Este mes les vamos a presentar a uno de los miembros de una familia de coleópteros cuyos miembros son conocidos como “escarabajos tigre” debido a la voracidad de sus hábitos depredadores; se trata de “Cephalota (Cassolaia) maura (Linnaeus, 1758)”, una de las especies que viven en los municipios del este y sur de Madrid. En efecto, los cicindélidos son escarabajos de vistosos colores metálicos con dibujos blancos o amarillentos sobre los élitros, ojos voluminosos y mandíbulas grandes con fuertes dientes en el margen interno; son depredadores entomófagos no especializados que corren con mucha agilidad gracias a sus patas largas y delgadas y, además, son buenos voladores. Como otros congéneres, “Cephalota maura” tiene los élitros salpicados con manchas circulares de color amarillento cuya función es la de camuflarse. Es un insecto termófilo, de hábitos diurnos, siendo más activos en los días soleados con ausencia de viento. De movimientos muy rápidos cuando ataca a sus presas después de acecharlas, realiza también vuelos cortos cuando se ve amenazado. Prefiere asentarse en zonas desnudas de vegetación, en las orillas de cauces estacionales o con aguas estancadas. Realiza la puesta en suelo húmedo, donde las larvas excavan profundas galerías, en los márgenes de ríos, arroyos o lagunas.
“Cephalota maura” coloniza el norte de África y las regiones más cálidas, salobres y áridas del sur de Europa occidental. En la Península Ibérica suele encontrarse cerca de la costa, ocupando generalmente zonas salinas de la franja meridional y nordoriental, siendo relativamente escasa en localidades interiores alejadas del litoral. En la Comunidad de Madrid está muy localizada.
Las cicindelas se encuentran entre los animales más rápidos del mundo porque, aunque solo pueden alcanzar los 8 km/h, la comparación de su tamaño y el del ser humano equivale a correr a más de 360 km/h.
José Ignacio López-Colón