En el Sáhara
Occidental está la cinta transportadora de fosfatos más larga del
mundo; desde el final de ésta, buques cargueros transportan los fosfatos a
varios países, donde son utilizados, además de en otras industrias, en la
producción de fertilizantes.
Esta industria ha estado proporcionando grandes ingresos a Marruecos desde
el inicio de la ocupación. Paralelamente, este expolio está generando graves
daños ambientales en el territorio saharaui.
Desde el Observatorio de Recursos Naturales del Sáhara Occidental denuncian
que hay un altísimo componente ético y moral asociado a las adquisiciones de
fosfatos saharauis por parte de las empresas porque, señalan, que las
autoridades marroquíes están violando los derechos humanos en los territorios
ocupados del Sahara Occidental.
Marruecos se está beneficiando ilegalmente de los recursos naturales y cualquier
negocio con recursos naturales de un país ocupado contribuye a prolongar la
situación de ocupación.
Acuerdos ilegales de UE-Marruecos
Con la aprobación de un nuevo acuerdo
pesquero con Marruecos, la Unión Europea se convierte en cómplice del robo que
el ocupante marroquí seguirá perpetrando al pueblo saharaui.
El acuerdo aprobado por parte del Parlamento Europeo va en
contra del derecho internacional y contradice la sentencia del Tribunal
de Justicia Europeo, que establece que no se pueden incluir las aguas
territoriales del Sáhara Occidental, un Territorio No Autónomo
pendiente de descolonización.
La sentencia del TJE dictamina que para la explotación de las
aguas del Sáhara Occidental es necesario el consentimiento del
pueblo saharaui y de su legítimo representante reconocido por la ONU,
el Frente Polisario, lo que no se ha tenido en cuenta. La
ilegalidad del acuerdo ha sido denunciada por las organizaciones
internacionales, como Human Rigths Watch (HRW).
Los europarlamentarios y europarlamentarias que han votado a favor del acuerdo
son responsables de que continúe el expolio de los recursos naturales del
Sahara Occidental y se convierten en colaboradores de la opresión y persecución
que el régimen marroquí ejerce contra el pueblo saharaui, que sufre a diario la
violación de los derechos humanos. El Parlamento Europeo con este encuerdo
obstaculiza los esfuerzos de la ONU y la Unión Africana para llegar a una
solución definitiva en el conflicto del Sáhara Occidental que garantice la
autodeterminación del pueblo saharaui.
En particular, es lamentable el papel que juega España, que hace 44 años
abandonó su colonia y entregó el territorio a Marruecos incumpliendo con las
obligaciones internacionales que marcaron las Naciones Unidas y ahora respalda
un acuerdo ilegal con el que ocupante marroquí pretende seguir en un país sobre
el que ningún Estado le reconoce soberanía.
El Gobierno de España vuelve a traicionar a un pueblo al que dio la
nacionalidad española y lo hace sin tener en cuenta el sentir mayoritario del
pueblo español, que apoya la justa causa saharaui, y al que estamos
profundamente agradecidos.
Al día siguiente de la aprobación del
acuerdo se produce la visita de los Reyes de España a Marruecos, en la que
debería estar presente la defensa de los derechos humanos en el Sahara
Occidental. Entre los ministros que acompañaron a Felipe VI se encuentra el de
Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuyo departamento deportó el pasado mes de
enero a Marruecos a un estudiante saharaui que buscó asilo político en
Lanzarote, huyendo de la policía marroquí al ser perseguido por su activismo
político.
El Frente Polisario va a seguir luchando con todos los medios a su alcance
contra la nueva agresión al pueblo saharaui que supone el nuevo acuerdo
pesquero, sabiendo que le asiste la legalidad internacional, que
lamentablemente no han respetado los europarlamentarios y europarlamentarias
que han votado para que Marruecos siga oprimiendo al pueblo saharaui.