Rivas-Vaciamadrid, por mucho que les pese a algunos, es una ciudad joven. Es una ciudad en la que casi uno de cada cuatro vecinos tenemos menos de 30 años. Y a algunos parece que les pesa, y mucho. Porque les recuerda algo que para la inmensa mayoría de ripenses supone un orgullo: que aquellas pequeñas urbanizaciones de los años 80 han quedado ya muy lejanas en el tiempo, dando lugar a un extensísimo, dinámico, abierto y plural municipio del que cada vez más jóvenes de toda condición nos sentimos parte.
Y precisamente, en el pasado pleno del mes de noviembre, los grupos políticos de nuestra ciudad tuvieron la oportunidad de debatir acerca de nuestra participación, la de los jóvenes, en la vida política de Rivas. Paradójicamente, el objeto inicial del debate no era este, sino la deliberación de una moción presentada por IU sobre el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid; cuestión radicalmente alejada, una vez más, y para sorpresa de nadie, de la vida cotidiana de los ripenses.
Pero sí quise aprovechar esa oportunidad para devolver el foco de debate del pleno al lugar del que nunca tendría que haber salido: nuestra ciudad; y en concreto, la situación de los jóvenes en ella. Porque claro, no dejaba de ser irónico, incluso cómico, escuchar en el pasado pleno entusiastas discursos sobre la importancia de la implicación política de los jóvenes, provenientes de una bancada -la bancada del gobierno local- en la que ni uno de 14 concejales de IU y PSOE que la conforman es joven.
Preferí, en cualquier caso, no hacer sangre de este paradójico hecho, ya que entendía la posible mala suerte de que ningún joven de ambos partidos hubiese sido electo, dados sus pobres resultados electorales el pasado 28M-2023. Por eso, si realmente queríamos someter a examen la participación política de la juventud en los partidos de nuestra ciudad, se hacía preciso acudir a las listas, a las candidaturas de ambas formaciones. Así que propuse a mis compañeros concejales en el salón de plenos un reto que ahora le planteo al lector: ¿Es alguien capaz de encontrar a una persona con menos de 30 años en las listas de Izquierda Unida o del PSOE de Rivas?
Tras varios segundos de búsqueda y suspense, obtuve la misma conclusión a la que seguramente llegue el lector tras unos minutos de investigación entre la ristra de nombres de ambas papeletas. En efecto, ni un sólo joven en sendas listas. ¿De verdad que, en una ciudad en la que casi 1 de cada 4 ripenses tenemos menos de 30 años, ni IU ni el PSOE son capaces de encontrar a ningún joven lo suficientemente preparado como para ejercer como concejal en el Ayuntamiento de nuestra ciudad?
Esta misma pregunta se la formulé a los concejales de ambos partidos en el pleno del pasado 28 de noviembre. A día de hoy, todavía no he recibido respuesta, y lo lamento. Pero más que yo, seguramente lo lamentan los jóvenes del PSOE y de Izquierda Unida (si es que acaso existen), a los que me imagino observando atónitos y decepcionados cómo las estructuras orgánicas de sus respectivas formaciones los excluyeron sin complejos del verdadero y legítimo foro de participación política juvenil: las instituciones públicas.
Lamento, por tanto, esta falta de transparencia y de explicaciones por parte de nuestro gobierno local acerca de la marginación de los jóvenes de entre sus filas. Pero lamento mucho más que después del debate que mantuvimos con respecto a esta cuestión, la concejala socialista Elena Muñoz (a la que guardo un amigable y sincero respeto), decidiese contraargumentar mi intervención fuera del pleno, en un post publicado en su cuenta de Facebook, visible para todos los usuarios pero sin derecho a respuesta salvo para sus seguidores (de entre los que desgraciadamente no me hallo).
Me sorprende que la señora Muñoz, en su extensa experiencia como concejal -de la que presume y que yo admiro-, todavía no haya descubierto que es en los plenos, y no en publicaciones de Facebook sin derecho a réplica, en donde deben tener lugar los debates concernientes a nuestra ciudad por parte de los concejales. Más aún cuando se vierten graves acusaciones y mentiras explícitas: en ningún momento hice alusión a Matusalén, ni a la EGB, ni a la edad promedio del equipo de Gobierno. Y en efecto, como bien señala la concejala Muñoz, está grabado y puede verse partir del minuto 04:41:16, a través de este enlace (que adjunto en aras de un mayor compromiso con la verdad y de transparencia con nuestros vecinos).
Me entristece de veras que los concejales del Grupo Socialista se vean obligados a rebatir en sus cuentas de Facebook, con graves injurias, lo que no son capaces de rebatir en los plenos. Y me entristece más aún que, cuando no son capaces de explicar el porqué de esta marginación juvenil, recurran al clásico “que viene el lobo”; en una singular mutación de la tradicional “lucha de clases” por una “lucha de edades” que, sinceramente, invita a la carcajada. Sólo les queda el miedo y la confrontación ante una ciudad que se les ha hecho grande, demasiado plural para su gusto. Prefieren una Rivas divida, enfrentada, y políticamente uniforme, en la que nadie le mueva el sillón a los que llevan décadas gobernando mientras los jóvenes seguimos excluidos de cualquier toma de decisión.
Pero detener la irresistible fuerza del pluralismo es imposible. Por eso evidencian, con publicaciones en Facebook como esta, el estado de nerviosismo y alarma en el que se encuentran. Porque saben que, más pronto que tarde, esta ciudad va a abrazar una nueva forma de gestión que acabe con estos 30 últimos años de monotonía insolvente, y que gobierne pensado en los intereses de todos: jóvenes, mayores, niños, estudiantes, trabajadores, desempleados, gente de izquierda y de derechas; poniendo por encima de todo a Rivas.
Estimada Elena: ni los mayores de 50 años, ni ningún otro ripense “va apañado” si en el próximo 2027, aparte de ganar (como ya hicimos en 2023), conseguimos gobernar esta ciudad que tiene una pulsión de cambio imparable. Los únicos que “van apañados” en ese muy probable escenario sois los que le negáis a Rivas la oportunidad de ser la ciudad plural, abierta, moderna y joven que quiere ser.
Y así será porque más allá de vuestras prácticas caciquiles y vuestros discursos confrontativos, la voz de una mayoría creciente de vecinos que quiere cambio es abrumadora. Y, más concretamente, la fuerza en las urnas de los jóvenes de Rivas, que queremos hacer política en primera persona para que otros no la hagan por nosotros. Esa fuerza, les aseguro, es irrefrenable.