En Rivas sabemos muy bien la importancia del ejercicio del servicio público cuando se está en la oposición pero sobre todo cuando se gobierna y especialmente cuando los gobiernos son de coalición de varios partidos. Y es que, los intereses de la ciudadanía están y deben seguir estando por encima de los intereses electorales, al fin y al cabo se trata de trabajar para mejorar la vida de la gente y de la ciudadanía. Esto solo es posible si se trabaja desde un clima de consenso entre los diferentes partidos que componen el ayuntamiento que centre el debate en lo político. Esto implica que es necesario saber ceder por el bien común, ese es el verdadero éxito de la política.
Tanto en la anterior legislatura como en esta, desde Podemos, gobernamos en coalición con IU-Equo en Rivas y la experiencia nos ha hecho trabajar por un gobierno unido fuerte y cohesionado. El fondo del trabajo que hacemos es claramente progresista y las formas van cargadas de diálogo con la filosofía de ponernos de acuerdo.
Esto se demostró en 2015 con la campaña Rivas lo Merece, o en la lucha por la construcción de un nuevo colegio e instituto público, un metro con mejor servicio y horario, el enlace a la M50, un centro de especialidades médicas, una oficina de empleo, una residencia pública de personas mayores entre otras muchas cosas. En esta legislatura hemos seguido siendo ejemplo con el trabajo por unos presupuestos que ponen la vida de nuestra ciudadanía en el centro, por el refuerzo de nuestros servicios públicos o tejiendo lazos en la lucha contra la violencia machista y a favor de una sociedad más feminista.
Y este no es ni un punto de partida ni un punto de llegada, esto es el camino. y no es casualidad que ese camino tenga mucho que ver con nuestra gente, un pueblo de naturaleza solidaria que siempre ha luchado por el bien común y que tiene claro que no se puede dejar a nadie atrás. Al final la política municipal es el espacio institucional más cercano a la ciudadanía y es el primero en darse cuenta que un clima de constante crispación no favorece a nadie, sino que hay que dar espacio para el acuerdo, que hay que respetarse
Y a veces esto se confunde, porque lo importante no es que los cargos políticos mantengamos una buena relación personal (que nunca está de más), lo importante es que el debate político tenga lugar sobre unas bases de consenso y construcción común. A quienes vienen de trabajar con los poderosos que viven muy lejos de la realidad de su pueblo, que están empapados del individualismo más feroz, igual les cuesta más entenderlo, pero quienes construyen su política desde las asambleas, desde la participación popular desde sus comunidades de vecinos o sus consejos de barrio, el trabajo desde el consenso es la base sobre la construir todo lo demás y demuestran un ejercicio de calidad democrática excepcional.
Ahora solo queda esperar que ese espíritu que se ha adueñado tan agradablemente de Rivas llegue a los gobiernos regionales y sobre todo a nuestra política estatal. Es la hora de trabajar conjuntamente para seguir haciendo de Rivas una ciudad que merezca la pena ser vivida, levantar una Comunidad de Madrid a la altura de su gente y, a fin de cuentas, construir un país que demuestre que ¡sí se puede!