Las defensas de los tres colombianos acusados de blanquear 1,6 millones de euros procedentes del narcotráfico llegaron ayer a un acuerdo con la Fiscalía, por el que reconocieron los hechos y aceptaron unas penas que suman 6 años y ocho meses de prisión y el pago de una multa de 5 millones de euros.
El acuerdo fue alcanzado antes de la celebración del juicio en la sección Quinta de la Audiencia Provincial de Murcia, con sede en Cartagena. Supone una rebaja en la petición realizado por el Ministerio Público en su escrito de acusación. En él, reclamó dieciséis años y medio y una multa de 10,6 millones de euros.
En virtud de la negociación, la fiscal, María Jesús Muñoz, pidió para J. M. R tres años y cuatro meses de prisión y una multa de 2,5 millones, con responsabilidad subsidiaria de cuatro meses. Tuvo en cuenta que el procesado tiene antecedentes en la Audiencia Provincial de Sevilla, en un juzgado de Madrid y en la Audiencia Nacional.
Para M. M. G, exigió veinte meses de prisión y un millón de euros, con responsabilidad subsidiaria de dos meses; mientras que para O.H.G. reclamó la misma privación de libertad y una multa de 1,5 millones, con responsabilidad subsidiaria de cuatro meses.
El grupo lo formaban un hombre, su compañera sentimental y un hermano de esta. Y según indicó la Fiscalía, era tal el volumen de dinero que presuntamente blanqueaban los acusados que, en una llamada intervenida por agentes de la Policía Nacional, se escucha cómo uno le dice a otro que le dolían los ojos «porque había estado toda la noche contando billetes».
La pareja residía en un chalé en Rivas, «que era uno de los principales lugares de depósito, contabilización y empaquetado del dinero». A la vivienda acudía con bastante frecuencia el tercer acusado y en él fueron intervenidos 1,5 millones y joyas de gran valor.
Al residente de la casa le fue intervenido un maletín con más de 117.000 euros, cantidad que, junto al resto del dinero, procedía del tráfico ilícito de estupefacientes, según el Estado. No en vano, ninguno de los acusados tenía medio lícito de vida capaz de generar el volumen de dinero que manejaban.
Los investigadores cubrieron «afloramientos patrimoniales injustificados», e imputados también al narcotráfico, por un importe de más de 400.000 euros. Y todo eso, «sin contar los movimientos de efectivo que contabilizó y ejecutó con el depósito del dinero hallado en su domicilio».