Envejecer es algo natural y afecta a personas y objetos. Es ley de vida. Si nos referimos a un ser vivo, una persona vieja es alguien de edad avanzada. Lo ideal, sería envejecer bien con el objetivo saludable de seguir viviendo, a partir de cierta edad, decentemente, es decir, con calidad y una salud acorde con la edad que vamos teniendo.
La OMS dice que el envejecimiento activo es el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
El envejecimiento activo permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras se les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia.
Es necesario tener en cuenta que las peores condiciones de vida frenan la longevidad. Si miramos con detenimiento el paso del tiempo y los nuevos acontecimientos, observamos que la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EEUU y su liderazgo en la extrema derecha nos lleva a la pérdida de derechos y conquistas sociales que se pensaban que se mantendrían en el tiempo. El progreso, que parecía garantizado, ya no puede mantener que los hijos vivirían más tiempo y mejor que los padres. Las nuevas expectativas sugieren que la vida será más corta y peor. Los últimos datos del INE dicen que la esperanza de vida con buena salud se reduce poco a poco.
Para que el envejecimiento activo sea algo real y al alcance de toda la población es fundamental mantener una buena salud, lo que supone una alimentación equilibrada, ejercicio regular y chequeos médicos periódicos. También contribuye que las pensiones sean dignas y que la sanidad pública funcione correctamente, con un equipo de facultativos y enfermeras bien remunerados.
También es importante cuidar la salud mental a través de actividades que estimulen el cerebro, como leer, aprender algo nuevo o jugar a juegos que desafíen la mente. Mantener conexiones sociales es clave para un envejecimiento activo. Seguir aprendiendo es esencial y puede mantener la mente activa y abierta a nuevas experiencias.
Es crucial crear un entorno físico y social que apoye el envejecimiento activo. Esto incluye la accesibilidad en el hogar y en la comunidad, así como el apoyo de familiares y amigos. Lo último, que las personas viejas sean aparcadas en asilos.