª BI al mando del general Walter.
El 14 de febrero, el general Pozas encarga a la 4ª división de Modesto, reforzar las brigadas 19ª y 1ª “de Choque” “el Campesino”, para atacar el vértice Cobeteras, en manos de los franquistas.
El 15 de febrero, Largo Caballero reorganiza urgentemente el frente de Madrid. El mando de la operación en el Jarama, quedó finalmente bajo la responsabilidad directa del general Miaja y como Jefe de Estado Mayor, el coronel Vicente Rojo. El primer paso que dio Miaja, fue crear la Agrupación Arganda. En el mando directo de la operación fue cesado el veterano coronel Mena, que había pedido la sustitución, fue sustituido en el mando por el teniente coronel Burillo.
El avance del ataque de los sublevados quedó paralizado; pero la lucha continuaba en un enfrentamiento brutal que estaba ocasionando numerosas bajas en ambos bandos.
El 16 de febrero, las tropas legionarias y del cuerpo marroquí, habían pasado a la defensiva, robusteciendo sus posiciones elevadas que habían tomado después de pasar el Jarama.
En el aire, las escuadrillas de cazas republicanas continuaban haciendo estragos sobre las escuadrillas franquistas.
Al anochecer llega al frente el batallón Lincoln para incorporarse a la 15ª Brigada Internacional.
El 17 de febrero se produce la ofensiva republicana entre las lomas de la Marañosa y el Pingarrón. El envite de la Agrupación Jarama es rechazado por la tropa de Varela.
El 18 de febrero, se produce un encuentro entre cazas republicanos y sublevados. El control aéreo de la batalla, que permanecía bajo el control de los cazas soviéticos del bando republicano, pasó al bando franquista debido a las victorias de García Morato, que derribó 8 cazas rusos en esta batalla con su Fiat Cr-32 “Chirris”, que podía hacer frente a los temibles “Chatos”.
Desde el 18, Líster inicia sus ataques a las posiciones de los sublevados del Pingarrón. Los combates toman carácter épico entorno a este monte, que desde ese día se convirtió en un objetivo prioritario de los dos ejércitos.
19 al 20 de febrero, el Pingarrón es atacado masivamente por los hombres de Líster y los internacionales, los franquistas lograron repeler el ataque.
El 22 de febrero, los dos bandos reconocen que ya poco pueden avanzar por el gran número de recursos acumulado en el frente; la posición del Pingarrón, sigue siendo prioritaria para los dos bandos. Para los sublevados, el Pingarrón constituye el dominio sobre la carretera de Tajuña a Chinchón y para el bando republicano constituye un enclave crítico para la defensa de Arganda.
El 23 de febrero, el mayor Líster intentó la reconquista del Pingarrón con una enorme fuerza de combate: 7 Brigadas de infantería española, una brigada de carros T-26 del general ruso Paulov y además las Brigadas Internacionales del “general Gal” que cubriría su flanco derecho. Se inició el ataque con una intensa preparación artillera desde las 8:30 de la mañana. Son baja la casi totalidad de los oficiales. A las 9:00 horas, los hombres de Líster lanzan su ataque, y logran desalojar a los regulares del 2º Tabor de Ceuta, la unidad quedó completamente aniquilada, desapareció del mapa de operaciones.
También los destrozos en la 15ª BI fueron enormes. Sufrió una carga de caballería que deshizo compañías enteras de ingleses, eslavos y americanos. Y cuando se ordenó, a última hora de la tarde el 4º ataque, las fuerzas al extremo debido al agotamiento físico. Pero los americanos del Lincoln decidieron atacar otra vez el fatídico monte. La primera sección de la primera compañía abría el salto, seguían los irlandeses y los cubanos. Avanzaron de árbol a árbol a través del olivar, cuando dejaron el olivar se encontraron en un terreno, de unos 200 m de longitud en una viña, al descubierto de las balas enemigas.
Los soldados internacionales caían al suelo a racimos; con sus propias manos cavaban las trincheras donde covijarse, el intenso fuego continuó durante horas. Algunos lanzaron granadas contra las trincheras de los franquistas, disparaban sin parar hasta que los fusiles quemaban sus manos. Al final recibieron la orden de retirada y volvieron poco a poco a sus posiciones, saltando de hoyo en hoyo y algunos esperaron a retirarse durante la noche.
Cada trinchera se disputó de forma sangrienta en un combate que se resuelve en el cuerpo a cuerpo, sembrado de cadáveres las laderas del Pingarrón. Los ataques y contraataque se suceden rápidamente. Durante el combate, el monte es ganado y perdido por ambos bandos hasta tres veces, en operaciones de enorme exigencia que quedaron para siempre en el terrible recuerdo de la Guerra Civil Española. Franco y Orgaz visitan a Varela en primera línea.
Tanto para los Regulares como para los Internacionales del Batallón Lincoln (15ª BI) que sufrió durísimas pérdidas, el 23 de febrero de 1937 se convirtió en uno de los episodios más heroicos y dramáticos de toda la Guerra Civil Española.
Los días 23 y 27, el general Gal, que dirigía las brigadas internacionales 11ª y 15ª, fracasó en los últimos ataques al Pingarrón y San Martín de la Vega. Finalmente las posiciones quedaron en manos de los franquistas.
La lucha se extingue por agotamiento de los contendientes. La batalla del Jarama, acabó en unas aparentes tablas y dio como resultados una nueva situación de equilibrio; el frente republicano había retrocedido unos 15 km a lo largo de 25 km, pero habían conservado la carretera de Valencia y los sublevados no pudieron pasar.
El 28 de febrero. Franco anuncia al general Saliquet, el ataque por Guadalajara para descongestionar el frente del Jarama. Los nacionales sufrieron unos 6.000 bajas. Los republicanos había sufrido 10.000 bajas (2.000 muertos, 8.000 heridos), siendo especialmente numerosas las que sufrieron las Brigadas Internacionales. De esta batalla surge la versión “Red River Valley” adaptada con una letra que aludía a los caídos en esta batalla del Jarama, “Jarama Valley” que terminó convirtiéndose en el himno oficioso del batallón Lincoln para el resto de la Guerra Civil.
El rendimiento de las Brigadas Internacionales y de las Brigadas Mixtas de la República fue extraordinario. La división de Líster tuvo un comportamiento admirable.
Franco nunca en su obsesión por la toma de Madrid.