En este artículo y el siguiente os voy a presentar una “extraña” constelación: se trata de la SERPIENTE (Serpens en latín). Digo extraña porque Serpens,la constelación introducida por Ptolomeo en el siglo II de nuestra era, está dividida en dos partes por la constelación vecina de Ofiuco, (el portador de serpientes) una, Serpens Caput, y la segunda, Serpens Cauda. Esta constelación al ser “ecuatorial” se puede ver en ambos hemisferios, especialmente durante los meses de verano. Serpens Caput o la cabeza de la serpiente se encuentra en el tercer cuadrante del hemisferio norte (al Oeste). Serpens Cauda, o la cola de la serpiente, se encuentra en el tercer cuadrante del hemisferio Sur, al Este. (Mirad la foto 1).
Serpens está rodeada por estas constelaciones: Boötes, Hércules, Libra, Virgo, Ofiuco, Aquila, Escudo y Sagitario. Ambas partes de la constelación están bordeadas por la constelación de Ofiuco, que se halla en su centro.
Como ya sabemos, las constelaciones antiguas están asociadas con animales o criaturas de la mitología antigua, y fundamentalmente de la griega. Según esta, una serpiente gigante, sostenida por el curandero Asclepio que era hijo de Apolo, podía devolver la vida a los muertos y aprendió esto viendo como la serpiente llevaba hierbas a otra serpiente. Este suceso enlaza con la historia de Glaucus, hijo del Rey Minos, que se ahogó al caer en un tarro de miel. Asclepio mató a la serpiente para que no curase a Glaucus, pero la otra serpiente trajo una hierba a su compañera y la resucitó, curando posteriormente al hijo de Minos.
Para ver esta constelación hay que situarse en cielos muy oscuros, porque sus estrellas son muy débiles. Vamos a ver algunas de las más brillantes:
- Alfa serpentis dista unos 74 años-luz. Es una gigante naranja 15 veces más grande que el Sol y tiene el nombre propio de Unuk o Unukalhai, en árabe “cuello”. Su brillo es de mag. 2,63. Lógicamente pertenece a la cabeza de la Serpiente.
- Le sigue en brillo Eta serpentis, una gigante anaranjada cuyo diámetro es casi seis veces mayor que el diámetro solar. Su brillo es mag. 3,26 y se encuentra en S. Cauda.
- La tercera en brillo es Mu serpentis, de mag. 3,54 a unos 174 años-luz de nosotros.
- Xi serpentis es la cuarta con una magnitud de 3,54 también, en S. Cauda y con una masa doble que la del Sol. Esta variable, en China era conocida como Nan Hae.
- La quinta en brillo es Beta serpentis, de mag. 3,65, que en realidad son tres estrellas que orbitan en el mismo sistema. Está situada en S. Caput.
- Por último, la sexta estrella, Épsilon Serpentis, de mag. 3,71 en S. Caput, es una estrella blanca a unos 70 a-l de la Tierra.
La estrella más cercana a nuestro Sistema solar es Lamda serpentis, de mag. 4,42, amarilla como nuestro Sol, aunque su luminosidad absoluta sea el doble. Tiene una rotación de unos 26 días, prácticamente igual que nuestro Sol, cuyo período es de 27 días y se encuentra a 48 años-luz.
Entre los objetos del cielo profundo de Serpens Caput cabe señalar el cúmulo globular Messier 5, situado a 24.500 años luz. Se puede apreciar con buenos prismáticos porque su magnitud es ligeramente superior a 5 y con telescopios de aficionado hasta notar su ligero color amarillento. Echad un vistazo a su foto y veréis la causa: la gran cantidad de estrellas rojas que posee, signo de su avanzada edad cósmica.
En Serpens Cauda se puede observar la Nebulosa del Águila y su cúmulo estelar asociado, Messier 16, que se encuentran a 5700 años luz de nosotros y que proporciona uno de los espectáculos estelares más bellos del Cielo, los llamados “Pilares de la Creación”, nubes de gas y polvo donde se forman las estrellas. La fotografía del Hubble se encuentra entre las 10 mejores imágenes tomadas por este fabuloso telescopio.
Por último, se encuentra en Serpens el llamado “Sexteto de Seyfert” un grupo de galaxias a unos 190 millones de años luz de distancia que parece contener seis miembros, aunque en realidad algunas de ellas son objetos “de fondo” y no están unidas por la gravedad.
S e prevé que en el futuro lejano su fusión forme una única galaxia elíptica gigante, ya que este es el final de todas las galaxias que presentan brazos o barras y que tienen estrellas aún jóvenes. El aumento de la entropía del universo acabará formando galaxias elípticas o irregulares, sin forma definida.
Por último deciros que, Serpens y Ofiuco se consideraron en la antigüedad como una única constelación, a partir de la cual surgió un mito asociado con la fundación de la medicina, razón por la que veis serpientes enroscadas al “Báculo de Asclepio” para los griegos o la “Vara de Esculapio“ para los romanos. Este antiguo símbolo proviene del dios griego Asclepio y lo veréis en algunas farmacias y publicaciones médicas.
Que tengáis buen invierno astronómico.