Otra vez, la dirección de este medio de comunicación genuinamente ripense (con todas las limitaciones que ello implica) nos solicita a la gente del TRT que perpetremos otro artículo sobre la natalidad en Rivas. ¿Qué podemos decir sin incurrir en los manidos tópicos (pero reales) que ponen nuestro municipio a la vanguardia del crecimiento demográfico?
Pues nuestra recomendación es que el gobierno municipal lleve también el “Rivas, párate a pensar” también para las personas que están considerando el unirse al club de los pañales y los potitos. ¿De verdad merece la pena traer al mundo a más criaturas en un municipio que se autodenomina “la aldea gala” y sigue siendo un bastión de la izquierda, por mucho que ello haga apretar los puñitos a cierta concejala de la oposición?
Si ustedes son personas de bien, seguramente recomendarían a esos futuros progenitores que practicasen una estricta abstinencia. Los bebés venidos al mundo en Rivas se enfrentan a una carencia de recursos educativos (escuelas infantiles y colegios) y sanitarios gracias a la siempre excelente gestión de la Comunidad de Madrid. Además, tendrían que sentir vergüenza ajena en los plenos viendo cómo algunos concejales/as se afanan en afirmar sin reparos que la adaptación al cambio climático en los edificios educativos es competencia del gobierno local, para que luego sea la propia Comunidad quien les deje en evidencia haciendo las reformas necesarias en algunas escuelas infantiles este verano. Por cierto, ver los plenos del Ayuntamiento el último jueves de cada mes es un auténtico antídoto para la lujuria, sobre todo por la sensación de bostezo infinito, especialmente cada vez que llega el turno de ruegos y preguntas.
Por otro lado, ¿Qué infancia les espera a estos niños donde el gobierno municipal socialcomunista se gasta menos en las luces de Navidad que los miembros de Forocoches en libros? Es mucho mejor tener hijos en Torrejón, con sus Navidades mágicas, que son la envidia para la mayoría del “quieroynopuedo” ripense medio. Allí sí que da gusto ser padres y madres, llevando a los bebés a gozar de la experiencia psicodélica de las luces, los villancicos a toda mecha y las aglomeraciones.
Por otro lado, también recomendamos al Ayuntamiento el garantizar acceso gratuito a ácido fólico a las personas gestantes, un suplemento vitamínico esencial para prevenir disonancias cognitivas que provocan que sus hijos e hijas voten a Alvise, que crean que la Agenda 2030 va de comer insectos, no tener nada y ser feliz o que las “ciudades de 15 minutos” serán unos guetos para confinar y diezmar a la población. Un estudio de la prestigiosa Universidad del Sureste abunda en este sentido, reclamando medidas urgentes como no acunar a los bebés demasiado cerca de la pared o usar barras anticaídas en las cunas para evitar que Rivas se convierta en un desierto demográfico poblado solo por negacionistas del cambio climático, magufos, fotógrafos de papeleras y líderes vecinales.