¡Entramos en 2023, queridos lectores (y lectoras)! Zarabanda estrena el año con un nuevo diseño y una apuesta por abordar cada mes un tema, a fondo.
El año que comienza, ¿volverá a batir récords de temperaturas o a traernos Filomenas por el cambio climático? ¿El precio del gas hará imposible calentar la casa o el de la gasolina repostar el coche, por causa de alguna guerra -en un mundo globalizado, siempre cercana en sus efectos-?
Intentaremos hablaros de todo esto, que también está relacionado con el tema inevitable de conversación del mes: los dichosos carriles bici. La movilidad y el urbanismo son inseparables de la emergencia climática. Una emergencia climática que nos obliga a reflexionar si nuestra comodidad de hoy es el infierno de nuestros hijos e hijas, mañana.
Los negacionistas del cambio climático, a pesar de Ayuso, son cada vez menos. Nunca la ciencia y la sociedad habían compartido evidencias tan aplastantes de que la acción del ser humano suponía una amenaza para sí mismo, al desequilibrar la balanza de la vida y sus delicados equilibrios.
Estelas de humo de carbón en el cielo marcaron la ruta de los primeros ferrocarriles. La Modernidad surgió entre máquinas de vapor, dio sus primeros pasos mineros y se lanzó con el petróleo a una alocada carrera que hoy, ahora sí, sabemos que puede agotar el planeta.
¿Cómo abrazar el progreso en un mundo finito? ¿Cómo decrecer en recursos naturales cuando aún hay tantos, en el mundo pero incluso en Rivas, privados de lo más básico? El reto es titánico y debemos exigir a las Administraciones que tomen las medidas más valientes y necesarias. Pero, ¡ay, cómo nos enfadamos cuando esas medidas perturban nuestra vida cotidiana!
El enfado, como toda emoción, puede no tener argumentos o causas racionales, pero existe y no puede ser negado o ignorado. A veces, hasta es productivo y constructivo (y explica que el Ayuntamiento haya abordado cambios como el nuevo itinerario del carril bici o la retirada de los bolardos rojos que obstaculizaban el paso a los servicios de emergencia).
Hay quien cree que el enfado debe ser estimulado, desbordante. Y que eso alterará el rumbo de las elecciones municipales de 2023. Sus acciones son inútiles y en vano. Almeida, flamante alcalde del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid, mantuvo Madrid Central. Lo mismo pasará con cualquier partido que coja el bastón de mando ripense. Porque las urnas se llenarán de enfado o de sabia prudencia…pero el planeta, el planeta no vota y hará valer sus razones, votemos lo que votemos, con enfado y sin él.