OPINIÓN

eubilio rodriguez

Desde la playa

Eubilio Rodríguez reflexiona en su articulo sobre el impacto del cambio climático y cómo este se manifiesta de forma concreta en el País Valencià.

Sin dramatismos, sin amargarnos la vida demasiado, el descanso de verano puede servir para tomar conciencia del impacto de la actividad humana en la tierra que pisamos, la atmósfera y el agua que nos envuelven, y afrontar colectivamente situaciones provocadas y sufridas también colectivamente, como las inundaciones en el País Valencià.

Según el Informe Estado del clima europeo 2024 de Copernicus, el continente se calienta el doble de rápido que la media global, por lo que el Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático. Por cada grado que se añade a la temperatura media, la intensidad de las precipitaciones aumenta alrededor de un 7%.. Las inundaciones se han duplicado desde 2004, de modo que en los dos últimos años se han inundado 427.336 hectáreas de territorio de la UE.

Inundaciones sin freno y políticas que hacen aguas

En zonas como el Levante peninsular,además, un modelo económico basado en la especulación inmobiliaria y el turismo descontrolado, que ha cubierto de cemento cauces y barrancos, agudiza aún más esa vulnerabilidad climática. Tres de cada diez viviendas afectadas por la DANA en Valencia se habían construido en zona inundable.

A esta falta de previsión, basada a menudo en un negacionismo climático culpable, y este exceso de intereses espurios en la planificación urbana se ha sumado, una vez desencadenada la catástrofe, lo que el auto de la jueza instructora de la DANA califica como «manifiesta pasividad de la Administración Autonómica, que no supo alertar, ni en tiempo ni acertadamente, a la población», añadiendo otras calificaciones como “inacapacidad-incompetencia-irresponsabilidad”

Es evidente la necesidad de los sistemas de alerta temprana. Los Países Bajos entre 2007 y 2019 han desarrollado programas como Room for the River. Su objetivo es proporcionar más espacio a los ríos para que puedan inundarse de forma controlada y segura, reduciendo así el riesgo de daños a las áreas urbanas próximas.  

Privatizaciones opacas tras la DANA ponen en duda la gestión pública

Pero hoy soplan malos vientos para las políticas climáticas y la transición justa. “La ecología es para Trump, Milei y sus socios europeos la antítesis de su modelo de sociedad porque propone más reglas de juego para proteger a las personas y el planeta y ellos buscan lo contrario: terminar con cualquier marco regulatorio ecosocial que vaya en contra de sus intereses”.(Florent Marcellesi). Y están arrastrando en esta deriva a otros sectores sociales; así avanza la demolición del Acuerdo Verde y el ataque a las ONG ambientalistas en la Unión Europea.

Mientras que, en las obras de reconstrucción de la DANA, se están adjudicando contratos a empresas privadas en condiciones sospechosas: “Los precios fijados por la Generalitat para abonar obras en las carreteras destruidas por la DANA superan entre un 30% y un 300% más que los que el Ministerio de Transportes ha fijado para los mismos contratos de emergencia” (El Diario,2-3-2025). “13 consultores privados desarrollarán el Plan de Reconstrucción de Mazón al dejar la conselleria sin personal… “La consultora PWC cobra entre 110.000 y 160.000 euros al mes por hacerle el plan de reconstrucción al Gobierno de Mazón” (El Diario, 14-3-2025)

A estas alturas va quedando clara la necesidad de una intervención previa y posterior de los poderes públicos ante las catástrofes naturales, para planificar y financiar unos proyectos que respondan de verdad a las causas y consecuencias de la emergencia climática como una prioridad absoluta en su tarea de gobierno.

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