Cuando pensamos en el periodismo, probablemente, al lector le vengan a la mente dos películas. En una, «Ciudadano Kane», se ilustra la capacidad de los medios de comunicación para convertirse en actores inmorales al servicio de los poderosos, que responden a sus accionistas y anunciantes, en vez de a su público. También medios públicos como Telemadrid o TVE sufren la tentación de cooptación por parte de los gobiernos de turno.
En contraposición, tenemos «Todos los hombres del presidente», lleno de esa voluntad de la prensa de actuar como un «Cuarto Poder» ciudadano que vigile la corrupción y obligue a los gobernantes a rendir cuentas. La realidad se mueve entre estos dos extremos, pero la primera se impone cada vez más.
El famoso periodista John Reed, definió así su primera revista, The Masses (1911):
«Esta revista es propiedad de sus editores, que la publican en cooperación. No paga dividendos y nadie trata de ganar dinero con ella. (…) en busca de las verdaderas causas; una revista dirigida contra la rigidez y el dogma donde sea que estos se encuentren».
Una definición que compartimos en gran medida el equipo de Zarabanda, cuya línea editorial es más amplia que la de John Reed, ya que -según nuestra definición- en Zarabanda «caben las opiniones de todos aquellos que quieran o tengan algo que decir».
Queremos ser un medio local independiente, que no neutral, ya que -como reza el dicho periodístico- si una fuente dice que llueve y otra que no, la misión del periodista es abrir la ventana y asomar la cabeza. Y al asomarnos vemos problemas en Rivas, que queremos denunciar, pero sobre todo personas, asociaciones, empresas y movimientos sociales con la energía de querer dar soluciones a esos problemas.
Ese compromiso social con la ciudad y nuestros vecinos y vecinas no puede ser humo en tiempos de incertidumbre. La verdad, tampoco. Por eso creemos en la fuerza del papel, tangible, que se puede tocar. Una vez impreso, no hay manipulación o desdecirse que valga. Queremos trabajar con rigor y por eso nos la jugamos a fijar en tinta nuestras palabras y a llevar esta revista gratis a vuestras casas. Pensando, sobre todo, en que la información y el conocer lo que ocurre en tu ciudad es un derecho también para quién no se maneja con las redes sociales. Un recurso accesible para ellos y una protección para la población vulnerable a los bulos y fake news.
Ya que no queremos apoyo de grandes fondos de inversión, os pedimos a vosotros, lectores y lectoras, que nos apoyéis en nuestra única causa: seguir construyendo Rivas, a través de las asociaciones, los comercios locales y las personas de a pié que habitamos y hacemos nuestra ciudad. Vuestras historias son la Historia de Rivas, y en Zarabanda queremos contarlas.