Sumarán 200 alcorques tras evaluar los resultados de la primera plantación.
El proyecto de Alcorques Vivos, que inició en octubre de 2022 la empresa municipal Rivamadrid, se ampliará una vez analizados los indicadores a lo largo de 2023. A los 78 alcorques ya florecidos se sumarán otros 119 durante 2024, alcanzándose la cifra de 197 por toda la ciudad. Se sembrarán igualmente con distintas mezclas de flores, que ayudan a atraer a polinizadores y fauna auxiliar para controlar mejor las plagas de los árboles y los parques cercanos. Las calles donde actualmente existen son las de La Paz y San Isidro (barrio Este), avenida de José Hierro (Centro) y Ricardo Zamora y avenida de la Tierra (Oeste).
Los alcorques son los hoyos que se hacen al pie de una planta o árbol para retener el agua de la lluvia o del riego. Cuando se convierten en zonas de refugio, como es el caso de Rivas, cumplen un papel fundamental: además de su atractivo visual, contribuyen a captar fauna auxiliar para el control biológico de plagas y atraen a otros polinizadores, como mariposas, abejas o moscas de las flores, equilibrando el ecosistema urbano.
Además, tienen una función pedagógica para la ciudadanía: ayudan a ser más tolerantes con la vegetación espontánea de las ciudades.
Ampliación
La ampliación, por barrios, será la siguiente:
– Este: a los alcorques de la calle de San Isidro y calle de la Paz, se sumarán otros 33 en la mediana de la avenida de Francia, entre las avenidas de Levante y del Campillo de San Isidro.
– Centro: 37 nuevos espacios por la mediana de la avenida de José Hierro, incorporando el tramo entre la avenida de Francisco de Quevedo y la escuela infantil Arlequín, frente al colegio público José Hierro.
– Oeste: se incluirán otros 49 alcorques, completando la avenida de la Tierra hasta el paseo de las Provincias y la avenida del Ocho de Marzo, sembrando la mediana enfrente de la ciudad educativa municipal Hipatia.
Más refugios de biodiversidad
Los Alcorques Vivos no son el único éxito medioambiental en la trama urbana. Los tres refugios de biodiversidad sembrados este verano en el barrio de La Luna también se ampliarán con nuevas zonas en el mismo bulevar, en la zona de Covibar y en el parque Bellavista.
Los tres refugios existentes son parterres identificados con cartelería que cubren 143 metros cuadrados. En su interior albergan 21 especies de flores (doce anuales y nueve perennes), sembradas para crear un reservorio urbano de vida silvestre como mariposas, insectos polinizadores y fauna auxiliar que ayudan a combatir de forma natural las plagas más habituales de los parques y árboles. También atraen pájaros. Y acercan la naturaleza a los parques y calles de la localidad.
Su creación, impulsada por Rivamadrid, se enmarca en la estrategia de potenciar la biodiversidad y renaturalizar la trama urbana.