El 18 de enero, últimos datos proporcionados por la Administración Sanitaria de la Comunidad de Madrid, había 1.724 trabajadores del Sermas de baja por Covid. De ellos, 566 eran enfermeras/os, el grupo más numeroso entre los profesionales sanitarios que trabajan para el Servicio Madrileño de Salud, Sermas. A esta cifra habría que sumar las bajas por otras contingencias, cifra que desconocemos, a pesar de haberlas solicitado a los responsables de la Administración sanitaria.
En los últimos días, además de incrementarse sustancialmente los ingresos tanto en planta como en UCI, se observa la precarización de la asistencia a los usuarios. «Con la misma plantilla, ya que no se producen nuevas contrataciones ni se cubren todas las bajas que se producen, las enfermeras deben ocuparse de nuevos espacios abiertos como gimnasios, salas de espera, etc. que ya están siendo reconvertidos en salas Covid. Espacios donde la presencia de las enfermeras y enfermeros es esencial e imprescindible». Las enfermeras son obligadas a abandonar sus servicios, que no hay que olvidar siguen ofreciendo cuidados a sus pacientes, por lo que la atención que se ofrece disminuye por la falta de profesionales.
A este hecho hay que añadir que, en algunos hospitales se está modificando de forma unilateral los horarios de las enfermeras. En vez de hacer jornadas de 8 horas se les obliga a hacerlas de 12 horas para que puedan detraerse profesionales de Enfermería que son desplazadas a los nuevos espacios que se están planificando y abriendo en algunos hospitales como salas de espera, gimnasios, etc.».
Las UCIs médicas madrileñas, que están casi al 140% de su capacidad inicial, están al límite (las que realmente son UCIs y no espacios reconvertidos en ellas). «Muchos Servicios de Reanimación (REA) se ha transformado en UCI provisionales pero han necesitado un refuerzo en sus plantillas ya que los cuidados que se ofrecen en estos nuevos Servicios no tienen nada que ver con el de una UCI», explican desde SATSE Madrid, que considera que la situación actual en estos servicios es preocupante, «no tanto por los espacios sino por la falta acuciante de profesionales de enfermería con experiencia en UCI».
Improvisación, improvisación, ….
El Sindicato de Enfermeras lleva más de 6 meses reclamando planes de actuación que han sido sistemáticamente desoídos por la administración regional. «En julio ya avisamos de que tras el verano la situación empeoraría. También lo hicimos en Navidad y lo mismo. No se ha reforzado el Sermas y siguen estando las plantillas enfermeras muy precarizadas, con numerosas bajas y con espacios asistenciales nuevos a los que hay que dotar de enfermeras y enfermeros».
«Las plantillas, a diferencia de los planes de elasticidad que diseñan desde el Gobierno regional para UCIs hospitalización y demás servicios del Sermas, no pueden estirarse y pretender que con la misma plantilla se haga mucho más es castigar a unos profesionales que, además, no cuentan con ningún tipo de apoyo por parte del Gobierno regional»
En nuestra Comunidad, a diferencia de lo que ha pasado en otras regiones, no se han establecido planes de mejora para los profesionales sino todo lo contrario ya que castiga, sin poder ser contratados por el Sermas, a los que no quieren acudir al Hospital Enfermera Isabel Zendal. «Estamos cansados, hartos y decepcionados con la actitud de un Gobierno regional que no quiere comprender ni reconocer el esfuerzo que diariamente realizan miles de profesionales sanitarios y sociosanitarios».
Consideramos positivo que se faciliten hoteles donde las enfermeras/os puedan descansar pero hacerlo a 40 minutos andando del Hospital Enfermera Isabel Zendal no creemos que sea muy práctico. «Mejor sería, que ese dinero lo dedicasen a recompensar a los más de 80.000 profesionales del Sermas por su esfuerzo por la Covid o a mejorar las retribuciones de enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas para incentivar su permanencia en el Sermas y conseguir, de paso, atraer nuevos profesionales en vez de desmotivarles y echarles»,
SATSE Madrid