Hoy, estos días, me siento raro. Estoy como perdido…, perdido en algún lugar alejado de estos mundanos pagos. No sé si me encuentro a mil cien metros sobre el suelo o en la Tierra de los Unicornios. Pies fríos y corazón…, corazón ausente.
Hablo con los muertos y desprecio las conversaciones de los vivos, que no tienen nada interesante que contarme; no encuentro en sus palabras nada que me sea útil…
Palabras, palabras, palabras. Violenta represión en el ámbito cognitivo.
Te miro, os miro, y no me reconozco; aquí sobro. (Buscaré compañía entre los peces del mar.) Intento leer algo consistente y se caen las letras y las palabras. Las páginas de los libros se quedan en blanco. 18 de noviembre; emociones difíciles de comprender, confusión. Vida y muerte, eternidad; ¿aquelarres de meigas y brujas? Van 1242. (Seguiré cultivando tejos.)
No envidio a nadie pero tampoco doy motivo para que se fijen en mí (ser invisible nadando en las profundidades, en las aguas más turbulentas, refugiándose en el lodo; no tengo límites definidos).
Siempre estoy huyendo, siempre.
Nota: El denominado “Paradigma cognitivo”, una teoría psicológica planteada por Jean Piaget (J.P., Neuchâtel, 9 de agosto de 1896 — Ginebra, 16 de septiembre de 1980, fue un psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo), sostiene que la construcción de cada uno de nosotros somos resultado de un proceso que ocurre durante el desarrollo en nuestra infancia, dividido en cuatro etapas que van desde el nacimiento hasta los dieciséis años aproximadamente.
Hades Gaudó
Nota a pie de página: Como quiera que este espacio es reducido, tengo que restringir los ruegos habituales para que desde Europa se tomen medidas efectivas para ayudar a los refugiados sirios y a los demás refugiados, a los africanos, ya sean subsaharianos o magrebíes, en fin, a todos lo que sufren. En Europa, en España, cerramos fronteras; continuamos levantando barreras, unas de espino y otras de papel, algunas —mucho peor— de acero invisible, barricadas custodiadas por cíclopes y dragones… Malditas leyes e ideologías. (Cientos, miles de muros y vallas siguen elevándose hacia los cielos en todo el mundo…. Cientos de miles, millones de personas, continúan sin poder ejercer uno de los derechos elementales del ser humano. Lejos de resolverse, últimamente la situación se agrava cada día más.)
¿Quién ha dicho que tenemos derecho a levantar vallas y a cerrar fronteras? ¿a quienes queremos engañar?
No quiero terminar sin volver a recordar un asunto puntual importantísimo para ayudar en España como es el de solucionar de una vez por todas la insoportable la situación española en el asunto de los desahucios: cientos, miles de familias quedan en la calle porque la legislación española no soluciona la gran estafa que la Banca ha propiciado en las últimas décadas; auténtico pillaje que está dinamitando la cohesión social.
Y todo esto hay que hacerlo dejando aparte cualquier tipo de consideración ética y/o moral dejando de lado las ideologías, las creencias religiosas y las consideraciones económicas…, esto hay que hacerlo simplemente PORQUE ES LO CORRECTO.