Estos fascistas de Vox, con los importantes resultados en Andalucía, andan crecidos y quitándose la careta por tiempos. El primer golpe en la mesa lo han dado al querer derogar la ley de Violencia de Género, un pacto apoyado por todos los partidos políticos.
Y es que se les ve el plumero, esperemos que no consigan lo que pretenden. Ciudadanos no quiere ni hablar de ello –aunque habría que saber lo que pactaron con Vox para tener un puesto en la mesa del Congreso andaluz–, y el PP ya está dando muestras de que esta ley le importa menos que el gobierno de Andalucía. Así, manifestaciones de Casado, de Teo García Ojea o de dos mujeres de la cúspide del PP, como Isabel Díaz Ayuso o Andrea Levy son cesiones claras y en consonancia con las razones que da Vox.
El PP ya no habla de Violencia de Género, ahora la llama Violencia Doméstica, mientras que Vox la llama Violencia Intrafamiliar. Se trata de no hablar de género para que no se piense en las mujeres. Ahora resulta que para estos partidos las agresiones no se dirigen a las mujeres, sino a todos los miembros de la familia. Clara intencionalidad en contra de las mujeres que son las que sufren violencia y son asesinadas mayoritariamente. Por cierto, que olvidan que muchos casos se producen fuera de lo que ellos llaman familia –la familia nuclear–, puesto que también se asesina a mujeres por el hecho de serlo fuera del ámbito familiar.
O sea, la debilidad que empieza a mostrar el PP obedece claramente a obtener los votos de Vox para su candidato Juanma Moreno, en la sesión de investidura. Les importa un pito las mujeres cuando se trata de obtener poder real en las instituciones, a cualquier precio. En definitiva, es lo que han venido haciendo desde siempre.
A las pruebas me remito. Anteriormente he mencionado las declaraciones de dos mujeres peperas que están en la dirección nacional. Una de ellas, la secretaria de comunicación, Isabel Díaz Ayuso, ha dicho, sin despeinarse:
«Nosotras muchas veces nos sentimos inmersas en ese discurso feminista que politiza todo y que lo hace todo irrespirable, que al final en los juzgados crea, muchas veces, indefensión hacia los hombres, a mi juicio, de una manera que clama al cielo»
Mientras que Andrea Levy, otra vicesecretaria del PP, tampoco se ha cortado:
“En el caso de las víctimas no miramos el sexo”. “En determinados crímenes hay hombres que están indefensos”.
En fin, de nuevo vuelve el blanco y negro, el NODO, el siglo XX. Vox, ese partido que es una extinción del PP, Y es que estas dos dirigentes peperas son mujeres machistas, que también las hay, por desgracia.
Esta puede ser la primera cesión, fagocitar a las mujeres en un acuerdo como si todos los miembros de la familia tuvieran las mismas expectativas de agresión, y como si los hombres no fueran mayoritariamente los agresores y las mujeres las víctimas.
Este es el primer punto que Vox quiere cambiar, veremos si lo consigue. El PP ya ha cedido en gran parte. ¿Cuáles serán las siguientes reivindicaciones que pretenderán hacer realidad los voxistas?: ¿La eliminación de las CC.AA. por una España Una, Grande y Libre?, ¿Salirnos de Europa o colonizarla?, ¿Hacernos cantar el himno español, al despertarnos?, ¿Entrar en guerra con el Reino Unido por Gibraltar? ¿Otorgarle la nacionalidad a Colón y nombrarle ministro plenipotenciaro del Imperio? ¿Nombrar como directores de las escuelas públicas a sacerdotes católicos? ¿Castigar con el paredón a la mujer que aborten por asesinas de género?
Ceder ante la Ley de Género puede ser la entrada a unas políticas de Vox de las que el PP tampoco está tan lejos. La única solución es combatirlas con la ley y con nuestros votos. No queda otra.
Salud y República
P.D. Hoy cuatro de enero, ya hay una mujer asesinada y otras dos manadas han violado a dos jóvenes. Vox lo tiene claro y como diría Aznar: Donde hay armas de destrucción masiva, siempre puede haber daños colaterales.