Se proyectará la película «La trinchera infinita», de Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga.
El próximo viernes 26 de abril se celebrará la cuarta sesión de cine social de 2024. Será en la sala Marcos Ana del Centro García Lorca a las 19 horas. Se proyectará la película La trinchera infinita, dirigida en 2019 por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga. Tras la película tendrá lugar un coloquio moderado por la periodista y colaboradora de Zarabanda, Sara Montero. Participarán Fran Pérez, responsable de Izquierda Republicana, y José Luis García Matamoros, del Ateneo Republicano de Rivas.
10 años desde la coronación de Felipe VI
En junio de 2024 se cumplirán 10 años desde que Felipe VI fue designado como sucesor, ante la renuncia de su padre y su huida posterior hacia los Emiratos Árabes, después de la aparición en los medios de comunicación, de diferentes casos de corrupción que implicaban a la monarquía.
«Más allá de las consideraciones que en nuestro país merezca el papel de la monarquía en la transición de la dictadura», denuncian desde el ciclo de cine social, «es evidente que estamos hablando de una herencia medieval que no se ha librado de algunos de sus privilegios, constituyendo por ello una rémora para la democracia».
Desde la organización recuerdan que la última vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas CIS preguntó a la población sobre su opinión acerca de la monarquía fue en abril de 2015, cuando Felipe VI llevaba un año como monarca, y obtuvo con un 4,34 sobre 10 de valoración ciudadana. A partir de ese momento, las consultas sobre la monarquía desaparecieron, «con la excusa de que no era un asunto que interesara a los españoles», denuncian.
«Para avanzar hacia un futuro republicano, es necesario impulsar cada día los valores propios de una democracia republicana», defienden desde el ciclo de cine social. «Cada paso que damos en esta dirección, más cerca nos hallamos de esa nueva sociedad que anima y motiva nuestra aspiración republicana».
Sinopsis de La trinchera infinita
Higinio y Rosa llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil, y la vida de él pasa a estar seriamente amenazada. Con ayuda de su mujer, decidirá utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias, así como el amor que sienten el uno por el otro, les condenará a un encierro que se prolongará durante más de 30 años.