Una Reina encuentra su pelo en el Cielo (y II)

Berenice, mirando al cielo, observa un racimo de numerosas estrellas y se persuade de que estas son su cabellera perdida. Este es el colofón de la bella historia que da lugar a la constelación que lleva su nombre.

La “Cabellera” se encuentra en la región este, hacia Leo y la Osa mayor y contemplarla con unos simples prismáticos es un espectáculo de una belleza incomparable. Los objetos Messier se encuentran también en un racimo al sur de la constelación, hacia Virgo, destacando entre ellos:

M64 (Foto2), la Galaxia del Ojo Negro, espiral visible con pequeños telescopios, peculiar por tener dos áreas de giro, interior y exterior, con dirección contraria.

M88 (Foto3), espiral de las más grandes del cúmulo Coma-Virgo, muy brillante y peculiar por tener dos zonas diferenciadas, una de formación de estrellas y otra de mucha menor actividad.

M91, barrada tan tenue que durante muchos años se confundió con un cometa y que al final fue identificada por un astrónomo aficionado de Tejas.

M98 (Foto4), espiral de “canto”, muy grande y brillante y ligada por gravedad a su compañera M99, galaxia espiral enorme, que consta de 3 brazos diferenciados. Ambas galaxias “viajan” a enorme velocidad dentro del cúmulo. M98 es la de la derecha y M99 abajo a la izquierda. En medio de ellas la estrella azulada: 6 Comae berenices.

 M100, (Foto5) es una de las galaxias más grandes del Cúmulo. Es una espiral. Tiene dos brazos largos muy definidos y varias galaxias satélites a su alrededor, claramente visibles en la foto. Se encuentra a 52 millones de años-luz, que es una distancia media del Cúmulo.

Por necesidades de espacio no puedo presentaros más imágenes, aunque no podría resistirme a la última de ellas, porque es una galaxia majestuosa que no está en el Catálogo Messier.

Se trata de NGC 4414, que junto a NGC 4450 y NGC 5053 son las “Joyas de la Corona” del Catálogo Dreyer-Herschel, dentro de Coma. Esta hermosa galaxia tiene una parte central de estrellas “viejas”, de colores amarillos y rojos, con sus brazos más azulados, como corresponde a las zonas de creación de estrellas jóvenes. La foto es del Hubble y su nitidez es asombrosa. Su estructura está intacta, al situarse en una zona del espacio aislada, sin rozamiento con el gas interestelar, siendo su formación estelar absolutamente autónoma.

Hay más de mil galaxias pertenecientes al Cúmulo de Coma, y unas 200 de ellas tienen magnitudes comprendidas en 10 y 12, que están al alcance de telescopios medianos, pero son tan pequeñas que prácticamente las veríamos como estrellas. No obstante, es una visión maravillosa de esa parte del cielo donde una Reina perdió su Cabellera. Su pelo y la Mitología, construyeron una de las zonas más bellas de admirar cuando por las noches …

  ¡! Miremos al Cielo ¡!

M. Manero                        Rivas

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