El pasado 21 de junio, Jessica, su hija y otra empleada se encontraban como cualquier otro día trabajando en su pastelería, Bouquet. A las 11:00 de la mañana entraron dos tipos con gorra y al descuido se llevaron un bolso de una de ellas. Además de la cantidad de dinero que había en la cartera, se llevaron la documentación, el NIE, las tarjetas bancarias y las llaves.
Según nos cuentan los dueños de este establecimiento, era un día normal en el que una dependiente estaba pendiente en la caja de un cliente y la otra se encontraba limpiando la vajilla de los desayunos que habían servido antes. Uno de los ladrones se puso a hacer cola, disimuladamente, e incluso dió paso a dos nuevos clientes haciendo ver que se estaba pensando qué pedir. Al ver la oportunidad, avisó a su socio (también ataviado con una gorra), para entrar rápidamente tras la barra, introducir el bolso desprotegido bajo el abrigo y marcharse sin causar alarma.
Es uno de esos incidentes que sufren algunos comercios de Rivas y que, afortunadamente, fue rápidamente puesto en conocimiento de la policía con las grabaciones correspondientes de su cámara de seguridad. En Bouquet, son optimistas sobre la posibilidad de identificarlos, pero lamentan el tiempo perdido en cancelar móvil y tarjetas, así como el gasto de cambiar las cerraduras que corresponden a las llaves sustraídas. El disgusto y las molestias que provoca un robo van más allá de perder 150 euros.
Los comercios advierten contra el alarmismo
La gerente de Comercios de Rivas, Ana López, nos comenta que sus socios les informan de este tipo de situaciones puntuales, pero que no consideran que exista un problema de delincuencia. Desde la asociación, intentan prevenir los intentos de estafa, que periódicamente llegan a alguno de los comerciantes.
Jessica, una de las propietarias de Bouquet, ratifica que son incidentes aislados y que la última vez que les entraron a robar fue en una ubicación anterior del local, que violentaron el cierre por la noche para poder llevarse la caja registradora.
“Algún vecino me comenta que hay sensación de inseguridad, pero son eso, sensaciones”, manifiesta Ana López sobre la ubicación de su tienda DPeluquería (en Covibar). “Es una zona comercial tan segura como cualquier otra”, considera.
España: uno de los países más seguros del mundo
Según una fuente conocedora de la gestión de la concejalía de seguridad ciudadana y de la policía local, “actualmente hay 3 turnos fijos, mañana, tarde y noche”. Esta persona, que ya no está en activo, comenta que el grueso de las intervenciones se producen por la tarde, mientras que “la mañana es menos compleja y la noche, pese a que son delitos más graves es menos volumen”.
En relación a los recursos policiales de los que dispone Rivas, tiene una opinión muy matizada: “la plantilla no es de las más cortas de la Comunidad de Madrid pero ahora mismo se nos han ido muchos”. Explica que apenas se superan los 130 policías y que la reciente convocatoria de movilidad al Ayuntamiento de Madrid (donde cobran más) puede reducir esa cifra, si muchos piden el traslado a la capital.
Datos frente bulos
La criminalidad en Rivas, tal y como publicó Zarabanda, descendió en la mayoría de delitos convencionales en el primer trimestre del año 2024. En cambio, llama la atención la importante subida (17%) de los ciberdelitos. Rivas encabeza, junto a Valdemoro, el ranking en ciberdelitos de la Comunidad de Madrid.
Por el lado positivo, según los datos del Ministerio del Interior, descendieron los hurtos (-11,5%), que con una tasa de 3.99 hurtos cada mil habitantes se sitúan por debajo de la media autonómica (pero por encima de la mayoría de municipios, si excluimos la ciudad de Madrid). Los ripenses también puntuamos alto en robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, pero estos delitos descendieron un 25%.
Los delitos que suceden, afortunadamente, poco son más fluctuantes. Por ejemplo, los delitos sexuales descienden de 10 (en el primer trimestre de 2023) a 7 en el de este año. Al contrario sucedió con el tráfico de drogas, que aumentó de 3 a 7 casos. Aunque la categoría “otros” no aparece desglosada, su subida (27,6%) podría deberse a las estafas, ya que estas suponían aproximadamente un tercio de la categoría “otros” en 2022.
El colaborador de Newtral, Guillermo Infantes (Desinfodemia), explicaba en un artículo que los datos reflejan una baja criminalidad y que la sensación de inseguridad se debe en gran medida a los bulos que comparten pseudomedios y organizaciones. En concreto, este periodista denuncia los bulos xenófobos que vertía el grupo neonazi Núcleo Nacional, para criminalizar a los vecinos latinoamericanos como “pandilleros” y a los niños migrantes no acompañados como “menas africanos que roban a cualquiera”.
“En contra de este discurso, en la Comunidad de Madrid se ha registrado un descenso de la criminalidad en los tres primeros meses de 2024. La mayor bajada se ha producido en los homicidios dolosos y asesinatos consumados, que se han reducido un 37,5% al pasar de ocho a cinco en comparación con el mismo periodo de 2023”, explica Infantes.
Según este experto, la tasa de criminalidad en España es de 48,6 delitos por cada mil habitantes: “hay un 35% menos de homicidios y asesinatos que hace 20 años”, afirma. La agencia Eurostat confirma que la tasa de homicidios (0,69 por cien mil habitantes) es una de las más bajas de toda la Unión Europea. “No hay inseguridad en Rivas, no la percibo como una ciudad insegura”, comenta Ángel C., nuestro entrevistado del mes, vecino y experto en seguridad.
En respuesta a ese tipo de bulos neonazis mencionados antes y que criminalizan a la población migrante, el último informe de Seguridad Nacional recoge que “en los últimos años ha incrementado la preocupación entre los expertos en seguridad pública por el potencial que determinadas campañas de desinformación tienen para fomentar la radicalización violenta”.
Una policía adaptada a las circunstancias
En Alcorcón, el concejal de seguridad ciudadana, David López, ha reflexionado mucho sobre cómo abordar la seguridad ciudadana. López (Ganar Alcorcón) considera que “hay que poner a la gente en el centro de las políticas públicas, no a la propiedad privada”. El edil critica lo que considera una “inercia” a centrar esfuerzos en elementos muy reducidos, dada la baja criminalidad de España. “Tenemos que pensar la seguridad de forma integral”, afirma, para ver “los factores de riesgo que puede tener una persona”.
Según afirma López, apoyándose en los datos,“un intento de suicidio, un golpe de calor en la calle o un problema de salud mental en algún revés de tu vida son sucesos más probables que amenazan la seguridad de muchos perfiles de población, en comparación con hurtos o agresiones más minoritarias. “No podemos ser reactivos al crimen”, sostiene en favor de políticas de prevención, como las que está poniendo en marcha en Alcorcón bajo un paradigma de “seguridad compartida” en el que se capacita a los trabajadores de la limpieza o a los clubes deportivos (uno de los tejidos sociales más numerosos del municipio) para que sepan realizar primeros auxilios ante cualquier emergencia.
El objetivo de López es que “los vecinos y vecinas pasen de ser sujetos pasivos a sujetos activos de la propia seguridad de su municipio”, por ejemplo, sabiendo cómo actuar en caso de incendio. “La responsabilidad final es del Ayuntamiento, pero el Ayuntamiento no puede poner un bombero y un policía en cada casa, tiene que favorecer que la ciudad pueda actuar en conjunto ante una emergencia”, declara el edil.
Una de las actuaciones más novedosas es la creación de una Unidad de Atención a la Diversidad, a petición de la propia policía, que el primer año estará compuesta por dos agentes que cuentan con colegiación como psicólogos. El concejal explica que esta unidad apoya al resto de unidades y permite realizar una atención aún más excelente a víctimas de delitos de odio, víctimas en estado de shock o atender con el menor uso de la violencia posible a sujetos que puedan estar sufriendo un trastorno mental.
“Se aúna la actuación policial y el acompañamiento continuo a la víctima”, destaca David López como ventaja frente a “la policía de 5 minutos, que llega el aviso, lo soluciona y se va”. Considera que aunque el modelo anterior cumple su función, este otro modelo ayuda a construir más lazos de confianza y sensación de seguridad entre ciudadanía y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Por ejemplo, recientemente falleció una niña de cuatro años en un accidente en un colegio de Alcorcón, y la unidad pudo ayudar a dar la noticia y acompañamiento psicológico a los padres. “Dan un apoyo a sus compañeros, en aquellos casos que crean que pueden ser atendidos mejor por esta unidad”, concluye López, orgulloso de una medida que lleva cinco meses en marcha y espera que se consolide como una buena práctica municipal.
Ciberdelincuencia: consecuencias y consejos
El aumento de ciberdelitos en Rivas no es la excepción, sino una tendencia consolidada. “Estamos observando un aumento significativo que se debe a varios factores”, señalan expertos informáticos de Areani, una compañía especializada en ciberseguridad. Esta empresa enumera elementos como la digitalización acelerada de muchos sectores, especialmente tras la pandemia del COVID-19, el confinamiento y el inicio de las ayudas del Kit Digital para autónomos y comercios. Indican que todo ello “ha ampliado la superficie de ataque para los cibercriminales”, junto a nuevas vulnerabilidades generadas por el trabajo remoto desde casa “debido a la adopción apresurada de tecnologías y prácticas de seguridad inadecuadas”, advierten desde Areani.
Cada vez hay más gente con formación informática suficiente para realizar este tipo de ataques: “se han democratizado los ataques”, explica uno de los expertos, y “también hay un incremento en la sofisticación de los mismos”, añade otro. Desde Areani explican que hay diversos tipos de atacantes digitales. Los más habituales son los “hackers malos”, ciberdelincuentes que buscan ganancias financieras, robar información valiosa, datos personales o exigir el rescate de los equipos mediante “ransomware”, explican. Pero también hay casos de espionaje corporativo, iniciado por empresas que buscan acceder a los secretos comerciales de su competencia, así como “hacktivistas” que realizan acciones en base a ideales políticos y sociales, buscando causar daño reputacional o divulgación de información sensible. Por último, los Gobiernos serían también un agente que realiza ataques para obtener información clasificada de terceros países o para desestabilizar infraestructuras críticas.
“El ingenio, la astucia y la inteligencia del atacante es lo que lo hace realmente poderoso”, señala uno de los expertos, ya que atacar un sistema es casi completamente gratis, basta con tener un ordenador y “esa picardía de engañar a los sistemas”. En cambio, explican que hay una brecha “clasista” en la defensa frente a los ataques informáticos, ya que es muy caro mantener los sistemas informáticos totalmente a salvo y solo gobiernos y grandes empresas pueden permitirse equipos especializados en ciberseguridad de alto nivel.
Esto ha provocado cierta indefensión en las PYMEs, que “son vistas como objetivos fáciles” de delitos y estafas, explican. En España, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) es un referente mundial que realiza un gran trabajo, también protegiendo infraestructuras críticas (salud, energía o transporte). Según Areani, que ha trabajado con clientes de varios países de habla hispana, la cultura de seguridad informática está mucho más desarrollada en España que en otros países de Latinoamérica.
Además, el INCIBE dispone de un teléfono abierto 24 horas al día, donde cualquier persona o empresa puede reportar un ataque. Así dan soporte ante un cibercrimen que no duerme, porque puede atacar desde cualquier zona horaria. Uno de los informáticos nos desmiente un malentendido habitual sobre la “nacionalidad” de los hackers: “cuando se dice que hay más ataques desde Rusia o desde tal país, lo que normalmente ocurre es que la víctima es atacada desde servidores ubicados en un país que no tiene convenios de ciberseguridad con España que obliguen a revelar la IP del atacante, no quiere decir que el atacante sea ruso, porque puede ser de cualquier otra parte del mundo”.
Esta empresa recuerda que el primer paso es siempre capacitar al personal, porque “el eslabón más débil es el usuario”. Además de los servicios habituales (evaluación de vulnerabilidades, monitoreo y gestión de incidentes, consultoría de cumplimiento normativo en GDPR y LOPD, así como capacitación), en Areani también ofertan sistemas de detección y prevención de intrusiones y soluciones de cifrado de datos de alto nivel.
Para una PYME que no pueda costear servicios especializados o tener un equipo dedicado, Areani recomienda:
- El uso de antivirus, firewalls actualizados a sus últimas versiones y copias de seguridad regulares.
- Capacitar al personal: Asegurarse de que todos los empleados y la directiva sean conscientes de los riesgos y conozcan las buenas prácticas de ciberseguridad, especialmente en la identificación de correos de phishing.
- Utilizar autenticación multifactor (MFA): Para añadir una capa extra de seguridad a los accesos a sistemas críticos.
- Crear políticas de seguridad claras: Establecer y hacer cumplir políticas de contraseñas, acceso a datos y uso de dispositivos.
- Buscar soluciones de seguridad gestionadas (que sean asequibles), como servicios en la nube que ofrecen características de seguridad robustas sin la necesidad de una gran inversión inicial.
La concienciación es el primer paso ya que, contra nuestra percepción del riesgo y de la criminalidad, va a ser cada vez más fácil que no nos roben en Rivas, sino en nuestra “casa” digital.
Sin embargo, lo más llamativo de esta empresa es que son expertos en lo que se conoce como “Red Team”. “Nos especializamos en la parte ofensiva, simulando el rol que jugaría un criminal y actuando contra las infraestructuras de nuestros clientes, para poder reforzar aquellos puntos que se detecten más vulnerables”, relatan. Es decir, simulan un ataque para que la empresa aprenda sus debilidades y pueda prevenirlas. Si bien, uno de los expertos de Areani nos invita a “ser conscientes y realistas de que nadie está 100% a salvo, la tecnología avanza y evoluciona a un ritmo muy rápido y hay que estar siempre actualizado y actualizando”. Ellos investigan cuáles son las últimas técnicas de ataque que descubren los ciberdelincuentes, para ser los primeros en ofrecer una defensa a sus clientes: es decir, una carrera interminable entre policías y ladrones de la Red.