San Isidro ha dimitido como patrono de Madrid

Sebastian Foscarini, embajador de Venecia en Madrid de 1682 a 1686, dijo:

“El gobierno de España es el más perfecto que pudieran imaginar los antiguos legisladores, pero la corrupción de los tiempos ha ido llenándolo de abusos. Desde el pobre hasta el rico. Todo el mundo consume la hacienda del rey; los unos a pequeños bocados; la nobleza a boca llena; y en cuanto a los grandes en cantidades fabulosas”.

Se diría que los españoles, aunque tienen ingenio, capacidad, y medios suficientes para restaurar el país, no lograrán hacerlo, y aunque enteramente capaces de salvar el estado no lo salvaran porque les falta voluntad de hacerlo.

¿Tan poco hemos cambiado?

¿Solo somos responsables de  las políticas de la corrupción o es un defecto congenico de nuestra sociedad? Quizá sigamos siendo un país de picaros, unos por acción, otros por omisión y otros por ignorancia.

Un buen amigo me dijo que si los españoles fuésemos negros, votaríamos al Ku Klux Klan.

Y si tenéis duda, tan sólo hay que analizar las obras del PP en Madrid, encabezados por una mentirosa, que ha logrado algo increíble, ¡San Isidro ha dimitido de patrón de Madrid! en su lugar coge el puesto, “la Virgen del Silencio”.

La causa: el “yoismo” de Ayuso que apoyan millones de madrileños. Ella ha impuesto aquí un nuevo estilo en la política “made in Trump”, que  gusta a una parte importante de los madrileños. El de la mentira constante. Ha impuesto el “yo” egoísta y egocéntrico. Ha logrado resucitar a la antigua sociedad madrileña de esa manera excluyente del “otro”, ese interés exclusivo por lo suyo, suyo.

Alguien como Ayuso que cree que todo lo puede, que piensa que está por encima del bien y del mal, es un peligro para Madrid y su ciudadanía.

Ayuso estuvo de acuerdo con su consejero de educación  Ossorio, que aseguró que la población sale a la calle y ve que Madrid es una «región rica», que cuenta con un PIB del 6,5% frente al 5,9% del conjunto de España. «Le dicen que en Madrid hay tres millones de pobres pues… ¿por dónde estarán?», ironizó mientras hizo el gesto de buscarlos con la cabeza.

Mintiendo descaradamente dijo. «En Madrid los más desfavorecidos cuentan con unos excelentes servicios públicos que les ayudan a tener una vida más fácil porque esto es lo que tenemos que hacer las Administraciones». Madrid es la comunidad más rica de España. Su PIB anual alcanza los 35.913 € per capita. Además, con un 19,3% anual, Madrid es la comunidad que más peso tiene dentro de la economía de todo el país. Sin embargo, esa fortaleza económica no se ha traducido en un reparto equitativo de la riqueza. Al contrario, la desigualdad ha aumentado notablemente. De hecho, en Madrid, con una población de 6,7 millones, aproximadamente un millón de personas viven por debajo del umbral de pobreza.

Los datos del Gobierno Ayuso revelan que 7.291 mayores murieron en Madrid en su residencia sin ser trasladados a un hospital.

El 77% de los residentes que fallecieron en marzo y abril en geriátricos madrileños no fueron objeto de derivación hospitalaria, por orden de su gobierno. Estos datos demuestran hasta qué punto se aplicó el Protocolo del Gobierno Ayuso que excluía traslados a hospitales de enfermos que vivían en los  disparates de Ayuso. La comunidad, a la cola de la inversión sanitaria por habitante, es la que más de ese dinero destina a atención especializada y menos a primaria, que lleva años en decadencia con cada vez más ciudadanos en la privada?

Los últimos datos del Ministerio de Educación cifran en 4.727 euros el gasto por alumno en centros públicos de la Comunidad de Madrid, mil euros por debajo de la media nacional.

Y el colmo de la manipulación, a cuatro meses de las próximas elecciones, crean la figura del teléfono de los necesitados. Han tenido tres años y ocho meses para hacer algo por los necesitados y lo hace en víspera de otra convocatoria, seremos tan tontos de no ver su manipulación.

Y tantas mentiras son las que han hecho dimitir a San Isidro, cómo patrón de la capital. Sí, seguimos siendo cómo nos describió Sebastian Foscarini, sí.

Y así ha evolucionado el gasto social,  no solo en Madrid, sino que es una tendencia en todas las comunidades gobernadas por el PP. Quizá  deberíamos plantear en Podemos un nuevo objetivo, “el fomento de la educacion en valores”. Quizá nuestra generación no tenga solución, pero deberíamos intentarlo por el bien de las futuras.

¿Qué es la educación en valores?

Los valores humanos son aquellos aspectos positivos que nos permiten convivir con otras personas de un modo justo con el fin de alcanzar un beneficio global como sociedad. No los comprendemos como un rasgo únicamente individual, sino todo lo contrario: un valor resulta tan útil y beneficioso para nosotros como para el resto de nuestros semejantes, y existe en cualquier sociedad sin importar el país, la cultura o la religión. En otras palabras, son aquellos aspectos de nuestra educación que consideramos buenos y honestos para nosotros y los que nos rodean, como la empatía, el respeto, la solidaridad o el optimismo.

 

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