La contaminación del aire es mucho más mortal que el coronavirus Mientras el coronavirus ocupa todos los titulares a nivel mundial, hay un “asesino” mucho más silencioso que está provocando casi 7 millones de muertes más al año: la contaminación del aire. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire contaminado y, en España, cada año mueren cerca de 35.000 personas por este motivo. Nos enfrentamos a una crisis de salud pública: casos de neumonía infantil, bronquiolitis y crisis asmáticas se disparan en presencia de estas partículas microscópicas que se consideran sustancias cancerígenas de primer orden. Los últimos datos que hemos podido conocer señalan que el cambio climático está aumentando los niveles de contaminación del aire: incendios forestales como los de Australia, Brasil, Indonesia o Los Ángeles y tormentas de arena como la de las Islas Canarias juegan un importante papel en la mala calidad del aire. Sabemos que las emisiones ligadas al transporte están creciendo más rápidamente que cualquier otra fuente. En ciudades como Madrid y Barcelona año tras año se superan los máximos legales de emisiones nocivas ligadas al tráfico, un incumplimiento que perjudica especialmente a la población más vulnerable como menores, tercera edad o personas con enfermedades respiratorias. Además, las fuentes de contaminación que más afectan a nuestra salud, como la quema de carbón, son también las responsables del cambio climático. España es uno de los países que más va a sufrir sus peores consecuencias, en forma de olas de calor, sequías, pérdida de especies o fenómenos meteorológicos extremos. Desde la campaña de cambio climático de Greenpeace trabajamos activamente por mejorar la calidad del aire, y reclamamos al gobierno de España que cierre las centrales térmicas de carbón y ponga fecha final a la venta de coches de combustión antes de 2030, por nuestra salud y la del planeta. |