Maldita.es recuerda esta recomendación de la OMS de la que ya se hizo eco el entonces Ministro de Consumo.
En 2021, se viralizó un vídeo del entonces Ministro de Consumo (y actual vecino ripense), Alberto Garzón, en el que alertaba sobre el excesivo consumo en España de carne roja. Este era de 2 a 5 veces superior a las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN). Las declaraciones del «chuletón al punto» del presidente Pedro Sánchez y los ataques de la derecha política y mediática azuzaron un debate que no es tal para la ciencia y los expertos, de los que se limitaba a hacerse eco nuestro vecino Alberto Garzón como ahora se hace eco Maldita.es para desmentir bulos al respecto.
Y es que el consumo de carne procesada y de carne roja está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer colorrectal. Además, también con la diabetes y patologías cardiovasculares, según evidencias científicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la carne procesada como cancerígena para los humanos y la carne roja como probablemente cancerígena. Especialistas en nutrición recomiendan reducir su ingesta y priorizar fuentes alternativas de proteínas.
El cáncer colorrectal es uno de los principales riesgos del excesivo consumo de carne
La carne procesada (salchichas, jamón, cecina…) incluye aquellos productos sometidos a procesos como salazón, curado o ahumado para mejorar su sabor y conservación. La carne roja, por su parte, es la que procede del músculo de mamíferos como la ternera, el cerdo, el cordero o el caballo. Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos, explica a Maldita.es que «hay evidencias científicas sobre los efectos adversos de la carne roja y la carne procesada, incluyendo un mayor riesgo de cáncer colorrectal, diabetes y enfermedades cardiovasculares».
El monográfico de la OMS de 2015 señala que el consumo de carne procesada incrementa el riesgo de cáncer colorrectal. También lo reflejan informes de entidades como el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF) y el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer (AICR). Ambos recomiendan reducir la ingesta de carne roja y evitar la carne procesada. Lo que los datos muestran es que ningún nivel de ingesta de carne procesada puede asociarse con riesgo cero. Tal y como intentó explicar el entonces líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, en un infructuoso intento de que la derecha escuchara a la ciencia. Según el Global Burden of Disease Project, cerca de 34.000 muertes anuales por cáncer en el mundo son atribuibles a dietas ricas en carne procesada.
Como advirtió en su momento Alberto Garzón, se puede hacer un consumo moderado de carne (de 2 a 4 veces por semana)
Que sea recomendable limitar el consumo de carne roja no quiere decir que haya que eliminarla completamente de nuestra dieta. Como ya matizara el ex-ministro Alberto Garzón. En España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda un consumo moderado de carne de dos a cuatro veces por semana. Además, recomienda priorizar pollo o conejo y limitar la carne roja a un máximo de dos veces. La recomendación del WCRF y el AICR es limitar su consumo a no más de tres porciones por semana. Lo cual significa entre unos 350 y 500 gramos de peso cocinado, aproximadamente.
El modelo alimentario del Plato de Harvard, utilizado como referencia en guías nutricionales, excluye las carnes rojas y procesadas de la categoría de proteínas saludables. Alternativas como el pescado, las legumbres y los frutos secos proporcionan los nutrientes necesarios sin los riesgos asociados al consumo excesivo de carne.
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