Tras saltar las “alarmas” por un 16% más de muertos en carretera el primer trimestre de este año, el más trágico desde 2016.
La Dirección General de Tráfico (DGT) endurecerá este año la vigilancia en las carreteras para aumentar la seguridad vial después de que la mortalidad subiera un 16% el primer trimestre de este año respecto a 2023, con un plan de choque formado por 95 nuevos radares, 150 guardias civiles más (con mayor presencia en autopistas y autovías), seis millones de controles de alcohol y 120.000 de drogas, entre otras medidas.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, enumeró esas medidas en una rueda de prensa en Madrid, donde estuvo acompañado de la subsecretaria del Ministerio del Interior, Susana Crisóstomo; el director general de Tráfico, Pere Navarro; el general jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García, y el director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez.
Un total de 261 personas murieron en las carreteras españolas durante el primer trimestre de este año, esto es, un 16% más que en ese periodo de 2023, cuando las variaciones normales suelen rondar en torno a un 5%. Y hubo 908 heridos hospitalizados (uno más). Se trata del trimestre inicial más trágico en las carreteras españolas desde 2016.
Marlaska comentó que esos datos han propiciado que “hayan saltado las alarmas” y desde su departamento se sientan “obligados a actuar”. “Es imperativo romper esta tendencia al alza de la mortalidad vial”, sentenció.
Radiografía de la siniestralidad
La DGT ha detectado que entre enero y marzo de este año subió la letalidad de los siniestros (más repunte de personas fallecidas que heridas hospitalizadas), el consumo de alcohol antes de ponerse al volante y la conducción a velocidades excesivas.
Además, aumentaron un 50% la cifra de víctimas mortales en autopistas y autovías (por un 5% más en las carreteras convencionales), un 23% la de fallecidos en coche o moto (en este último caso, sobre todo en autopistas y autovías) y todos los tipos de siniestros, salvo los atropellos.
Un 34% de las personas fallecidas en carretera entre enero y marzo no llevaba puesto el cinturón de seguridad. “¿Parece mentira, verdad? Pues es así”, comentó Marlaska.
El número de personas fallecidas en días laborales creció un 29%, por un 1% en fin de semana. En el caso de los motoristas, el incremento fue de un 43% en fin de semana. La mayor parte de las víctimas mortales tenía entre 45 a 54 años.
Marlaska comentó que esa siniestralidad vial al alza también se produjo en otros países de la UE durante el primer trimestre del año (un 29% en Irlanda, un 14% en Francia, un 4% en Dinamarca y un 4% en Suecia).
Nuevas medidas
Por ello, la DGT pondrá en marcha nuevas medidas y las actuaciones de la Guardia Civil serán territorializadas, es decir, por comunidades autónomas.
Una de ellas es aumentar la vigilancia automatizada de la velocidad en las carreteras con 95 nuevos radares fijos (hasta alcanzar un total de 763), de los cuales el 60% serán de tramo.
A lo largo del año habrá 150 nuevos agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para elevar la visibilidad de sus motoristas en las carreteras.
Además, Marlaska comentó que los guardias civiles adaptarán el patrullaje a “la nueva realidad de la siniestralidad”, puesto que habitualmente hace un 30% de sus servicios en autopistas y autovías, y el 70% en vías convencionales.
En este sentido, la vigilancia se incrementará hasta el 50% en autopistas y autovías de las comunidades autónomas con siniestralidad vial al alza (por ejemplo, Andalucía y Comunidad Valenciana). En el resto de las regiones, adaptarán sus servicios de vigilancia en función de la evolución de los datos de siniestros.
Patrullas estáticas con estacionamientos de alta visibilidad, patrullas dinámicas y uso de vehículos comerciales no rotulados son algunos de los modos de vigilancia, y los guardias civiles orientarán sus servicios en los tramos y los momentos del día más peligrosos.
Controles preventidos de alcoholemia
Otra medida para este año es aumentar en 400.000 los controles preventivos de alcoholemia (hasta llegar a seis millones en total) y en 20.000 los de drogas (hasta alcanzar 120.000).
“El objetivo es evitar la sensación de impunidad. Queremos que, al término del año, uno de cada cuatro usuarios de la carretera haya sido requerido para un control de alcohol y drogas”, apuntó Marlaska.
Sobre los motoristas, la DGT intensificará las campañas de control y vigilancia durante los fines de semana de junio y octubre (meses donde hay más presencia de motos en las carreteras); habrá motos camufladas de la Guardia Civil para vigilar más a estos conductores en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Galicia, y se desarrollará una campaña de información y prevención con un tríptico y un folleto que entregarán los guardias civiles cuando les paren.
Tráfico vigilará más el transporte profesional y en furgoneta, sobre todo en días laborables, y hará más controles de alcohol y drogas a conductores profesionales.
“La seguridad vial es una responsabilidad compartida. Todos debemos asumir que una imprudencia en la carretera puede costarnos la vida y es un precio inasumible para una sociedad como la nuestra, moderna y avanzada”, comentó Marlaska, quien llamó a la “prudencia”, la “sensatez” y la “cordura” de los conductores.