Este mes de diciembre, en que los últimos días se han caracterizado con lluvia y niebla casi permanente, cielos oscuros y bastante fresco (que es lo normal para las fechas), en cambio nos ha regalado un día espléndido, luminoso, luciendo un sol radiante toda la mañana, que en algunos momentos hasta hacía calor.
Todas estas bondades del clima, nos han invitado a todas y todos a salir a la calle y muchos vecinos y vecinas, también con sus niños, hemos acudido a la convocatoria de ‘Rivas con la Sanidad Pública’, para participar en un acto reivindicativo del nuevo Centro de Atención Primaria, este con especialidades médicas y con posibilidad de primera hospitalización en casos procedentes. Este es el centro que desde hace muchos años llevamos reivindicando y que la Comunidad de Madrid se había comprometido a construir desde la pasada legislatura.
Rivas somos la ciudad con menos Centros de Atención Primaria de toda la Comunidad de Madrid. La única con una población cercana a los 100.000 habitantes que no dispone de ningún Hospital y que dependemos del de Arganda (Hospital del Sureste), prácticamente colapsado solamente con la demanda de los ciudadanos de Rivas.
Durante el acto reivindicativo, según iban llegando los asistentes, la mayoría de nosotros portando cajas de cartón, poco a poco se iba construyendo ese Centro Médico tan necesitado. Más de doscientas personas han participado (algunos todo el tiempo y otros menos) a lo largo del acto reivindicativo.
Durante la mañana se han desarrollado distintas actividades, además de la lectura de un manifiesto en el que se ha explicado la necesidad del Centro Sanitario, las características que deberá tener, así como la urgencia de defender LA SANIDAD PÚBLICA por todas las personas, Situaciones como la que estamos atravesando nos lo demuestran. También había actividades para niños y niñas como ‘las pompas de jabón’, la actuación de la ‘Batukada Batuseira’ que ha amenizado la mañana con varias actuaciones, otras realizadas por el grupo ‘Scout MB68’ y las performances de los humoristas incansables y clásicos ya ‘Los pacientes impacientes’.