En efecto, el último “rover” en llegar sin naufragar a nuestro vecino, después de 7 meses y medio de viaje, se llama precisamente “Perseverance”, dentro de la misión Mars 2020 del “Programa de Exploración de Marte” realizado por la NASA con destino a este planeta. La nave, lanzada el 30 de julio de 2020, aterrizó el pasado 18 de febrero de 2021. El rover lleva además de un cierto número de dispositivos tecnológicos, algunos de ellos españoles, un pequeño helicóptero, el “Ingenuity”, cuya función es planificar la mejor ruta para el desplazamiento del cochecito. Este investigará los procesos geológicos tanto en superficie como en el interior de Marte evaluando su habitabilidad y la posibilidad de existencia de vida en su lejano pasado.
La pregunta es: ¿Por qué Marte?. La respuesta es compleja, pero voy a intentar dar algunos detalles para hacernos una idea de por qué se elige precisamente este “mundo”.
- “De la Tierra, tarde o temprano hay que ESCAPAR”. El gran físico teórico Stephen Hawking advirtió en 2017 que la especie humana un día deberá abandonar la Tierra para buscarse otro planeta para vivir. Las razones son múltiples, pero enumeró la guerra nuclear, el calentamiento global, un impacto de un asteroide y curiosamente, una epidemia mundial… Dijo textualmente que si no abandonamos el planeta en unos cien años estaremos condenados a la extinción.
- Y ¿A dónde?. Veamos a grandes rasgos las posibilidades dentro del Sistema Solar.
Mercurio: a sólo 58 millones de km. del Sol, con un periodo de rotación de 58,7 días, hace que su superficie, con una pequeña atmósfera, muy tenue, constituida principalmente por helio, con trazas de argón, sodio, potasio, oxígeno y neón, se caliente hasta los 427º C y baja hasta los -188º. Es un planeta por tanto absolutamente inhóspito, si bien las zonas polares podrían ser en un futuro muy lejano posibles lugares de aterrizaje, sólo para observación científica y con estancias muy cortas. Inimaginable como hábitat de colonias humanas.
Venus: más de lo mismo. Temperaturas insoportables, esta vez con tremenda y densa atmósfera de dióxido de carbono, cuyas nubes son de ácido sulfúrico. Alcanza los 452º. Realmente un infierno.
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, bolas inmensas de gas, sin suelo firme en sus superficies y por tanto imposibilidad de aterrizaje en ellos.
Plutón, al que yo sigo considerando un planeta, a pesar de lo que diga la Unión Astronómica Internacional, es el más pequeño de nuestro sistema solar y la bola de hielo más grande. Se encuentra a una distancia de 39,5 UA, siendo UA la distancia Tierra-Sol. La propia luz tarda en llegar a Plutón 5 horas y 28 minutos. Su temperatura no sube de los -218º. Mal sitio para vivir.
Sólo nos queda… Marte: con una superficie de 144,8 millones de km², es ligeramente un poco más pequeña que la de la Tierra (149 millones de km²), ya que el resto hasta los 510 km² es agua. Marte es el planeta más parecido al nuestro, su atmósfera es mucho más tenue y tiene poco oxígeno (lo que se puede mejorar), su orografía es tan impresionante o más que la de la Tierra y su temperatura en muchas partes del planeta es…”soportable”, siendo las máximas diurnas, en el ecuador y en verano, de casi 20° C o más, mientras las mínimas nocturnas pueden alcanzar fácilmente -80° C. Se sabe desde 2015 que hay agua líquida que se escurre por las laderas de los cráteres y que debajo de la superficie existe hielo, conservado desde millones de años. El día casi idéntico al nuestro y el año doble. Es por tanto no sólo el mejor candidato, sino el ÚNICO.
Hawking no pudo verlo (y algunos de nosotros, tampoco podremos), pero el hombre vivirá en Marte y cada dos años la humanidad, en la Tierra, mirará hacia el punto rojo y brillante donde estarán sus hermanos. Por eso nunca dejaremos de perseverar y de…
¡¡ Mirar al Cielo !!!
Manuel Manero