OPINIÓN

Miguel Hernández: la poesía del exilio

Miguel Hernández: la poesía del exilio

Miguel Hernández ha sido reconocido como uno de los grandes poetas de la generación del 27, acerca el simbolismo y la poesía.

Los inicios del poeta son implacables, tiene que dejar sus estudios para dedicarse a la poesía, siendo y formando parte de la tertulia literaria.

Comienza a publicar en revistas como “Pueblo de Alicante” o “El dia de Alicante”.

A su vuelta de Madrid, redactará “Perito en lunas”.

Colabora en importantes revistas poéticas. Escribiendo en estos años poemas como “el silbo vulnerado”, “Imagen de tu huella”, “El rayo que no cesa”.

También cabe destacar “el herido” , “el hombre acecha” , este ultimo dedicado a Pablo Neruda.

Tambien parte en la Guerra Civil española, siendo condenado a muerte, de la que se lo conmutaran a 30 años de prisión.

Sin embargo, no llegaría a producirse pues moriría de tuberculosis.

Especialmente durante la guerra civil escribe “Viento de pueblo “, “El hombre acecha” y, estando en la cárcel “Cancionero y romancero de ausencias”.

Su principal fuente de inspiración es su entorno en el que vive, llegando a escribir en el periodo “Pueblo de Orihuela”.

En lo que se refieren a los Ensayos caben destacar como principales obras “Voluntad”, “Destellos”.

En el periodo de 1931-1936, especialmente en 1931 se publica la revista “Cruz y Raya” y comienza a relacionarse con grandes poetas.

Llega a participar en un acto homenaje a Lope de Vega.

En 1936 se publica su Elegia y El rayo que no cesa, ya mentado.

En diciembre de 1938 muere su hijo y ello provoca una serie de poemas reflejados en “Romancero de cancioneros y ausencias”.

Finalmente, en 1939 nace su segundo hijo, pero muere de tuberculosis en la cárcel, ya mentado.

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