Comenzamos el año 2024 y estrenamos Presupuesto municipal, un instrumento ideológico que obedece a unas prioridades políticas y que plasma en números el programa de la izquierda de Rivas Vaciamadrid. No es un presupuesto para todos ni pensado en el bienestar general, representa el ADN político del equipo de Gobierno.
La seña de identidad del presupuesto municipal es la opacidad. Si algún vecino siente curiosidad y quiere revisarlo en la web del Ayuntamiento, podrá comprobar que hay casi 900 partidas presupuestarias dotadas con 1€. Una vez creada la partida y aprobado el Presupuesto, las modificaciones que hagan al mismo ya no tienen que pasar por Pleno. Las aprueba el Ejecutivo en la Junta de Gobierno Local y allí esa partida de 1€ será dotada con la cantidad que considere la izquierda sin que la oposición pueda decir ni hacer nada. De esta forma escapan al control de los partidos políticos que conformamos el Pleno y de los vecinos.
Como instrumento político que es el presupuesto, la izquierda de Rivas Vaciamadrid ha decidido aprovechar su mayoría y aplicar el rodillo para destinar una parte de los impuestos de los ripenses a la Cooperación Internacional, algo que desde el Grupo Municipal Popular consideramos que no son competencias propias ni delegadas.
Al respecto de las competencias de las entidades locales, la ley establece que solo podrán ejercer competencias distintas de las propias y de las atribuidas por delegación cuando no se ponga en riesgo la sostenibilidad financiera de la hacienda local y no se incurra en un supuesto de ejecución simultánea del mismo servicio público con otra Administración. Ante esto, el Gobierno de izquierdas nos responde una y otra vez en tono jactancioso que “no tiene competencias, pero tiene incumbencias”. Y mientras atiende lo que no le compete, pero le incumbe, resulta que no cumple con el objetivo de la Regla de Gasto, tal y como consta en el Informe de Intervención.
Las “incumbencias” de la izquierda de nuestro municipio deben ser afrontadas por quienes las compartan, por sus militantes, afiliados y simpatizantes, pero no por el resto de los vecinos de Rivas Vaciamadrid. Nos oponemos a que, por satisfacer sus incumbencias, deje de atender lo que es de su competencia, como es mejorar el transporte urbano de este municipio, por ejemplo.
Mientras en nuestra ciudad tengamos parques y jardines sin hacer, calles llenas de grietas y baches, instalaciones deportivas en estado deplorable, vecinos que no llegan a fin de mes a quienes el pago del altísimo IBI les supone un auténtico sacrificio, mientras necesitemos una residencia de mayores municipal, mientras el transporte urbano requiera una mejora y mayor inversión, rechazamos que la izquierda decida, con la excusa de la falsa solidaridad, enviar dinero a lugares donde no se respetan los derechos humanos, como es el caso de Cuba, país que conozco muy bien y puedo asegurar que el dinero de los ripenses no llega al pueblo cubano. Solo sirve como balón de oxígeno a la dictadura.
Y a la vez que se dilapida el dinero de los vecinos por las incumbencias y caprichos de la izquierda que nos gobierna, nos han endeudado en 10 millones de euros porque el Ayuntamiento ha decidido pedir un préstamo para atender gastos que debían ser sufragados con cargo al presupuesto ordinario, que no es baladí pues asciende a más de 137 millones de euros.
El presupuesto municipal es dinero público y la izquierda no puede actuar de forma déspota, creyendo que tiene poder omnímodo, y regodearse con arrogancia al decir que “no es de su competencia, pero es de su incumbencia”.
El Partido Popular no está en la oposición para agradar a los amigos y camaradas de la izquierda. Tenemos asumido que cada cosa que hagamos o digamos la van a tachar de radicalismo, ruptura de la convivencia o confrontación porque nos quieren dóciles y sumisos, pero eso no es el PP de Rivas Vaciamadrid.
No vamos a fingir un falso consenso porque algo sea “políticamente correcto”. Aunque seamos incómodos no nos cansaremos de exigir que el dinero y los recursos de los vecinos de Rivas Vaciamadrid se destinen al interés general y a mejorar la calidad de vida de los ripenses.