Cuando tenemos que organizar, por ejemplo, una fiesta o comida entre amigos, todos tenemos claro que para saber lo que necesitamos, primero tenemos que saber cuántos seremos, las actividades que queremos desarrollar, y si hay alguien con una necesidad especial. Despejada esa incógnita, ya sabemos en que mesa podemos entrar, cuantas sillas vamos a necesitar y la cantidad de comida que tenemos que comprar. Además, si alardeamos de ser unos buenos anfitriones, intentaremos acordar el día y la hora, además de otros aspectos, con los participantes, de modo que si hay un acuerdo mayoritario, sin duda, hará que la “velada” sea mejor. De lo contrario, la cosa podría no resultar: gente de pie por falta de sillas, comida de sobra que termina estropeándose, bebida caliente por falta de hielos, etc.
Pues bien, el Gobierno de Rivas ha resultado no ser un buen “anfitrión”, y ya ha montado una “fiesta”, en la que se ha gastado dinero, sin que haya acuerdo de los “participantes”, y en la que no sabe si tiene lo que necesita para desarrollar las “actividades” programadas.
Hablamos de la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento (RPT), instrumento con el que la administración organiza sus recursos humanos de acuerdo a las necesidades de los servicios que debe prestar a la ciudadanía. Contar con una correcta RPT es básico y con ese objetivo el Ayuntamiento ha contratado una empresa, por valor de más de 60.000 euros, para que determine las necesidades existentes y las modificaciones que se deben llevar a cabo en lo que a puestos de trabajo se refiere.
Pero antes de esperar a tener los resultados del informe contratado, el Gobierno de Somos Rivas y Rivas Puede, ya ha aprobado, únicamente con sus votos a favor, una modificación de la RPT. Es decir, no han esperado a saber cuántos son y lo que necesitan para montar la “fiesta”.
Una modificación que supone, entre otras cosas, creación de nuevos puestos de trabajo (no se debe confundir con nuevos funcionarios), variación de complementos específicos o complementos de destino, trabajadores que suben de nivel, nuevos pluses de disponibilidad… y cuya aprobación ya ha comprometido más de 272.000 euros.
Además, como decía antes, es una “fiesta” en la que no hay acuerdo con el resto de “participantes”. La modificación de la RPT aprobada por el Gobierno no cuenta con el apoyo de ningún sindicato. A este respecto, a un buen “anfitrión”, a un Gobierno de izquierdas, se le presupone y se le debe exigir un mayor talante negociador y una voluntad real de llegar a acuerdos. Y este no ha sido el caso.
En resumen, se han gastado el dinero en un informe que, en cualquier administración mínimamente ordenada debería servir como referencia que justificase y determinase las modificaciones a llevar a cabo, pero antes de disponer de dicho informe, ya se han llevado a cabo modificaciones sin una justificación objetiva que los respalde. ¿Por qué el Gobierno de Rivas no ha esperado a tener los resultados de la valoración? ¿Para qué contratar a una empresa para que realice una valoración de la RPT sí tenían claro lo que querían hacer? ¿Y si la valoración resultante no justifica los cambios realizados por el Gobierno? ¿Darán marcha atrás? ¿Cómo lo explicarán?
La realidad es que no se entiende y tiene difícil explicación este modo de proceder del Gobierno de Somos Rivas y Rivas Puede, que parecen haber montado una “fiesta” improvisada. Por ello, desde el PSOE de Rivas votamos en contra de esta modificación y esperaremos al resultado de la valoración que se está realizando para, entonces sí, con un estudio que lo justifique, exigir una modificación de la RPT que garantice una adecuación de los puestos de trabajo, lo cual tendrá su traducción en mejores servicios para los vecinos y vecinas de Rivas Vaciamadrid.