El alcalde Almeida quiere acabar con los puestos de la Plaza Tirso de Molina

El pasado domingo 19 de julio, como se venía haciendo desde hace décadas, los puestos políticos del Rastro han vuelto a colocar de forma colectiva sus mesas en la plaza de Tirso de Molina en Madrid. A las once de la mañana hemos recibido la visita de unos agentes de la policía municipal, con órdenes de levantar los puestos y sancionarnos si nos negábamos a ello, diciéndonos en primer lugar que carecíamos de licencia y que además el Rastro estaba cerrado por órdenes del Ayuntamiento. Ante nuestras insistentes peticiones de explicaciones dado que no entendemos por qué el ayuntamiento procede ahora de esta manera solicitándonos unas licencias que saben de sobra que no tenemos. Han respondido llamando a más refuerzos de policía municipal, mientras trataban inútilmente de excusar, aludiendo a reales decretos, la realidad de esta decisión del equipo de gobierno de Almeida: los puestos políticos molestan en la plaza de Tirso de Molina. Nada han comentado sobre aforos, medidas de seguridad sanitaria, o algo que tuviera que ver con la salud pública como motivo por el que nos impiden montar los puestos: la pandemia es una excusa perfecta para arrebatarnos para siempre nuestro espacio los domingos sin generar demasiada oposición. O eso creen.

Una compañera que se ha negado a recoger su puesto ha sido sancionada y su material requisado, mientras los compañeros del sindicato CNT, que tiene reconocido por el Ayuntamiento el derecho a montar puesto tras un pleito judicial derivado del intento de desalojo de los puestos en el año 1992, han decidido recogerlo en solidaridad con los demás puestos de la plaza. Hay que decir además, que los puestos estábamos cumpliendo escrupulosamente la normativa al respecto de las medidas sanitarias: separación de dos metros entre los puestos, geles desinfectantes para las manos, mascarillas, etc. y que no se estaba produciendo en la plaza ningún tipo de aglomeración hasta que ha llegado la policía.

Los puestos políticos de Tirso de Molina tienen una larga historia detrás: desde su traslado a finales de los 70 a su ubicación actual para evitar los enfrentamientos con los militantes fascistas de Fuerza Nueva y Falange en la plaza de Cascorro, donde se encontraban originalmente situados, estos puestos han sido y son un referente a nivel del Estado, e incluso Europeo, donde encontrar y “tomar el pulso” a un amplio espectro de grupos, colectivos, asociaciones, sindicatos, partidos…, siempre dentro del ámbito de la izquierda extraparlamentaria y el movimiento anarquista. Los puestos han sufrido durante estos casi cuarenta años intentos de desalojo, ataques fascistas, presión mediática y policial…, intentos de expulsarnos…, de los que siempre hemos salido airosos gracias a la implicación y la lucha de decenas de compañeras y compañeros.

Ahora queremos pediros de nuevo apoyo para evitar que ‘Tirso’ los domingos se convierta en un desierto. En este caso ha quedado patente, que la intención del Ayuntamiento es la de impedir que los puestos políticos vuelvan a la plaza, independientemente de lo que ocurra con los puestos del Rastro en Cascorro y Ribera de Curtidores (también en lucha para evitar que destruyan el histórico y emblemático mercadillo del centro de Madrid y a los cuales les mandamos nuestro apoyo) y no podemos permitir que esto suceda. Los puestos políticos de Tirso de Molina pueden ser gestionados con total seguridad sanitaria y considerando la gran superficie y lo espaciado de los puestos a lo largo de toda la plaza, es dificil el que se produzcan aglomeraciones.

Os animamos a acudir a la plaza de Tirso de Molina el próximo domingo 26 de julio a las 12 de la mañana, para decirle al Ayuntamiento que los puestos políticos no se tocan y que no vamos a parar hasta que no recuperemos el espacio que venimos ocupando desde hace décadas.

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PUESTOS POLÍTICOS DE TIRSO DE MOLINA

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