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Bares ¡qué lugares!

En lo que llevamos de año hemos hablado de “la cuesta de enero”, la adopción de animales, la educación infantil, la batalla del Jarama y la música. En este mes de junio queremos hablar, por fin, de algo importante y trascendental. Si se acercara el fin del mundo, ¿qué salvarías? Exacto, la hostelería.

Este motor de la economía que coloniza las aceras con sus terrazas se ha convertido en un problema social en la capital, muy vinculado a la conversión del centro histórico madrileño en un parque turístico para extranjeros, que expulsa a sus habitantes con el imposible precio de la vivienda. También ha sido un foco de trabajos precarios e incumplimientos laborales (cada vez más minoritarios).

Sin embargo, en Rivas la hostelería no es plato de mal gusto: es uno de esos sectores económicos que genera empleo en el propio municipio, generando en tantos nuevos vecinos y nuevas vecinas esos ratos agradables que crean raíces en el nuevo hogar (sobre todo, regados con una cañita o un buen vino). Además, si apuestan por proveedores locales, la hostelería contribuye a generar aún más riqueza en el municipio.

La oferta ripense cubre todos los gustos y paladares, desde la apuesta segura del “bar de toda la vida” a auténtica alta cocina, sin olvidar las franquicias comerciales o la variedad de cocinas del mundo a las que tenemos acceso.

En un mundo cada vez más hostil, se nos olvida que tener comida y bebida de fácil acceso es un privilegio. Da igual si es para coger el menú del día o el bocata para volver corriendo a currar o si reservas una cena romántica para celebrar algo con tu persona favorita, ambas suponen elevarnos desde el reino de la necesidad hasta la gastronomía, entendida como disfrute y cultura.

No estamos exagerando: la UNESCO declaró la dieta mediterránea como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Sí, ya sé que cuando comes fuera más bien lo que haces es “saltarte la dieta”, pero lo que la UNESCO valoró no era solo la comida. En la cultura mediterránea (que abarca España, Italia, Grecia, Portugal, Marruecos, Chipre y Croacia), el momento de la comida está vinculado a valores de buena vecindad, hospitalidad y el carácter abierto y respetuoso con la diversidad que nos caracteriza también a quienes vivimos en Rivas.

Brindemos por que el Ayuntamiento se ponga manos a la obra con la “Red Rivas sin Gluten” y que cada vez haya más establecimientos veganos. De este modo, podremos compartir un bocado con nuestros amigos y amigas, sin sustos y con la conciencia tranquila.

Como cantaban Reincidentes, el bar es “tratamiento pa’l stress, entrenamiento del gourmet” y “sirve para conocer, evitar la soledad y la incomunicación”. ¡Nos vemos en el bar! ¿Cómo que en cuál? ¡Consulta nuestra Guía Gastronómica!

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