OPINIÓN

Cuñaos de barra de bar en la movilidad

Rivas y la (des)memoria histórica

Este mes, la ocurrencia del Consejo Editorial de Zarabanda no es otra que hablar de la memoria histórica. Como si no hubiera otras cosas más urgentes que preocupasen a nuestros lectores, como quién se ha enriquecido a nuestra costa en medio de una pandemia. En este país, por desgracia, cuando se habla de compra de mascarillas hay que actuar como cuando uno va a cruzar la calle: mirando a la izquierda y a la derecha. Pero eso no suele evitar que te atropellen…

Bueno, al lío.

Bueno, al lío. Rivas es un lugar interesante para hablar de memorias históricas. O quizás, mejor de desmemorias, porque pese a haber sido un enclave importante por su cercanía al frente del Jarama y que la propia existencia del municipio como lo conocemos ahora ha sido consecuencia directa de la destrucción del núcleo original durante la Guerra Civil, en pocos sitios hay tan poco aprovechamiento de ese patrimonio. Se han dado algunos tímidos pasos, pero nos apostamos la paguita que recibimos del Ayuntamiento a que un porcentaje significativo de los nuevos vecinos ignoran tanto la historia como los recursos visitables a pocos metros de sus casas.

Pero también podemos ver una tremenda desmemoria en los despachos del Consistorio. Resulta curioso ver como algunos concejales/as del Partido Popular se muestran especialmente activos en criticar la lentitud de las obras de la M50 y de los sucesivos incumplimientos de las fechas que, a veces tan alegremente, se han ido soltando desde el gobierno municipal. Los actuales concejales/as del PP tienden a olvidar, por lo que sea, cuál es el problema de raíz: la negativa del gobierno nacional del PP en 2001, y en particular de su ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos a que Rivas tuviera un acceso directo a la M50 desde el momento del diseño del proyecto. Además, durante 18 años, el PP a nivel autonómico y estatal ha torpedeado todas las iniciativas propuestas desde el Ayuntamiento. La hemeroteca es lo que tiene…

Hablando de hemeroteca…

Y hablando de hemeroteca, The Rivas Tribune, como decano de la prensa digital de este hermoso municipio del Sureste madrileño, atesora gran parte de la memoria del devenir de sus gentes. Si hacemos una revisión de los últimos años, podremos observar cómo los problemas y los intereses de los ripenses no han cambiado mucho. Cómo podríamos olvidar al primer habitante del municipio que pudo apreciar el arte del colectivo Boa Mistura y que consiguió ver la palabra “Hogar” en el túnel de entrada en Rivas.

Tampoco podemos olvidar el sibilino cambio de nombre del Auditorio Miguel Ríos, que, por un tiempo, pasó a denominarse “Auditorio Willy Toledo” y que en determinadas redes sociales causó algún microinfarto y amenazas de hacer las maletas, amén de un encendido debate en meneame.net sobre las virtudes artísticas de ambos. No deberíamos olvidar tampoco nuestro Watergate local, donde este diario descubrió la sospechosa aparición de una urna olvidada en un colegio electoral tras las elecciones de mayo de 2019 y que, como siempre, la caverna mediática intentó desacreditar tachándolo de fake news.

Hay cosas que no cambian

Por último, hay cosas que no cambian y ya adelantábamos lo necesario de las políticas de ciberseguridad cuando desvelamos el ataque a la web municipal por un grupo de hackers chinos, que no solamente no consiguieron su objetivo de causar el caos, sino que, por el contrario, terminaron arreglándola.

Y para terminar, ahora que estamos en tiempos de ZBE, carriles bici y plataformas ciudadanas, hay que recordar que el TRT siempre ha puesto de relieve las carencias en los temas de movilidad en nuestro municipio. Baste señalar la esperada noticia sobre la contratación de empujadores profesionales japoneses por la empresa concesionaria para intentar acomodar a los sufridos usuarios del TFM, y, en cuanto al asociacionismo local, fuimos los primeros en hacernos eco de la creación de la Plataforma “¿Qué hay de lo mío?” cuyo lema no podría ser más ripense:

El objetivo de este nuevo espacio ciudadano, según reza el texto fundacional, será el de “trabajar por el desarrollo de acciones ciudadanas que nos permitan dar un paso adelante en la consecución de objetivos, claramente necesarios según el criterio de, y plenamente demandados por la necesidad perentoria decidida por: los dos miembros fundadores de esta asociación, pero con preponderancia del asociado número 1 que para eso tuvo la idea”.

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