OPINIÓN

Arte y ciencia: una convivencia feliz

Todos nacemos ateos; no tenemos ni idea de Dios

Los conceptos de ateísmo, agnosticismo, laicismo y escepticismo tienen diferencias notables entre sí. No obstante, suelen confundirse al emplearlos en el lenguaje cotidiano.

En la actualidad, es muy común escuchar que términos como  ateísmo, agnosticismo, laicismo y escepticismo son utilizados de forma casi intercambiable, a pesar de las importantes y notables diferencias entre sus significados. Esta situación ocurre gracias a que existen relaciones importantes entre estas definiciones que las hacen convivir en múltiples ámbitos. Desafortunadamente, este tipo de confusiones provocan malentendidos importantes. Sobre todo, si estas palabras son utilizadas por “expertos profesionales” que no comprenden del todo su verdadero significado.

Dada esta situación, es necesario profundizar en el verdadero sentido de estos conceptos, con el fin de que puedan emplearse de manera apropiada.

Juicio – Grabado de Luis Vega

Diferencias conceptuales entre ateísmo, agnosticismo, laicismo y escepticismo

De manera general, el ateísmo es la crítica y negación de las creencias metafísicas en dioses o en los seres espirituales o superiores (Encyclopaedia Britannica, 2022). Cuando se le concibe como la mera ausencia de creencia en un dios, es compatible con el agnosticismo. No obstante, comúnmente se le identifica sólo como la creencia de que no hay ningún dios.

Por otro lado, el escepticismo puede definirse como la negativa a asegurar que haya algún conocimiento o justificación sobre una afirmación determinada. Es decir, se centra en la afirmación de la ausencia de argumentos a favor o en contra de una causa o dimensión. Cabe señalar que dicha propuesta puede o no ser de carácter metafísico. Se justifica en que no hay ninguna prueba de la existencia o no de un Dios.

Por su parte, el agnosticismo es una posición escéptica que sostiene que la verdad o falsedad de ciertas ideas o proposiciones metafísicas (como la existencia de un dios todo poderoso) no puede ser conocida (American Psychological Association, 2020). Esta postura no niega necesariamente la existencia de la divinidad, como el ateísmo, pero pone de manifiesto la imposibilidad de comprobarla. Muy similar al escepticismo.

En mi opinión los escépticos y agnósticos son ateos que no han salido del armario. Su práctica diaria frente a las religiones, son la misma que los ateos, pero están menos criminalizadas, por lo que es más cómodo quedarse ahí.

Finalmente, el laicismo puede definirse como la independencia del individuo o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa (Real Academia de la Lengua, 2021). Este es un acuerdo formal u oficial, y no niega la existencia de algún tipo de divinidad. Por el contrario, aboga por la armonía entre diversos credos, siempre y cuando estos no intervengan en las decisiones del Estado. En una sociedad laica, tienen acogida las creencias religiosas en cuanto derecho de quienes las asumen, pero no como algo que pueda imponerse a nadie.

Podemos afirmar que todos los ateos, son laicos… pero que sólo algunos laicos son ateos.

Los ateos pretendemos un Estado Laico, no un Estado Ateo, pues éste excluiría a las personas religiosas y se parecería a una dictadura.

Insaciable – Grabado de Luis Vega

Diferencias entre ateísmo, agnosticismo, laicismo y escepticismo como posiciones filosóficas

Es importante destacar que los conceptos de ateísmo, agnosticismo, laicismo y escepticismo representan posiciones ideológicas relacionadas, pero con diferencias notables.

El ateísmo puede representar la creencia formal de que no existe un dios, o la ausencia de creencia en un dios. Los ateos sólo admiten la razón y la ciencia y, ésta no demuestra la existencia de ningún ser superior, de ningún Dios. Solemos afirmar que la fe es el muro en el que se estrella la razón.

Por su parte, la negativa hacia el conocimiento o justificación de una afirmación que caracteriza al escepticismo, puede ser parcial si se limita a campos determinados de creencias o proposiciones; y total si no está limitado de ese modo. También puede ser práctico, cuando es una actitud de aplazamiento deliberado de la creencia y la no creencia, acompañada acaso de la recomendación general de que la gente haga lo mismo.

De igual forma, se le conoce como escepticismo teórico cuando es un compromiso con la creencia de que no hay conocimiento de un cierto tipo o tipos de causas.

Así mismo, el agnosticismo es una forma de escepticismo aplicado a la metafísica. Es la actitud filosófica y religiosa que afirma que las ideas metafísicas no pueden ser demostradas ni refutadas. Por ejemplo, decir que no se tiene ninguna razón para creer en Dios, pero, por otra parte, no se tiene tampoco una manera de refutar dicha creencia.

Por su parte, el laicismo es una posición política donde una sociedad basa sus acuerdos axiológicos en leyes y discursos no directamente confesionales. Es decir, que no están basados en ninguna fe religiosa. Este movimiento no excluye ni mucho menos persigue las creencias religiosas. Por el contrario, pretende proteger las unas frente a las otras (Savater, 2004).

Luis Vega Domingo es el Presidente de AMAL– Asociación Madrileña de Ateos y Libepensadores                  

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