OPINIÓN

El Ayuntamiento de la incoherencia se manifiesta por una cosa

Falta vivienda y sobra sectarismo

Hace ya tres años, el Gobierno municipal decidió suspender la concesión de licencias urbanísticas. Era, decían, una decisión que formaba parte de un ambicioso proyecto de reflexión para mejorar la ciudad. El precio de esa decisión era muy alto -pagaban muchos ripenses que vieron frustradas sus expectativas vitales en algo básico como la vivienda-, pero todos tranquilos: el Ayuntamiento de Rivas tenía un plan maravilloso. Solo había que ‘pararse a pensar’, y todas esas grandes ideas se plasmarían en un Plan General de Ordenación Urbana sostenible, transformador, resiliente y, sobre todo, muy de izquierdas.

Pues bien, tres años después no tenemos nada de eso. La única realidad la vimos en el pleno del pasado julio, cuando IU y sus socios de Gobierno aprobaron los “Criterios para la Elaboración del PGOU”. Es un documento con más nombre que propuestas reales, lleno de ideas genéricas.

La situación causa sonrojo. En los más de tres años que han tenido la ciudad paralizada no han sido capaces de elaborar un estudio riguroso sobre las necesidades del municipio, de sus vecinos. Los “Criterios” presentados son en la mayor parte meros principios copiados de la Agenda Urbana (su manual de supervivencia política), aplicables a casi cualquier municipio.

¿Para eso ha pagado el Ayuntamiento jugosos contratos a expertos como el despacho Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Desarrollo? ¿Para eso nos han colocado a un gerente de la EMV, traído de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda de Toledo? ¿Para eso necesitábamos a una urbanista que fue vocal vecina de Manuela Carmena, traída también del mismo despacho de Ezquiaga? Este despacho es también el adjudicatario de los contratos para el diagnóstico de la situación urbanística del municipio, para la modificación puntual nº 3 del PGOU que permitió aprobar la construcción ilegal del centro de protección animal en una zona verde de la avenida de la Técnica, y para la redacción de los documentos para el avance de la revisión del PGOU. En definitiva, está haciendo un traje a medida al equipo de Gobierno municipal. Lo pagamos todos nosotros.

Especialmente llamativa es una omisión del documento: no se dice nada del problema de la vivienda. Para el gobierno local es más cómodo hablar de grandes principios que de necesidades reales. No quieren ver lo que establece la ley: las Administraciones Públicas deben “destinar suelo adecuado y suficiente para usos productivos y para uso residencial”. Y tampoco quieren ver la realidad del mercado: el último informe de la tasadora Tinsa señalaba que en el segundo trimestre de 2024, Rivas fue el municipio de la corona metropolitana de Madrid donde más creció el precio de la vivienda, con un 5,6%, frente, por ejemplo, el 2,4% de Leganés, o el 3,6% de Coslada. Hasta en la capital creció menos.

Mientras la realidad les atropella, nos hacen perder el tiempo con unos ‘Criterios’ que no tienen encaje en el procedimiento legalmente previsto para aprobar el nuevo Plan General. En el pasado pleno nos vimos obligados a debatir sobre los criterios de los criterios de los criterios, mientras siguen cerrando nuestra ciudad y encareciendo la vivienda.

Porque todo responde a una estrategia, la que ya aplicaron la pasada legislatura. En 2021 paralizaron la construcción para llegar a 2023 sin nuevos vecinos. Ahora, en 2024 seguimos con el urbanismo prácticamente paralizado para que en 2027 tampoco se hayan empadronado nuevos vecinos. Juegan con el Urbanismo para hacer ingeniería social, juegan con las ilusiones de quienes quieren vivir en Rivas. Este Gobierno tiene como único propósito cerrar nuestra ciudad para amoldarla a sus intereses. Los principales perjudicados son los ciudadanos.

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