Casualmente, el día que se exhumó al dictador Franco, me encontraba visitando la ciudad de Gernika en el País Vasco.
En cada rincón de esta preciosa ciudad hay vestigios del bombardeo indiscriminado que sufrió en el 1937. La aviación alemana de Hitler y la italiana de Mussolini, aliados del golpista Franco, decidieron castigar al País Vasco bombardeando a la población civil, produciendo centenares de muertos y la destrucción de la ciudad.
Choca ver cómo un genocida como Franco, cuarenta y cuatro años después de su muerte, es exhumado a hombros, con vivas y banderas incluidas, con la Ministra de Justicia como testigo y radiotelevisado por todas las cadenas.
Lleva razón Pablo Iglesias cuando expresa que “los restos de Franco no están en Cuelgamuros, sino en las oligarquías que se enriquecieron con la dictadura y en parte de los aparatos del Estado”. Si no fuera así, este acto de reparación a sus víctimas como es el punto y final al mauseleo público del genocida, hubiera sido mucho más discreto, o al menos, no se le hubiera dado tanto protagonismo a quienes hicieron fortuna con sus crímenes y ahora le vitorean.
Lamentablemente, después de cuarenta años de democracia, todavía hay amplísimas capas de la sociedad con una mentalidad fraquista y ello se traduce en partidos que todavia no distinguen muy bien qué es el respeto y qué la democracia.
En estos días hemos tenido que asistir a declaraciones del Partido Popular y Ciudadanos, equidistantes en cuanto a “los bandos” de la guerra civil.
¿Cómo puede compararse a un régimen como la Republica española, respaldada democráticaticamente por las urnas, con un golpista militar apoyado por Hitler y Mussolini? ¿Cómo se puede blanquear a un genocida que asesinó en la guerra y en la dictadura a centenares de miles de españoles?
¿Cómo puede permitirse que sea legal un partido como VOX que acusa de violadoras a las treces rosas, jóvenes fusiladas nada más acabar la guerra, y que afirme que los fusilamientos ordenador por Franco se hicieron “con amor”, o que en sus programas electorales aboguen por la supresión de las autonomias y la ilegalización de los partidos nacionalistas, es decir, ilegalizar a millones de personas?
Como digo, lo malo no es que estos partidos odien la democracia, es que les voten millones de personas.
También en estas fechas hemos conocido que los presos políticos catalanes han sido sentenciados a casi un siglo de carcel por convocar un referendum de autodeterminación en Cataluña.
Desde los medios de comunicación y desde los partidos pseudo democráticos, se les ha llamado de todo: golpistas, sediciosos, delincuentes…
Casi todo el mundo calla que el derecho de autodeterminación de los pueblos esta recogido en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos firmados en Nueva York en 1966.
Es más, en 1990 la región de Kósovo se declaró unilateralmente independiente respecto a Servia. Como ésta no lo aceptó y llevó sus tanques a Kosovo, fue bombardeada y arrasada por EE.UU y Europa, incluso por España. En el 2008 Kosovo fue reconocida inernacionalmente.
Este tema de Cataluña es el gran caladero de votos de la derecha. Todo el mundo tira de las tripas y reclama “una grande y libre unidad de España”
A mi no me gustan nada las fronteras, ni las de Cataluña ni las de Ceuta, pero ¿Quién soy yo para opinar sobre el futuro de los catalanes? Tendrán que ser ellos y ellas, digo yo, quienes decidan sobre su futuro. Mas tarde o más temprano tendrá que ser así.
Los que siguen diciendo que la autodeterminación de Cataluña ha de votarse en toda España me recuerdan a aquellos que se oponían al divorcio. No señores, no hace falta que haya acuerdo entre los conyuges para que el divorcio se produzca, con la voluntad de una de las partes es suficiente. De igual manera, si una comunidad no desea formar parte del Estado español, tiene todo el derecho a divorciarse. Y si la Constitucion Española lo impide, habrá que cambiarla.
Eso es la democracia. Los problemas se arreglan con dialogo, política y democracia, jamás con cárcel y porras.
Por cierto, hablando de porras, ¿Por qué carajo se permite a la Policía Nacional utilizar pelotas de goma, prohibidas en Cataluña, que ya han causado que cuatro personas pierdan uno de sus ojos?
Da arcadas escuchar al PSOE defender el comportamiento de la Policia Nacional en los disturbios de Cataluña. La Policía tiene recursos de sobra como para repeler la violencia de unos muy minoritarios manifestantes, ¿Por qué el uso de las peligrosas pelotas de goma?
Una vez más, tampoco el PSOE ha comprendido lo que significa respeto y democracia.
Una cosa más: Si la democracia es el gobierno de la mayoria, ¿Por qué narices se empeña el PSOE en gobernar en solitario? ¿A cuento de qué aboga el PSOE por que la lista mas votada sea la que gobierne en minoría? ¿Por qué critica al resto de partidos como bloqueadores? ¿Tendremos que repetir y repetir elecciones hasta que al PSOE le guste el resultado?
Sí. El franquismo y totalitarismo sigue entre nosotros y nosotras, nos hace falta otro 15M que nos dé un nuevo cursillo de democracia.
Les dejo con unas palabras del politólogo uruguayo David Altman: «Los procesos de toma de decisiones de una democracia directa en última instancia permiten una distribución adicional y más fina del poder. Los que ya tienen gran poder de toma de decisiones en un sistema político en general se oponen a la introducción de procesos de democracia directa tales como la iniciativa popular y el referéndum. Suiza es una especie de patrón de oro de la democracia directa. Aquí todo ciudadano y toda ciudadana pueden cambiar cualquier aspecto de la vida. No se puede entender el país alpino, si no conocemos la importancia de las instituciones de la democracia directa y el federalismo. En la estación y en los trenes escuchamos anuncios en varios idiomas, y todo el mundo los comprende. Suiza es un ejemplo de cómo puede funcionar una sociedad multiétnica”
José Manuel Pachón López