El ITE diseña planes de Eco-innovación para ayudar a las empresas en su transformación hacía este nuevo modelo de producción
ITE Instituto Tecnológico de la Energía
Todos hemos escuchado que la economía circular es el futuro. Sin embargo, este modelo de producción y consumo, tan en boga en los últimos tiempos, se planteó hace casi cincuenta años en un informe de investigación para la Comisión Europea ‘The Potential for Substituting Manpower for Energy’ escrito por el economista Walter Stahel junto con Genevieve Reday. El estudio ya presentaba una visión de una economía en bucles o economía circular que tendría un gran impacto en la creación de empleo, la competitividad económica, el ahorro de recursos y la prevención de residuos.
En España, el Gobierno también ha empezado a trabajar en este modelo de producción y aprobó el pasado mes de junio la Estrategia Española de Economía Circular, España Circular 2030, alineada con las hojas de ruta europeas y enmarcada dentro del escenario de economía circular que se quiere impulsar como palanca para la recuperación económica de nuestro país tras la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
Construcción, industria, turismo o textil son algunos de los sectores prioritarios a los que se dirige esta estrategia, que se ha convertido en una oportunidad única para desarrollar una industria basada en el reciclaje. Precisamente, la Comisión Europea ha otorgado un papel fundamental a la gestión de los residuos con una gran variedad de legislación en este sentido con el objetivo de renovar los objetivos de reutilización y reciclado para mejorar el tratamiento y gestión de los residuos.
Planes de Eco-innovación, la herramienta del ITE para la gestión sostenible de los recursos
El desarrollo de proyectos de economía circular es una de las líneas marco de la labor de investigación que se desarrolla en el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE). Este centro tecnológico, que cuenta con la colaboración de la conselleria de Economía Sostenible y, en concreto, desde el Instituto Valenciano de Competitividad (IVACE), asesora y desarrolla para empresas y áreas industriales sobre mecanismos y soluciones tecnológicas innovadoras que permitan mejorar su sostenibilidad, productividad y competitividad.
Los investigadores del instituto definen e implementan, junto con las áreas empresariales implicadas, el modelo de producción circular ad hoc para mejorar y optimizar la vida útil de los residuos, cerrando bucles en ecosistemas industriales y reduciendo los residuos. Son los llamados Planes de Eco-innovación del ITE.
Las necesidades principales de las áreas industriales para lograr sus objetivos de sostenibilidad, eficiencia, innovación y competitividad pasan por: modernizarse tecnológicamente, reducir el impacto ambiental, hacer un uso eficiente de recursos con la consecuente reducción de costes de producción, reducir la generación de residuos y la pérdida de materiales de valor, mejorar infraestructuras y servicios básicos así como la comunicación con y entre las empresas, realizar una gestión conjunta eficiente, ser capaces de generar energía local renovable y lograr una sensibilización por estos temas en el tejido industrial.
Mediante los planes de eco-innovación se identifican oportunidades y posibilidades de mejora en las áreas de nuevas tecnologías, energía, economía circular y movilidad en un entorno formado mayoritariamente por pymes multisectoriales con un sustancial potencial de mejora en el rendimiento energético y medioambiental, así como con la necesidad de modernización tecnológica para mejorar indicadores económicos y competitivos.
La labor del ITE en este campo no acaba aquí, ya que también analizan la situación y los flujos de producción de las empresas para adaptarlas a la Ley 14/2018 de la Generalitat Valenciana de gestión, modernización y promoción de las áreas industriales de la Comunidad Valenciana, cuyo objetivo es el de regular la implantación de medidas y figuras jurídicas de nueva creación dirigidas a mejorar la gestión y facilitar la modernización y la promoción de las áreas industriales de la Comunitat Valenciana, con el fin último de mejorar la calidad de éstas e incrementar la competitividad. Como es de suponer, las medidas enfocadas al reciclaje de residuos en estas áreas industriales son objetivo prioritario.
Es precisamente en este escenario en el que ITE trabaja en el desarrollo de plataformas colaborativas para optimizar el uso y gestión de recursos y excedentes en parques industriales y municipios y potenciar la economía circular de proximidad. Estas plataformas favorecerán el intercambio, comercialización y gestión de los recursos locales para mejorar la circularidad de los flujos de materia y energía. En municipios como Alzira o Algemesí (Comunidad Valenciana) ya se han aplicado estos planes de actuación y fomento de la eco-innovación y la economía circular con excelentes resultados.
La transformación de los parques empresariales de la Comunitat cuenta también con las ayudas directas que otorga el IVACE, destinadas a proyectos de inversión para la mejora, modernización y dotación de infraestructuras y servicios en los polígonos industriales, áreas empresariales o enclaves tecnológicos y parques científicos. Entre las acciones que este tipo de ayudas apoyan encontramos varias que se enmarcan en criterios de sostenibilidad como son la mejora de alumbrado público mediante medidas de eficiencia energética o la instalación de sistemas de gestión de residuos, en especial aquellos considerados como peligrosos.
El futuro pasa por la colaboración
Actualmente, desde el ITE también trabajan en el desarrollo de plataformas colaborativas para optimizar el uso y gestión de recursos y excedentes en parques industriales y municipios para potenciar la economía circular de proximidad. Estas plataformas favorecerán el intercambio, comercialización y gestión de los recursos locales para mejorar la circularidad de los flujos de materia y energía.
El futuro más próximo, marcado por los objetivos sostenibles de Estrategia Circular 2030, está llamando a la puerta, queda menos de una década para dar los pasos necesarios encaminados a la transformación de nuestro sistema productivo en uno más sostenible para todos.
Los cambios que deben abordarse son muchos y todos importantes, la implicación de todos los sectores económicos es importante. Probablemente, el de la energía tenga mucho que decir pero no es el único ni podrá asumir todo el peso de una tarea en la que todos y cada uno de los individuos también tenemos mucho que decir y hacer. (RETEMA)